(sermo en latín), e indica la eficacia de la expresión lingüística. Al principio, la hermenéutica estuvo unida a la experiencia de transmitir mensajes (Hermes, el mensajero de los dioses), surgiendo en Grecia bajo la forma del arte de los poetas y los oráculos, portavoces de los dioses. En seguida llegó a significar interpretación de documentos, pero en el mundo antiguo no tuvo relevancia filosófica.