Es fundamental medir el flujo de agua que ofrece cada fuente para saber si vamos a tener suficiente agua como para abastecer a la comunidad entera. En primer lugar, medimos el caudal de agua y dependiendo del tipo de fuente en la que estemos trabajando, emplearemos un método u otro. 1. Contenedor y cronómetro Se toma un contenedor que pueda llenarse fácilmente de agua, con capacidad de 10 a 20 L. como pueda ser un cubo o una tinaja. A continuación, se coloca en el flujo de agua de tal manera que en el instante en que el contenedor se comience a llenar, se ha activado un cronómetro. En el momento en el que el contenedor, de volumen conocido, se haya llenado, paramos el tiempo. Repetimos este procedimiento al menos cinco veces, calculamos la media aritmética, descartamos algún dato que claramente sea atípico y anotamos los resultados. El caudal de agua se expresa como: Q=V/t Q = Caudal [l/s]. v = Volumen del contenedor [l]. t = Tiempo que se tarda en llenarlo [s].
Esta medición se debe realizar en la temporada seca, cuando el flujo es el mínimo de todo el año. De esta manera se diseña por defecto, en el peor de los casos. Si se mide en temporada de lluvias, la cantidad de agua que habría en época seca se puede estimar entre un 50% y un 70% menos, aunque también es algo que convendría preguntar a la comunidad.