SEXUALIDAD- es la percepción que tenemos hombres y mujeres de nosotros
mismos; las diferencias físicas que se presentan a lo largo de nuestra vida; el
impulso o deseo sexual y la atracción física, es decir, que la sexualidad incluye a nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestras relaciones con los y las demás. SEXO- Diferencia física y de conducta que distingue a los organismos individuales, según las funciones que realizan en los procesos de reproducción. A través de esta diferencia, por la que existen machos y hembras, GENERO- se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres. EL AUTORRECONOCIMIENTO
El autorreconocimiento es el proceso de conocerse a sí mismo
y se basa en aprender a querernos, a conocer las propias fortalezas y debilidades, identificando las características que nos definen como seres individuales y diferentes unos de otros. El autorreconocimiento permite poder responder ¿quién soy yo?, ¿cómo me definiría?, ¿qué quiero para mi vida?, ¿qué me gusta?, ¿qué me desagrada? ACTIVIDAD
• ¿A quién vez ahí?
• ¿Qué te gusta de esa persona que vez frente al espejo? • ¿Qué cosas cambiarias de esa persona? • ¿Qué es lo mejor que tiene esa persona? • ¿A quién ama esa persona? • Dibuja a la persona que ves en el espejo BARRERAS PARA DESARROLLAR LA SEXUALIDAD Una de las mayores barreras para desarrollar una sexualidad saludable, es la falta de autorreconocimiento y de autoaceptación. Los morenos quieren ser rubios y los altos no quieren ser tanto. En el proceso de formación de la persona, se va forjando la personalidad, la autoestima y el reconocimiento de sí mismo, sin embargo, muchas veces, en especial en la adolescencia, los jóvenes no están conformes con quienes son o con cómo son, y no están satisfechos con lo que están haciendo. LA CLAVE Está en reconocer las fortalezas de cada uno y las debilidades, identificando cuáles puedo modificar y reconocer, sin vergüenza, qué características de uno mismo no se pueden modificar. Luego de aceptar quién soy, cómo soy, las cosas que quiero cambiar de mí mismo y reconocer las que no puedo cambiar, entonces se entra en el proceso de aprender a aceptarse y a quererse, desarrollando así armonía consigo mismo. El quererse a sí mismo, genera un punto de referencia para querer a los demás y es un factor protector de salud mental.