• Fuerte crítica a los valores absolutos de Occidente.
• Los valores tradicionales son representados por el cristianismo. • Estos valores son creados por resignados y conformistas para resignados y conformistas (Dios lo quiso y no vale preguntarse por qué las cosas) • Ante estos valores en deterioro es necesario crear nuevas formas de entender la historia. Y esos valores los debe crear el “hombre nuevo” o “súper hombre”. • El hombre nuevo de Nietzsche debe ser capaz de asumir su propio destino sin la presencia de una religión, moral o de un Dios que le diga lo que debe hacer o no. • En definitiva, lo que el ser humano quiere alcanzar es el PODER. • Pero el PODER lo tiene concentrado en sí mismo Dios que es Todopoderoso. Metáfora del “hombre loco” (La Gaya ciencia, fragmento 125) • ¿No han oído hablar de aquel hombre frenético que justo antes de la claridad del mediodía encendió una lámpara, corrió al mercado y no dejaba de gritar: «¡Busco a Dios, busco a Dios!»? —Allí estaban congregados muchos de los que precisamente no creían en Dios, provocando una gran carcajada. «¿Acaso se ha perdido?», dijo uno. «¿Se ha extraviado como un niño?», dijo otro. «¿O es que se ha escondido? ¿Nos tiene miedo? ¿Se ha hecho a la mar en un barco? ¿Ha emigrado?»—así chillaban y reían sin orden alguno. El hombre frenético saltó en medio de ellos, atravesándolos con la mirada. «¿Adónde ha ido Dios?», gritó, «¡yo os lo voy a decir! ¿Nosotros lo hemos matado —vosotros y yo! ¡todos nosotros somos sus asesinos! ¿Pero cómo hemos hecho esto? ¿Cómo fuimos capaces de bebernos el mar hasta la última gota? ¿quién nos dio la esponja para borrar todo el horizonte? ¿qué hicimos cuando desencadenamos esta tierra de su sol? ¿Hacia dónde se mueve ahora? ¿Hacia dónde nos movemos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? Metáfora del “hombre loco” (La Gaya ciencia, fragmento 125) • ¿No caemos continuamente? ¿Y hacia atrás, hacia los lados, hacia delante, hacia todos los lados? ¿Hay aún arriba y abajo? ¿No vagamos como a través de una nada infinita? ¿No sentimos el alentar del espacio vacío? ¿No se ha vuelto todo más frío? ¿No llega continuamente la oscuridad y más oscuridad? ¿No tendrían que encenderse lámparas a medio día? ¿No escuchamos aún nada del ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿No olemos aún nada de la putrefacción divina? —También los dioses se descomponen. ¡Dios ha muerto! ¡Dios sigue muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado! ¿Cómo nos consolaremos los asesinos de todos los asesinos? Lo más sagrado y lo más poderoso que hasta ahora poseía el mundo, sangra bajo nuestro cuchillos —¿quién nos enjuagará esta sangre? ¿Con qué agua lustral podremos limpiarnos? ¿Qué fiestas expiatorias, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No e la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿No hemos de convertirnos nosotros mismos en dioses, sólo para estar a su altura? ¡Nunca hubo un hecho más grande —todo aquel que nazca después de nosotros, pertenece a causa de este hecho a una historia superior que todas las historias existentes hasta ahora!» La muerte de Dios o el fin de los “absolutos” • La cultura ha llegado a su propia ruina, a la decadencia, hay que liberar al hombre de todos los valores falsos, devolviéndole el derecho a la vida y a la existencia, dice Nietzsche. Para ello, el primer paso debe consistir en una transmutación de todos los valores de nuestra cultura tradicional.
• La cultura se vuelve nihilista.
La muerte de Dios o el fin de los “absolutos” • <<¿Qué significa nihilismo? (Nihil: nada; no queda nada seguro; los grandes absolutos quedan relativizados), que se desvalorizan los más altos valores, falta la meta y falta la respuesta al por qué>>. El nihilismo del espíritu occidental es radical y absoluto, y una vez perdida la fe en el "verdadero mundo", la cultura se queda sin sentido, sin guía o meta aparente, entonces se llega a la decadencia o al pesimismo.
• El súper hombre es un ser vaciado de trascendencia y de encuentro
en razón de que quiere acumular todo el poder posible.