respondió mamá dando grandes voces -. Lo que tenemos que hacer es entrar el tiesto a la casa y se acabó. Me fui a buscar a Roberto; le expliqué el problema y nuevamente le pedí que nos ayudara. Me respondió que estaba bien, pero les comentó el asunto a sus amigos. Nos mandaba sus recuerdos y nos anunciaba que vendría a visitarnos no más tarde de quince días. La buena amistad En alguna parte leí que la amistad es mucho más rara que el amor verdadero y que es mucho más difícil de mantener que el amor verdadero. Hay dos clases de personas: las que son amigos de uno y uno las puede ayudar, y las que son amigos de uno y uno puede pedirles ayuda No tomé su anuncio como una mera visita de cortesía, sino como una amenaza. Sentí miedo, pero ya mañana vería qué hacer.