establecer reglas básicas de convivencia, respetadas por todos.
• Respetar a todos los
integrantes de la familia, escuchar sus opiniones, ser pacientes y tolerantes. En especial con los adultos mayores. Respetar el espacio individual de las personas, así como el tiempo que cada cual necesite para llevar a cabo sus actividades. Compartir tareas
La responsabilidad de todas las tareas hogareñas no tiene que recaer en una
sola persona. Todos los miembros de la familia deben ayudar a realizarlas, según sus edades y capacidades. Participar de actividades en familia
Establecer encuentros como: cenas; juegos de participación
que vinculen a todos, ver películas juntos y compartir charlas e historias familiares. Si hay amor y respeto, entendemos que cada uno siente, piensa, actúa y se expresa de distinta manera y eso está bien.