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Jóvenes son todos aquellos que afirman los valores morales, la unidad de la
familia, el derecho a la vida desde el momento de la concepción hasta el final
de aquella que se está agotando. Jóvenes somos los que afirmamos y
respetamos la dignidad de la persona humana.
Ser joven significa aceptar retos difíciles y por difíciles, estimulantes. Asumir
responsabilidades. Se dice que los niños son la esperanza del futuro. Ese futuro
somos el presente de hoy: los jóvenes.
El mundo, la sociedad, nuestro país necesita urgentemente de nuestra vitalidad
de nuestros anhelos y por qué no, de nuestros sueños; pero, básicamente
necesita que asumamos el compromiso de luchar indesmayablemente por un
mundo mejor para todos. Un mundo donde el hombre sea más humano…
Ser joven es nunca darse por vencido, aun cuando la adversidad este a punto de
derrotarnos, es en el último instante buscar el impulso final para lograr la
conquista. Es apostar por lo elaborado y no por lo fácil, lo primero es trascendente
lo último es efímero, elemental. Es no ser conformista, sino por el contrario; es
buscarle sentido a la vida; es no caer en el relativismo moral, donde todo vale; ser
joven, amigos es tener aspiraciones que universalmente sean éticas para todos
En este camino a conseguir el éxito no nos dejemos llevar por el bullicio, por la
moda, por lo cómodo, por lo rápido.
Si los jóvenes somos capaces de aportar estos desafíos y actuar con consecuencia,
creemos que se puede transformar el mundo.
Jóvenes, nosotros podemos ser agentes maravillosos de transformaciones
sociales y políticas en nuestro país. Jesús de Nazaret ofrendó su vida para
liberar a sus hermanos del odio, las injusticias y la opresión. Y lo hizo sin
fanatismos, sin rencor y sin atropellar al prójimo. Jesús es el más claro
ejemplo de esa lucha que desde ya debemos emprender.
Jóvenes de todas las edades, recordemos : ¡RESPONSABILIDAD! Si cada uno
la asume; el estudiante, el maestro, el regidor, al alcalde, el ministro, el
presidente de nuestro país, el portero de esta casa, en fin todos; créanme no
habrían cárceles repletas de personas llenas de dolor y odio; no habrían
caritas sucias y ojerosas limpiando parabrisas o vendiendo caramelos…
Amigos, el éxito implica recorrer un largo camino: lo maravilloso es saber que
depende de nosotros mismos.
Los invito a todos ustedes jóvenes de mente y alma a caminar juntos. Juntos
triunfar, juntos caernos y levantarnos, pero sobre todo los invito juntos a
alcanzar la ansiada libertad que nos da la satisfacción de cumplir con
responsabilidad el trabajo y deber cumplido.