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METODOLOGÍA

LÓCZY
EMMI PIKLER
EMMI PIKLER

• Emmi PIKLER, pediatra, estudió en Hungría, Austria e Italia, y trabajó


en el servicio de cirugía infantil en la clínica Pirquet de Viena. Autora de
numerosos libros en que plasma sus investigaciones, creó un sistema
educativo basado en el respeto al niño, en el que la actitud no
intervencionista del adulto favorece su desarrollo autónomo.
MOVERSE EN LIBERTAD

• Emmi Pikler creó un sistema educativo basado en el respeto al niño y una actitud no intervencionista del
adulto, que permite su desarrollo autónomo. Ella creía que se tenía que respetar el ritmo individual de cada
individuo y asegurar­le todas las posibilidades de tener iniciativas autónomas, de movimiento libre y de
juego independiente. Velaba por la salud física y psíquica de los niños, teniendo en cuenta el movimiento , el
aire libre y la alimentación. Actualmente se sigue este sistema al instituto Loczy de Budapest y hay varias
asociaciones en todo el mundo que lo promueven.

• ¿QUÉ MOVIMIENTO VEMOS EN LOS NIÑOS 0 A 3 AÑOS CUANDO PERMITIMOS


SU RITMO?

• El movimiento es una necesidad vital del niño, la vida nos lleva a experimentar constantemente . Por el niño
el primero a conocer es su cuerpo y a partir del movimiento irá descubriendo sus partes y las posibilidades
de encontrar diferentes posturas y más tarde llegar a desplazarse.

• Cuando respetamos su ritmo, sin anticiparnos, sin prisas, no esperando el siguiente paso, sino disfrutando
de cada uno, el niño hace evolucionar sus movimientos. La genética permite a los niños hacer este proceso
por ellos mismos. Son unos pasos que hacen todos los niños sean del país que sean -a no ser que tengan
algún problema de salud- cuando confiamos en ellos y los
damos el espacio y el tiempo necesario.
ROL DEL ADULTO

• Porque un niño pueda moverse en libertad necesita un adulto que se lo permita, que esté
presente, con una mirada respetuosa y limpia, que no se anticipe a sus movimientos, que
acepte el que hay, que no compare y juzgue, que espere. Queremos un adulto que ponga en
palabras las acciones del niño/a, un adulto que permita su autonomía con respeto, amor,
mucha paciencia y confianza en el proceso del niños o niña.
• Es muy importante la actitud del adulto en el momento de las atenciones cotidianas: en las
curas, la comida, el baño. El adulto está al 100%, con toda su presencia, esta manera de
estar, le permite conseguir una relación afectiva de calidad.
• Es aquí donde se forja la seguridad que permitirá al niño explorar su entorno y sus
posibilidades a solas. Algunos elementos que lo ayudarán y que el adulto puede
proporcionarle:
• LA MANO: ¿En qué momentos del día a día encontramos que nuestra mano da, recibe, pide ,
espera, acaricia, acompaña, apoya?, ¿ cuántas veces ofrecemos una mano dulce ? ¿y cuántas una mano brusca?. En
Loczy tienen la norma. “Ni un grito, ni un movimiento brusco,”
• LA MIRADA, COMUNICACIÓN: ¿Cuando estamos con los niños pedimos la colaboración, esperamos y buscamos la
mirada?. En el centro Loczy cuando se habla a los niños se busca la mirada. No se pide al niño “mírame…” el adulto
utiliza su flexibilidad para ir a encontrar la mirada del niño. Y si nosotros los miramos
Los niños también miran.
• LA PALABRA: La voz del adulto debería envolver al niño, como el agua caliente. Una de las bases de porqué hay esta
qualidad en el centro Loczy es porque existe la palabra. Las palabras nos ayudan a estar presentes en la situación. Todas
las acciones que hace el adulto se explican y anticipan los hechos. Al hacer las acciones no hace falta nata por encima.
• Algunas respuestas dadas por los educadores del Instituto Loczy a los comportamientos positivos de los niños: son
palabras con los que la educadora hace saber al niño que se interesa por su actividad espontánea (un movimiento, un
ruido, un sonido). En este caso la iniciativa del contacto es del equipo técnico a cargo. Ejemplo: » Juan , veo que has
podido girar», «Andrea, estás haciendo un sonido muy bonito, me quieres decir algo?».
• Las palabras que la educadora dirige al niño que le observa. El niño toma la iniciativa del contacto, llama la atención de
la educadora: «veo que tienes hambre, cuando acabe con Rosa te daré de comer a ti», «Ahora  llevo a Pedro a bañarse,
veo que tú también tienes ganas de ir». Las palabras de la educadora en respuesta a un niño. La iniciativa del contacto
es de los niños: emitiendo sonidos o palabras de dirigen a la educadora y ella les responde: «güe, güe (niño mirando un
juguete), quieres que te acerque el juguete?, ahora te la traigo».
SALAS IMPLEMENTADAS EN LÓCZY
MATERIALES

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