Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CLASE 9:
Epístola de Cristo a
la iglesia de Filadelfia
Apocalipsis 3:7-13
Filadelfia era la más joven de las siete ciudades.
Fue fundada con un propósito especial. Estaba situada en la confluencia
de las fronteras de Misia, Lidia y Frigia. Pero no fue para ser una ciudad
guarnición para lo que fue fundada, porque no había muchos peligros en
la zona, sino con la intención deliberada de que fuera misionera de la
cultura y lengua griega hacia Lidia y Frigia; y tan bien cumplió su misión
que hacia el año 19 d C. los lidios ya habían olvidado su propio lenguaje
y les faltaba poco para ser griegos. Ramsay dice que Filadelfia era «el
centro de difusión de la lengua y de las letras griegas en una tierra
pacífica y por medios pacíficos.» Eso es lo que el Cristo Resucitado
quiere decir cuando habla de la puerta abierta que les presenta a los
cristianos filadelfos. Tres siglos antes se le había dado a Filadelfia una
puerta abierta para que extendiera las ideas griegas en las tierras de más
allá, y ahora se le presentaba otra oportunidad misionera todavía más
gloriosa: la de llevar el Mensaje del amor de Jesucristo a los que no lo
conocían.
Filadelfia tenía una característica que ha dejado su impronta en la
carta. Estaba al borde de una gran llanura que se llamaba la Tierra
Quemada. La Tierra Quemada era una gran llanura volcánica en la que
quedaban las señales de la lava y de las cenizas de los volcanes ya
extintos. Tal tierra era fértil; y Filadelfia era el centro de una gran área
vitícola y de producción de vinos. Pero tal situación tenía sus peligros,
que también habían dejado sus señales en Filadelfia más
profundamente que en ninguna otra ciudad. El año 17 d C. se produjo
un gran terremoto que destruyó Sardes y otras diez ciudades. En
Filadelfia se siguieron produciendo temblores de tierra durante otros
muchos años; Estrabón la describe como cuna ciudad propensa a los
terremotos.»
Sucede a menudo que cuando se produce un gran terremoto la gente
lo asume con coraje y dominio propio, pero el que se sucedan
temblores de tierra menores causa un verdadero pánico. Eso era lo
que sucedía en Filadelfia. Estrabón describe la escena. Los temblores
se habían convertido en un suceso cotidiano. Aparecían grietas
amenazadoras en las paredes de las casas. Un día aparecía en ruinas
una parte de la ciudad, y otro otra. La mayor parte de la población vivía
fuera de la ciudad, en chalés, y tenía miedo de ir al centro por si se le
caía encima una pared. Se tenía por locos a los que seguían viviendo
en la ciudad; se pasaban la vida apuntalando los edificios que bradizos,
y huyendo de cuando en cuando a los espacios abiertos para ponerse a
salvo. Estos día terribles no se olvidaban nunca en Filadelfia, y sus
habitantes siempre estaban esperando inconscientemente los terribles
temblores del suelo, dispuestos a salir corriendo para salvar la vida.
En la introducción de esta carta el Cristo Resucitado Se identifica con
tres títulos, cada uno de los cuales implica un tremendo derecho.
(i) Es el Que es santo. Santo es una descripción de Dios mismo. "
Santo, Santo, Santo es el Señor de los Ejércitos,» era el himno de los
serafines que oyó Isaías (Isa_6:3 ). «¿A qué, pues, Me haréis
semejante o Me compararéis?, dice el Santo» (Isa_40:25 ). «Yo soy el
Señor, vuestro Santo, el Creador de Israel, vuestro Rey» (Isa_43:15 ).
En todo el Antiguo Testamento, Dios es el Santo; y aquí se Le da ese
título al Cristo Resucitado. Debemos recordar que santo (háguios)
quiere decir diferente, separado. Dios es santo porque es diferente de
los hombres; tiene esa cualidad de ser que Le pertenece
exclusivamente a Él. Decir que Jesucristo es santo es decir que Él
participa del ser de Dios.
(ii) Es el Que es verdadero. En griego hay dos palabras que se
traducen por verdadero: aléthés, en el sentido en que una
afirmación verdadera es diferente de una afirmación falsa; y
aléthinós, que quiere decir real en contraposición a lo que es
irreal. Es la segunda de estas dos palabras la que se usa aquí.
En Jesús se encuentra la realidad. Cuando nos encontramos
cara a cara con Él, no nos encontramos ante un bosquejo
confuso de la verdad, sino. con la verdad misma.
(iii) Es el Que tiene la llave de David, el Que abre de manera que nadie
puede cerrar, y cierra de manera que nadie puede abrir. Notemos en
primer lugar que la llave es el símbolo de la autoridad. Aquí tenemos la
descripción de Jesucristo como el Que tiene la autoridad definitiva que
nadie puede poner en duda.
Tras esto se encuentra una historia del Antiguo Testamento. Ezequías
tenía un mayordomo fiel que se llamaba Eliaquim, que estaba a cargo
de toda su casa, y que era el único que podía dar acceso a la presencia
del rey. Isaías oyó decir a Dios acerca de este mayordomo fiel: " Y
pondré la llave de la casa de David sobre su hombro: él abrirá y nadie
cerrará, cerrará y nadie abrirá» (Isa_22:22 ). Esto era lo que Juan tenía
en mente. Jesús es el único que tiene autoridad para admitir a la nueva
Jerusalén, la nueva Ciudad de David. Como dice el Te Deum: «Tú
abriste el Reino del Cielo a todos los creyentes.» Él es el único camino
nuevo y vivo a la presencia de Dios.
Apo 3:8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una
puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes
poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.
Discriminación:
Seleccionar excluyendo
Reconocer o percibir la diferencia entre dos cosas
Tit 2:14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda
iniquidad y purificar para sí un pueblo propio