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INCONTINENCIA URINARIA
¿QUÉ ES LA INCONTINENCIA URINARIA?
Su prevalencia aumenta con la edad, siendo mayor en pacientes hospitalizados ( hasta un 60%) o
ingresados en residencias asistidas ( 30-96% ) que en ancianos que viven en su domicilio (10-23%).
Es importante destacar que este problema no es exclusivo de ancianos con gran deterioro psíquico y/o
funcional, sino que también aparece en personas con buena función mental e independientes.
Por su frecuencia y gran repercusión sobre la calidad de vida del anciano se considera uno
de los grandes síndromes geriátricos por lo que su valoración y tratamiento es uno de los
objetivos de los médicos geriatras.
En la incontinencia de urgencia se usan relajantes de la musculatura vesical tipo anticolinérgicos y antiespasmódicos. Se debe tener
en cuenta que los fármacos anticolinérgicos pueden dar lugar a múltiples efectos secundarios derivados de su mecanismo de
acción ( retención urinaria, sequedad de boca, aumento de la presión intraocular, estreñimiento, taquicardia, reflujo esofágico,
síndrome confusional agudo, visión borrosa ) y, por tanto, están contraindicados en: personas con glaucoma, uropatía obstructiva,
miastenia gravis, broncoconstricción, atonía intestinal, íleo paralítico.
En la incontinencia de esfuerzo se suelen utilizar agonistas alfa adrenérgicos ( que aumentan la resistencia de salida en el tracto
uretral ) y estrógenos ( que a través de su efecto sobre las celulas epiteliales vaginales y uretrales son beneficiosos en las mujeres
posmenopaúsicas ).
Los agonistas alfa adrenérgicos también tienen efectos secundarios como: hipertensión arterial, taquicardia, dolor de cabeza,
sequedad de boca y alteraciones en la contractilidad y conducción cardiaca; por lo que están contraindicados en personas con mal
control de la presión arterial, enfermedad cardiaca o vascular periférica e hipertiroidismo.
Los estrógenos están contraindicados en cáncer de mama, enfermedad tromboembólica y glaucoma de ángulo cerrado.
•Cirugía.
La cirugía se plantea en aquellos pacientes que presentan anormalidades anatómicas ( prolapso uterino, cistocele …) u obstrucción en el
tracto de salida vesical ( hipertrófia prostática, tumores…).
Sin embargo, los procedimientos quirúrgicos más clásicos ( suspensión del cuello vesical, implantación de esfínteres artificiales ), pueden
no ser los más adecuados en la población geriátrica, ya que su riesgo quirúrgico tiende a ser mayor. Por ello se han planteado nuevos
métodos menos cruentos, a través de vía endoscópica ( suspensión endoscópica del cuello vesical, inyección de colágeno intrauretral ).
Igualmente se ha ensayado la utilización de dispositivos que pueden mejorar la sintomatología ( pesarios, diafragmas ).
•Catéteres
La cateterización se plantea fundamentalmente en los casos de incontinencia por rebosamiento en los que no se indica
el tratamiento quirúrgico. El cateterismo puede ser permanente o intermitente, siendo éste último el preferido por la
menor frecuencia de complicaciones que induce.
Debe usarse la sonda más pequeña posible y no debe cambiarse regularmente, sino sólo cuando existan problemas
( obstrucción…); tampoco están indicados los lavados vesicales. No es posible prevenir la infección urinaria asociada
a las sondas vesicales; la antibioterapia se indicará sólo en los casos de infección urinaria clinicamente sintomática y
no profilacticamente o ante bacteriurias
INCONTINENCIA FECAL:
La incontinencia fecal es la incapacidad para controlar la salida del gas y las heces por el ano. Es el estado
en el que el individuo experimenta un cambio en los hábitos normales de eliminación, caracterizado por
la evacuación involuntaria de heces.
Cualquier trastorno que altere la función de control del esfínter anal puede producir incontinencia fecal.
De igual modo, las afecciones que provocan una excreción frecuente de heces blandas, acuosas y
voluminosas predisponen también a la incontinencia.
. Incontinencia neurógena:
Su presencia se debe a alteraciones del sistema nervioso central como ACV, traumatismos, tumores,
diabetes, etc.
. Incontinencia funcional:
La causa puede ser también la alteración del sistema nervioso central, como traumatismos, tumores, etc.
y en las demencias.
¿Qué causa cambios en las funciones del cuerpo?
•Diarreas y estreñimientos frecuentes. Estas enfermedades causan que los músculos del recto y del ano se debiliten. Cuando estos
músculos se debilitan, la habilidad de contener la deposición dentro del cuerpo también se debilita.
•Daño muscular. El daño muscular puede ocurrir durante un parto vaginal difícil, cuando los médicos tienen que usar forceps o hacer
pequeños cortes (una episiotomía) para hacer que la abertura sea más grande. El daño muscular también puede resultar de una operación
quirúrgica anal o rectal (pero no de las operaciones quirúrgicas para curar las hemorroides.)
•Edad avanzada. Naturalmente, con la edad se debilitan los músculos del recto y del ano. Otras estructuras cercanas en la pelvis también se
sueltan con la edad. Esto añade más debilidad generalizada a esta zona del cuerpo, causando problemas con el control de las deposiciones.
Las deposiciones sueltas son más difíciles de controlar que las duras. Cuando llega una gran cantidad de deposición suelta al recto, puede
que no haya el suficiente tiempo de aviso para llegar al baño a tiempo.
•Daño a los nervios. Si se dañan los nervios que controlan la capacidad de los músculos para contraerse del recto y del ano, puede dar
como resultado la incontinencia. Los nervios que controlan "la sensación rectal" también pueden causar incontinencia si se dañan. El daño
de los nervios puede ser causado por un parto vaginal difícil, una operación quirúrgica anal, por estreñimiento (que resulta en frecuentes y
severos ataques de esfuerzos), o la presencia de ciertas enfermedades de salud (ej. Diabetes, esclerosis múltiple, ataque de apoplejía,
tumor en la espina dorsal).
•Incapacidad del recto para estirarse. Si los músculos del recto no son tan elásticos como deberían de ser, el exceso de deposición que se
acumula puede escaparse. El síndrome del intestino inflamado (como la enfermedad de Crohn) también puede afectar a la capacidad del
recto de estirarse. Las cicatrices que resultan de las operaciones quirúrgicas y terapias de radiación también pueden endurecer los músculos
del recto.
•Otras enfermedades. Ciertas enfermedades, como el prolapso del recto (el recto se cae dentro del ano) o el rectocele (el recto empuja
hacia la vagina), o estreñimiento crónico donde la deposición se escapa pasando alrededor de una gran bola de deposición.
•Otras causas: El abuso de laxativos, los tratamiento de radiación, ciertos defectos del sistema nervioso y congénitos, las enfermedades de
síndrome del intestino inflamado y síndrome del intestino irritable pueden resultar en la pérdida de la capacidad de controlar las
deposiciones.
El término incontinencia fecal se usa si ocurre cualquiera de las siguientes situaciones: