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TRASTORNOS ALIMENTARIOS

Lic. Enf. Charo Chuquilín Vargas.


Trastornos Alimenticios

Los trastornos de la alimentación, también conocidos como


trastornos de la conducta alimentaria, consisten en graves
alteraciones en las conductas relacionadas con la alimentación y el
control de peso.

Los trastornos alimenticios se presentan cuando una persona no


recibe la ingesta calórica que su cuerpo requiere para funcionar de
acuerdo con su edad, estatura, ritmo de vida, etc.

Los trastornos alimenticios se inician o presentan principalmente


en adolescentes y púberes; muy probablemente, las personas de
mayor edad que los padecen iniciaron conductas sintomáticas en
esta etapa de su vida.
Trastornos Alimenticios
Factores que pueden contribuir a los trastornos
alimenticios:
• Factores psicológicos:
 Baja autoestima
 Sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida
 Depresión, ansiedad, enojo y soledad
• Factores interpersonales:
 Relaciones personales y familiares problemáticas
 Dificultad para expresar sentimientos y emociones
 Haber sido fastidiado o ridiculizado basado en su talla o
peso
 Historia de abuso físico o sexual
Trastornos Alimenticios
Factores que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:
• Factores sociales:
 Presiones culturales que glorifican la “delgadez” y le dan un valor
a obtener un “cuerpo perfecto”
 Definiciones muy concretas de belleza que incluyen solamente
mujeres y hombres con ciertos pesos y figuras
 Normas culturales que valorizan a la gente en base a su
apariencia física y no a sus cualidades y virtudes internas
• Factores biológicos:
Hay estudios que indican que niveles anormales de determinados
componentes químicos en el cerebro (neurotransmisores)
predisponen a algunas personas a sufrir ansiedad, perfeccionismo,
pensamientos y comportamientos obsesivos y compulsivos. Estas
personas son más vulnerables a sufrir un trastorno de la conducta
alimentaria.
Trastornos Alimenticios
Síntomas para detectar un trastorno alimentario:
• Actitudes obsesivas respecto a las dietas: Estos regímenes se hacen de forma
compulsiva, es decir que la persona sabe que es algo dañino para su salud
pero no puede dejar de hacer dieta.
• Disminución importante del peso.
• Comer a solas o evitar comer cualquier tipo de comida.
• Contar las calorías de los alimentos que se ingieren y pesarse con frecuencia.
• Cambios en el carácter relacionados con el haber comido o no.
• Verse "gordo" aunque haya una disminución importante de peso.
• Encerrarse en el baño después de comer, sin que haya una causa que lo
justifique.
• Realizar ejercicio en forma obsesiva.
• Verse mucho en el espejo sin decir nada
• Sentir nerviosismo al estar con personas o cerca de comida
Trastornos Alimenticios
¿Cuáles son los principales trastornos alimenticios?

Anorexia nerviosa: Este trastorno consiste en la evitación de la ingesta de


alimentos, provocando peso por debajo de lo normal. Además está acompañado
por una percepción equivocada del cuerpo y el peso (por lo general piensan que
están gordas a pesar de que son muy delgadas). EL trastorno se presenta
mayoritariamente en adolescentes por miedo a subir de peso. Para ser considerado
un trastorno debe presentarse por más de tres meses.

Bulimia nerviosa: este trastorno consiste en periodos de atracones o ingesta mayor


a lo que una persona promedio necesitaría. Para contrarrestar esta ingesta se hacen
ayunos, se provoca el vómito, se ingieren laxantes y purgas, o ejercicio excesivo.
Para ser considerado un trastorno debe presentarse por más de tres meses al
menos una vez a la semana.
Trastornos Alimenticios
¿Cuáles son los principales trastornos alimenticios?
Pica: consiste en ingerir alimentos no comestibles como papel, pegamento,
plástico, etc. por al menos un mes. Se presenta con más frecuencia en niños
preescolares. 
Trastorno de rumiación, es la regurgitación de los alimentos volviéndose a
masticar, tragar o escupir. Para que sea considerado un Trastorno, esta conducta
se debe presentar por más de un mes.
Trastorno de evitación/restricción de la ingestión de alimentos, este trastorno
se caracteriza por evitar la ingesta de alimentos debido a la falta de interés, por
rechazo a lo que aportan los alimentos y sus características como el sabor,
texturas y olor. Para que sea considerado trastorno los síntomas deben
presentarse por un periodo mayor a un mes.
Trastorno de atracones, este trastorno consiste en atracones, es decir, comer
más de lo que el cuerpo necesita y de lo que una persona promedio ingiere. Para
ser considerado un trastorno los atracones se producen, de promedio, al menos
una vez a la semana durante tres meses.
Trastornos Alimenticios
Efectos de los Trastornos de la Alimentación
Debido a que los trastornos de la alimentación pueden ser extremadamente
perjudiciales para la salud física en general de una persona, no es raro que las
personas que sufren de dichas enfermedades también presenten efectos de
salud adversos. Es posible que ocurran los siguientes problemas de salud, tanto
físicos como mentales, especialmente en aquellos que han luchado contra un
trastorno de la alimentación durante un periodo de tiempo prolongado:

