En época colonial fue conocida como Isla del muerto,
ya que mucha gente perecía por falta de agua y comida realizando el periodo de cuarentena obligatoria que les correspondía. Al llegar la República su fin cambió. En las primeras décadas del siglo XX adquirió mayor importancia, ya que se volvió prisión de los delincuentes más avezados capturados en el país. Además de mantener presos políticos como el presidente Fernando Belaunde Terry durante la época de la dictadura militar. La cárcel que se encuentra en esta isla recibe el nombre de “Penal San Juan Bautista”, de este solo se pueden observar paredes amarillentas de la prisión que funcionó hasta 1986.