Facilitador: Gelson Navarro Paulino Inteligencia e Inteligencia Emocional La inteligencia intelectual es la capacidad que posee una persona para analizar situaciones; en cambio la inteligencia emocional es la capacidad de controlar las emociones, de tal forma que hacemos que éstas trabajen para nosotros, utilizándolas para guiar nuestro comportamiento (Soto, R. 2017). La inteligencia emocional nos ayuda a tener autocontrol para manejar adecuadamente las relaciones interpersonales y a tener mejor aptitud ante las situaciones que la vida nos presenta (Delgado, L. 2014).
Esta habilidad se adquiere y desarrolla con el tiempo con las
experiencias que tengamos. Sin embargo estas destrezas también las podemos incorporar a nuestras vidas mediante capacitaciones y técnicas como la programación neurolingüística (PNL) la cual es un grupo de estrategias de comunicación y desarrollo personal. (Soto, R. 2017). ¿Permite el líder que sus emociones y humores afecten a otros? La inteligencia emocional es la demostración de las buenas habilidades de liderazgo de líderes que están en control de sí mismos, automotivados, empáticos y cuentan con grandes habilidades sociales (Delgado, L. 2016). LAS RAICES DEL LIGERAZGO Y LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Liderazgo no es dominación, sino el arte de persuadir a la
gente para que trabaje hacia un objetivo común.
Los efectos destructivos de la falta de valores, los trabajadores
intimidados y desprovistos de todo poder, los jefes arrogantes o cualquiera de las otras deficiencias emocionales en el lugar de trabajo pueden pasar totalmente inadvertidos por aquellos que se encuentran fuera de la escena inmediata. ¿CÓMO INFLUYEN LAS EMOCIONES EN MI TRABAJO/PROFESIÓN? Sin duda alguna, la inteligencia emocional no es una varita mágica; no garantiza una organización escolar en una mayor participación en el mercado ni un rendimiento más saludable. Pero si se ignora el ingrediente humano, nada de lo demás funcionará tan bien como debería. Las empresas cuya gente colabora mejor tienen ventaja competitiva. COMO SER MAS EMOCIONALMENTE EN EL TRABAJO • No se calle. Diga lo que piensa, siempre desde una crítica constructiva. • Razone su punto de vista y ofrezca alternativas. • Asuma el riesgo de parecer imperfecto. Exteriorice sus emociones y aprenda a canalizarlas. • Dé las gracias y reconozca en los demás el trabajo bien hecho. • No más jornadas maratonianas. Aproveche mejor el tiempo. Tome pausas estratégicas cada 30 minutos. • Descubra su ritmo natural y evite interrupciones. • Practique ejercicio físico. Haga estiramientos durante las pausas. Si trabaja en un lugar cerrado, baje tres veces al día a respirar aire fresco. • Déjese llevar por su intuición práctica. No lo deje todo en manos de los analistas. • Tenga sentido del oportunismo. • Libere su creatividad. Si el ambiente de trabajo no lo permite, hágalo en su tiempo libre. • Aprenda a trabajar en grupo. No se aísle. Adquiera un compromiso común y dialogue. • (Para jefes) Sepa escuchar. Acepte las críticas y póngase en el lugar del otro. • Practique la empatía de modo regular. • (Para jefes) Ejerza influencia sin autoridad. Sea un mentor y al mismo tiempo un ejemplo a imitar. Comience una crítica por un aspecto positivo. Jamás humille a sus empleados. FINALMENTE… Un líder educativo es el que tiene un control sobre sus emociones, su expresión corporal y su manera de tratar a sus seguidores tiene mucho mas éxito que aquel líder autoritario y de mal trato.