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AURAS ANÓNIMAS

(2009)
Beatriz González
Cita del libro Historia oficial del amor.

“Sigue su monólogo con un recuerdo de la infancia: con


un día en el que acompañó a su tía Maruja a hacer una
vuelta por las ruinas del 9 de abril de 1948, y no era una
Bogotá en blanco y negro y sepia, sino un sitio con
costras de sangre en el piso, y ojos amoratados
asomándose por las grietas de los vidrios, y pedacitos de
cosas y de piedras, y él sintió que iba a pasarles alguna
otra revuelta porque a los trece años era mucho más
niño y mucho más viejo de lo que son los adolescentes
de ahora. Se acuerda de que vio entre las cenizas del
piso un arete de señora elegante. Ve como si estuviera
acá mismo los escombros y los despojos de ciudad
bombardeada en la Segunda Guerra.”
La obra Auras anónimas es una intervención en los
columbarios del cementerio central de Bogotá. La artista
Beatriz González cubrió 8957 nichos con la silueta de
hombres cargando cadáveres.
“Yo había trabajado en lápidas previamente y pensé que
se podrían hacer impresas en serigrafía manual,
reproduciendo imágenes de un tema que abunda en la
reportería gráfica nacional: hombres cargando cadáveres
producto de la guerra. Con esas figuras me propuse
construir un símbolo que representara lo que pasaba en
el país”,  afirma la artista, sobre la historia de esta obra.  
“Retomando la idea inicial del proyecto de hacer de los
columbarios un lugar de memoria, aludiendo a las
víctimas del conflicto armado del país y considerando
que en Bogotá no había un lugar para realizar el duelo de
las víctimas de la guerra, decidí llamar la obra Auras
Anónimas, un monumento para las víctimas anónimas
del conflicto armado en Colombia“, escribió González.
En los años cuarenta, los columbarios sirvieron de fosa
común para los muertos del 9 de abril de 1948.
Se llama auras anónimas, debido a que González
pensaba que cada muerto que había pasado por los
columbarios, tenía su propia aura.

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