• Desarrollo de un problema de abuso de sustancias


• Desarrollo de otro padecimiento de salud mental
• Agravamiento de los síntomas de un padecimiento de salud mental existente
• Infertilidad
• Ataques del corazón
• Insuficiencia cardiaca.
Trastornos Alimenticios
Efectos de los Trastornos de la Alimentación
• Insuficiencia renal.
• Pérdida de masa muscular o debilidad de los músculos
• Osteoporosis
• Daños al sistema digestivo
• Conductas autolesivas
• Ideas suicidas que conlleven a intentos suicidas
• Muerte
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¿Cómo se diagnostican los trastornos de la alimentación?
Los trastornos de la alimentación se diagnostican con mayor frecuencia
mediante el examen de la salud física y la salud mental. El médico evaluará
sus hábitos alimenticios y de ejercicios e imagen corporal y ordenará
pruebas con el fin de ayudar a determinar un diagnóstico: Puede realizar un
conteo sanguíneo completo (CBC) para detectar anemia u ordenar un
electrocardiograma, rayos X de tórax, prueba de densitometría ósea,
pruebas de diagnóstico por imágenes para detectar daño en el cerebro o
tracto digestivo.
Trastornos Alimenticios
¿Cómo buscar ayuda médica?
Si sospecha que su hijo puede tener un trastorno alimentario, el Dr. Rosen
sugiere un acercamiento tranquilo. “Si los padres se acercan a sus hijos de
manera comprensiva sin confrontación y de una manera que invite a la
revelación”, dice, “los niños que luchan con esto tienen más probabilidades de
buscar ayuda en sus padres sobre cualquier problema que puedan tener”.
Un médico con frecuencia diagnostica un trastorno alimentario al preguntar al
paciente sobre sus hábitos alimentarios y de ejercicios e imagen corporal.
Aunque los trastornos alimentarios no se curan, el diagnóstico temprano y el
tratamiento adecuado pueden garantizar una recuperación duradera. El
tratamiento con frecuencia incluye educación nutricional, psicoterapia y asesoría
familiar.
Trastornos Alimenticios
Tratamiento:
• Tratamiento psicológico: está orientado a conseguir cambios duraderos en
los pensamientos distorsionados y las emociones negativas relacionados con
el peso, la silueta y el tamaño corporal en su sistema de valores para construir
o recuperar una identidad que ayude a la persona a sentirse bien consigo
misma, para no tener que recurrir al control/descontrol alimentario frente a
los retos y problemas que le plantea la vida. Este tratamiento puede ser en
sesiones tanto individuales como grupales junto a otras personas que
compartan los mismos problemas y, en algunos casos, con personas de la
familia (padres, hermanos, pareja, etc.).
• Tratamiento nutricional: su principal función es aconsejar sobre hábitos
saludables de alimentación y advertir sobre el peligro de seguir dietas
innecesarias y dietas que, aunque puedan ser justificadas, no estén prescritas
y controladas por un profesional sanitario competente.
• Tratamiento farmacológico: está dirigido a aquellas personas afectadas que
precisen fármacos en combinación con tratamiento psicológico, sobre todo
en casos de bulimia nerviosa y trastorno por atracones, o para resolver
sintomatología asociada, como depresión, ansiedad o impulsividad
Rol de Enfermería en los Trastornos Alimenticios
• Enseñar a los niños a tener conductas saludables, sobre todo en lo referido a
la alimentación y el ejercicio.
• Mejorar la autoestima mediante la propia aceptación del cuerpo y el rechazo
a los estereotipos poco saludables que establecen los medios.
• Evitar presionar a los niños, intentar comprenderlos y conversar con ellos
sobre los eventuales problemas que puedan suscitarse. Supervisar al joven en
su entorno.
• Vigilar a las personas en población de riesgo en cuanto a sus conductas
alimenticias.
• Educar sobre el metabolismo humano a fin de comprender cuáles son los
hábitos alimenticios correctos, y educar también a los niños.
• En caso de obesidad, acudir al nutricionista: nunca emprender una dieta sin
supervisión médica.
• Comer en familia, y hacerlo en lo posible en los horarios establecidos y sin
prisas. No saltear comidas, y no castigar a los niños mediante la prohibición
de alimentarse.
Rol de Enfermería e los Trastornos Alimenticios
• Educar a la familia sobre los trastornos alimentarios, y en caso de que alguien
presente síntomas relacionados con un trastorno de este tipo, acudir al
especialista.
• Ayudar al paciente a encontrar sus propios valores, ideales y objetivos sin
dejarse influir por el entorno.
• Fomentar la autoestima del enfermo.
• No negar la situación cuando aparecen síntomas relacionados con
psicopatologías alimentarias.
• Acudir a un grupo de apoyo. Buscar consejo de psicólogos, trabajadores
sociales y personas de confianza.
• Comunicarle a la víctima, con claridad, la preocupación que se siente por ella,
la convicción de que necesita tratamiento, y la voluntad de proporcionarle
apoyo emocional, financiero o de cualquier otro tipo.
Rol de Enfermería e los Trastornos Alimenticios
• Evitar concentrarse en su aspecto. Comentarios como “¡ya estás muy
delgado!” o “¡come que estás muy flaco!” solo logran que la persona se
obsesione más con su aspecto corporal.
• No criticar las actitudes del paciente, pues eso probablemente incrementará
la depresión de la persona y hará que se obceque en sus comportamientos.
Es preciso tener paciencia.
• No establecer comparaciones entre el enfermo y sus semejantes.
• Intentar que la situación no altere la vida familiar. No dejar de lado a la propia
familia.
• Evitar los sentimientos de culpa o de autocompasión.

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