Se calcula que 70 o 75 por ciento de los cenotes de Yucatán
–aproximadamente mil 800– están infestados de bacterias provenientes del lavado de letrinas, actividades porcícolas o fosas sépticas. Una medida inmediata de prevención a la salud debería ser evitar el consumo de agua de pozo, práctica muy común todavía en la zona rural del estado, ante la falta de líquido entubado.
La calidad del agua en el subsuelo de Mérida, y en
general de todo el territorio yucateco, tiene tal grado de contaminación que de no tomarse medidas inmediatas en cinco años habría un alza en la incidencia de males cancerígenos y gastrointestinales en la población, advirtieron especialistas egresados de la UNAM. Los informantes, integrantes de la agrupación Ciudadanos Hartos A.C., precisaron que solo 2% de Consecuencias en cinco años las aguas residuales que retornan al acuífero de “De no tomarse medidas ahora en cinco años Yucatán recibe tratamiento. habría un repunte de casos cancerígenos o gastrointestinales asociados al agua contaminada en la capital yucateca”, enfatizó.
Los especialistas opinaron que las autoridades
prefieren callar la situación antes que admitirla y actuar, ya que de otro modo reconocerían que han sido omisas y han dejado que esto continúe sin asumir su responsabilidad.