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TOYOO ITO

La arquitectura de Toyo Ito está al servicio de la tecnología punta; es, ante todo, una
arquitectura de expresión orgánica, con una interesante estética, pues (como él mismo dice)
se trata de una protesta contra la depravada arquitectura moderna. En muchas de sus obras,
caso de su propia casa, la Choza de Plata (1984), deja muestras de su interés por las culturas
primitivas (sobre todo las nómadas), visible en el modo en que resuelve determinados
aspectos climáticos como el tema del viento, siempre presente en su arquitectura.
Su obra urbana de mayor tamaño es el Edificio PMT en Nagoya (1978), realizado el mismo año
en que publicó el ensayo Collage y superficialidad en la arquitectura. Otras obras suyas de
interés son la casa de invitados de Sapporo (1989), situada bajo una fábrica de cervezas y
adaptada perfectamente a las condiciones topográficas del terreno, así como la Torre de los
Vientos (1986) que, más que una torre, es una gran escultura luminosa en la que se
encuentra la Elipse de los Vientos (1989), ambas dos concebidas como auténticas esculturas
urbanas, donde las nuevas tecnologías, la luz y la imagen, están íntimamente fusionadas en
su concepción arquitectónica.
También merece la pena destacar la casa de aluminio (1971), casa U. Nacano (1976), la casa en
Magamezagua (1986), el Nomad Club de Tokio (1989) y el Museo Yatsuhiro (1991). Su
arquitectura destaca por el expresionismo orgánico, aunque en las primeras manifestaciones
de sus comienzos (como la casa de invitados de Sapporo) existe una simbiosis entre la
tradición japonesa y las influencias todavía latentes del movimiento europeo.
JORGE BASADRE 

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