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ESCUELA DE POSGRADO
MAESTRÍA EN CIENCIAS PENALES
Tema:
Sentencias interpretativas y principio de legalidad penal
“… en la elaboración de los tipos penales es preciso utilizar términos estrictos y unívocos, que acoten
claramente las conductas punibles, dando pleno sentido al principio de legalidad penal. Este implica una clara
definición de la conducta incriminada, que fije sus elementos y permita deslindarla de comportamientos no
punibles o conductas ilícitas sancionables con medidas no penales . La ambigüedad en la formulación de los
tipos penales genera dudas y abre el campo al arbitrio de la autoridad (…). Normas como las aplicadas en el
caso que nos ocupa, que no delimitan estrictamente las conductas delictuosas, son violatorias del principio de
legalidad establecido en el artículo 9 de la Convención Americana” (párr. 121).
“… ordena al Estado adoptar las medidas apropiadas para reformar las normas que han sido declaradas
violatorias de la Convención Americana sobre Derechos Humanos en la presente sentencia (punto resolutivo
14).
Se reitera en el Caso Cantoral Benavides vs. Perú. Fondo. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C No. 69,
párrafos 154 a 158).
Cabía concluir que no solo había un problema con la repetición de los tipos, sino con su formulación misma.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD PENAL (III). LA STC
0010-2002-PI.
“64. El principio de culpabilidad es una garantía y al mismo tiempo un límite a la potestad punitiva del
Estado; por consiguiente, la aplicación del artículo 2 del Decreto Ley N.° 25475 queda supeditada a que, al
infringirse los bienes jurídicos señalados por la norma penal, ello se haya realizado con intención del
agente. A mayor abundamiento, la prohibición de que la pena sólo pueda basarse en un tipo de
responsabilidad objetiva se encuentra prevista en el artículo VII del Título Preliminar del Código Penal (…).”
“65. (…) es inconstitucional la norma implícita que se deriva de la frase ‘El que provoca, crea o mantiene’,
en la medida en que no prevé la responsabilidad subjetiva, esto es, la intención del agente como la
susceptible de reprocharse penalmente; por lo que tal frase, extendiendo los alcances del artículo VII del
Título Preliminar del Código Penal sobre el artículo 2º del Decreto Ley N.° 25475, subsistirá con el mismo
texto, con el sentido interpretativo antes anotado: ‘El que (intencionalmente) provoca, crea o mantiene un
estado de zozobra, alarma o temor en la población o en un sector de ella (...)’.
67. (…) la norma que exige la responsabilidad subjetiva como condición para imponerse una pena, se
encuentra comprendida en el ordenamiento penal, de manera que cuando este Tribunal Constitucional
adiciona, con la finalidad de reducir los márgenes de aplicación del tipo penal,
penal en realidad no crea nada
(…)”.
“78. En consecuencia, el artículo 2º de Decreto Ley 25475 subsiste con su mismo texto, el mismo que
deberá ser interpretado de acuerdo con los párrafos anteriores de esta sentencia (…)”.
“127. (…) en el proceso penal ordinario (…) [s]e invocaron y aplicaron (…) algunas
hipótesis de colaboración con el terrorismo (…). Desde luego, la apreciación sobre la
existencia, en su caso, de actos de colaboración, debe hacerse en conexión con la
descripción típica del terrorismo. La formulación de los delitos de colaboración con
el terrorismo, no presenta, a juicio de la Corte, las deficiencias que en su momento
fueron observadas a propósito del delito de traición a la patria. Este Tribunal no
estima que dichos tipos penales sean incompatibles con lo dispuesto en el artículo 9
de la Convención Americana.
128. Por todo lo anterior, y en lo que respecta al enjuiciamiento y a la sentencia
correspondiente al fuero ordinario, la Corte considera que no se ha comprobado que
el Estado violó el artículo 9 de la Convención Americana en perjuicio de la presunta
víctima, al aplicar el artículo 4 del Decreto Ley No. 25475” (Caso Lori Berenson Mejía
vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2004.
