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Según San Agustín, en su escrito «La ciudad de Dios», la historia de la humanidad se verifica a partir de la
lucha entre dos reinos, que en realidad no son lugares físicos, sino conceptos que se identificaban como una
dimensión del alma, una decisión que el hombre tomaba. Los cuales eran:
La Ciudad terrena: Conocida como la sociedad del Diablo, corresponde a la naturaleza, a la materia, al
cuerpo (en el individuo), a la historia de los hechos y a la economía. En donde habitan las personas que se
comportan de forma egoísta, actúan en su propio beneficio y dejan a Dios de lado.
La Ciudad Celeste: Es la ciudad de Dios, la comunidad de los justos, la dimensión eterna y por lo tanto
desvinculada de la historia de la revelación divina. En donde habitan las personas que han recibido la gracia
de Dios y que por ello se han abandonado a sí mismos, acercándose a él y amándolo por encima de todo.
La Teología Negativa.
Fue elaborada por Dionisio el Areopagita en contra de la teología racional, y difundida en el pensamiento
occidental a partir del siglo SS. IX, fuel el fundamento teórico de la mística cristiana. Esta dice que la única
teología posible es la formada por negaciones: solo se puede razonar lo que Dios no es. Que cualquier
concepto atribuido a la divinidad (como lo es la bondad, la justicia o el amor), es una extrapolación
indebida de cualidades exclusivamente humanas, es decir antropomorfa.
El Misticismo.
Es un tipo particular de experiencia religiosa que permite tener confianza en la posibilidad del retorno de Dios
a través de la Ascesis. Que es una práctica meditativa la cual permite al alma liberarse de lo corpóreo
consiguiendo así la condición de éxtasis, más allá de la razón, renunciando al racionalismo y la sensibilidad,
superando el proceso mental de individuación y llegando a un estado de turbación y vaciamiento mental.
La Meditación.
Las diferentes tradiciones del misticismo elaboraron una serie diversificada de técnicas de meditación que han
permitido el nacimiento del éxtasis. Entre estas técnicas y sistemas se encuentran:
Las desarrolladas por los místicos cristianos de la Edad Media basados en particular en la privación sensorial,
las cuales causaban progresistas y violentas alucinaciones visuales, táctiles y auditivas gracias a la ciegues. Así
mismo causando un cortocircuito mental mediante la repetición de un único impulso.
Las desarrolladas por el mundo musulmán, relacionadas completamente en profundas técnicas místicas
directamente relacionadas con el control del cuerpo, como la música y la danza. Así mismo con el control de
la respiración.
El éxtasis.
Es el alcance de una perfecta e íntima comunión y comunicación con lo divino (estar fuera de sí). Descrita
como un estado de trance, una intuición prolongada, una iluminación (la verdad resplandece y se presenta la
conciencia como si fuera del exterior) o una sensación de estar desligado de uno mismo y de todas las cosas.
En donde la conciencia egocéntrica es sobrepasada en una especie de dilatación del conocimiento. Llegando
finalmente al punto de la deificación (convertirse en Dios).
La Angelología.
La noción de ángel (En Griego: Mensajero) designa un ser sobrenatural con funciones de intermediario entre
el hombre y la divinidad. Estos, se convirtieron en objeto de verdadera ciencia (La Angelología). Por lo tanto
se estableció que los ángeles eran criaturas incorpóreas, espíritus dotados con la misma sustancia que el
demonio, provistos de un libre albedrío y con una especifidad individual, que eran utilizadas por Dios para
intervenir en los acontecimientos del mundo.
Los Auctoritas.
Los auctoritas fueron personas escolásticas (hombres cristianos de escuela con alto nivel intelectual como
Monjes, Clérigos o Frailes) que concebían la filosofía no como una investigación libre, sino como un
aprendizaje y una enseñanza. Ya que no había ninguna verdad por ser buscada porque todo estaba incluido en
las Sagradas Escrituras. Considerando autoridades indiscutibles frente a decisiones y discusiones de la iglesia
a Pontífices o Doctos, mientras que a las cuestiones no relacionadas que está a los grandes filósofos.
El Averroísmo.
Verrones fue el nombre latino de «ibn Ruschd», hombre de ciencias y filósofo árabe-español. Conocido como «El
Comentador» por haber traducido y divulgado las obras de Aristóteles, por medio de comentarios que explicaban,
resumían y esclarecían el sentido de estos textos Aristotélicos. Deduciendo tesis como:
La eternidad de la materia (prexistente a Dios, por lo tanto no producida por este).
El monopsiquismo (la existencia de una sola mente (alma) supraindividual y universal).
Una Búsqueda Científica (Las verdades de la fe deben estar por debajo de las alcanzadas por la razón).
El Tomismo.
Es la metafísica elaborada por el fraile dominicano Tomás de Aquino (Santo Tomás), constituye una etapa
fundamental en el desarrollo de la filosofía Cristiana. Su mérito, reside en la tentativa de conciliar la milenaria
tradición de la iglesia con la exigencia de asignar el valor justo a la racionalidad humana, por medio de tres
argumentos:
Demostrar por vía deductiva algunas verdades importantes (La existencia de Dios, la inmortalidad del alma
humana y sobre todo la creación).
Profundiza (reforma) en la metafísica la distinción entre las nociones de esencia y existencia (La existencia es
el hecho de estar ahí (existir), la esencia expresa la naturaleza de una cosa).
Relaciona la pareja conceptual esencia-existencia con la aristotélica de potencia-acto (Cada cosa solo disfruta
temporalmente de la vida, lo que existe está vivo, pero no es vida, posee existencia pero no lo es).
Cuadrado de los opuestos.
Los lógicos de la edad media enriquecieron el tratamiento aristotélico del silogismo. Observaron que las
premisas de cada razonamiento pueden ser distintas por calidad (afirmativas y negativas) o por cantidad
(universales o particulares). Estos parámetros crean unos enlaces necesarios entre las premisas, que los
lógicos medievales esquematizaron con el diagrama llamado cuadro de los opuestos.