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PENSAMIENTO

CRÍTICO
LA VIOLENCIA ESTRUCTURAL GENERA
RESPUESTAS
LA VIOLENCIA ESTRUCTURAL GENERA
MÁS RESPUESTAS
Y LA RESPUESTA TUVO RESPUESTAS
IDEOLOGÍA

• En ciencias sociales, una ideología es un


conjunto normativo de emociones, ideas
y creencias colectivas que son
compatibles entre sí y están
especialmente referidas a la conducta
social humana.
(Wikipedia)
• Habiendo afianzado nuestra posición
ideológica, esta toma la forma de una visera
o lentes que no nos permiten aprehender la
realidad tal como es; la distorsionan, o
incluso mejor dicho, la amoldan a nuestros
lentes ideológicos.
• Es difícil apartarse uno mismo de su propia ideología.
• Es útil tener amistades que no comulguen con nuestras ideas, pero con quienes se puda tener un
debate alturado y respetuoso.
• Debemos conocer los límites de la racionalidad. No a todas las personas se las puede convencer
mostrándole hecho. De hacer caso omiso de esto, se desperdiciará tiempo y energía.
SOBRE IDEOLOGÍA Y ÉTICA

• Qué nos dicen los filósofos…


• Lo que se agazapa en toda esta obsesión sobre la inmoralidad sexual no es más ni menos que
uno de los más viejos temores sociales del hombre: el miedo al placer. Y como el placer
sexual destaca entre los más intensos y vivos que puedan sentirse por eso se ve rodeado de
tantos recelos y cautelas. El placer nos distrae a veces más de la cuenta, cosa que puede
resultarnos fatal, por eso los placeres se han visto siempre acosados por tabúes y restricciones.
Se trata de precauciones sociales para que nadie se distraiga demasiado del peligro de vivir.
• Por otro lado, están quienes solo disfrutan no dejando disfrutar. Tienen tanto miedo a que el
placer les resulte irresistible, se angustian tanto pensando lo que les puede pasar si un día le dan
de verdad gusto al cuerpo, que se convierten en calumniadores profesionales del placer. A los
calumniadores del placer se les llama puritanos. ¿Sabes quién es puritano? El que asegura
que la señal de algo es bueno consiste en que no nos gusta hacerlo.
• Decía Michel de Montaigne: “Hay que retener con todas nuestras uñas y dientes el uso de los
placeres de la vida, que los años nos quitan de entre las manos unos después de otros.” Hay
que saber entregarse al saboreo del presente, lo que los romanos resumían en el dicho carpe
diem. Pero eso no quiere decir que tengas que buscar hoy todos los placeres, si no que debes
buscar todos los placeres de hoy.
No te obsesiones con tratar de satisfacerte con placeres que no pegan, procura más bien
encontrarle un guiño placentero a todo lo que hay. Lo bueno es usar los placeres, es decir,
tener siempre cierto control sobre ellos, que no les permita revolverse contra el resto de lo que
forma tu existencia personal. Usar los placeres, es no permitir que cualquiera de ellos te borre la
posibilidad de todos los otros y que ninguno te esconda por completo el contexto de la vida nada
simple en que cada uno tiene su ocasión.
• La diferencia entre el uso y el abuso es precisamente esa: cuando usas un placer, enriqueces tu
vida. Al notar que el placer te va empobreciendo la vida, este placer ya no es un ingrediente
agradable de la plenitud, si no un refugio para escapase de la vida, para esconderte de ella y
calumniarla mejor. La ética consiste en apostar que la vida vale la pena y que hasta las penas
de la vida valen la pena. No queremos placeres que nos permitan huir de la vida, si no que nos
hagan la vida intensamente grata. Esta gratificación es un sí espontáneo a la vida, que nos
brota de dentro. El arte de poner el placer al servicio de la alegría y vida es la templanza.
• “La moderación presupone el placer; la
abstinencia, no. ¨Por eso hay más
abstemios que moderados. “

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