Serie C No. 119).
PRINCIPIO DE LEGALIDAD PENAL (IV). LOS
NUEVOS CRITERIOS DE LA CIDH. EL VOTO
DISIDENTE DE C. MEDINA EN EL CASO BERENSON
“IV. El examen de este elemento del tipo penal parecía particularmente necesario a
la luz de lo que dijeron respecto de él el propio tribunal nacional que conoció el caso
de Lori Berenson y otros órganos del Estado (como el TC en la STC 0010-2002-PI)
(…).
X. Estas decisiones del Estado muestran que, en opinión de éste, existían
deficiencias en la descripción del tipo de terrorismo (…), deficiencias que no
aparecen superadas ni en la norma que se aplicó en el caso Berenson ni en la
sentencia definitiva recaída en él. (…).
Por estas razones, no puedo estar de acuerdo con la decisión de la mayoría de esta
Corte recogida en el punto resolutivo 3, en lo referente al artículo 9 de la
Convención”
PRINCIPIO DE LEGALIDAD PENAL (IV).
LOS NUEVOS CRITERIOS DE LA CIDH. EL
CASO GARCÍA ASTO.
“193. (…) Por lo que toca al tipo básico de terrorismo, la Corte ha tomado nota de la
interpretación hecha por el Tribunal Constitucional del Perú en su sentencia emitida el 3 de
enero de 2003 sobre el tipo penal básico de terrorismo establecido en el artículo 2 del
Decreto Ley No. 25.475, la cual tiene carácter vinculante para todas las autoridades del
Estado, conforme al derecho peruano (…).
194. En relación con el tipo penal básico de terrorismo establecido en el artículo 2 del
Decreto Ley No. 25.475, es preciso indicar que este Tribunal no ha encontrado elementos
para concluir que existe una violación del artículo 9 de la Convención, toda vez que dicho
tipo penal fija los elementos de las conductas incriminadas, permite deslindarlas de
comportamientos no punibles o conductas ilícitas sancionables con medidas no penales y
no contraviene otras normas de la Convención Americana. (…)” (Caso García Asto y
Ramírez Rojas Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
25 de noviembre de 2005. Serie C No. 137).
PRINCIPIO DE LEGALIDAD PENAL (IV). LOS NUEVOS
CRITERIOS DE LA CIDH. EL VOTO DISIDENTE DE C.
MEDINA EN EL CASO GARCÍA ASTO.
«4- (…) estimo que el artículo 2, tal como está redactado, no permite
deslindar las conductas que describe de otros delitos que tienen un
reproche penal menor.
(…).
9. La descripción del tipo omite toda referencia a la voluntariedad de la
acción y, en mi parecer, omite algo que estimo de muchísima más
importancia, porque es lo que diferencia el delito de terrorismo de otros
delitos: la noción de que los actos relacionados con el terrorismo se
castigan más severamente porque se perpetran con la finalidad, como el
propio nombre lo sugiere, de causar terror. (…).
10. Esta razón es, para mí, suficiente para estimar que el artículo 2 del
Decreto Ley 24.575 no cumple con el principio de legalidad que exige el
artículo 9 de la Convención Americana».
PRINCIPIO DE LEGALIDAD PENAL (IV). LOS NUEVOS
CRITERIOS DE LA CIDH. EL VOTO DISIDENTE DE C.
MEDINA EN EL CASO GARCÍA ASTO.
- Art. 25: “La suma de los montos que se paguen por viudez y
orfandad no podrá exceder del cien por ciento (100%) de la
pensión de cesantía o invalidez que percibía o hubiera podido
percibir el causante. Si la suma de ellos excediera el cien por
ciento (100%), los porcentajes se reducirán proporcionalmente
de manera que la suma de todos no exceda dicho porcentaje”.
STC 0050-2004-PI, FJ. 150
La norma permite que al fallecimiento del padre y/o la madre se sume un perjuicio
adicional al hijo. No se “eleva la calidad de vida” (art. 10 C).