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III C Y D
LA BRECHA DE INFRAESTRUCTURA ES UN FRENO A LA
C) COMPETITIVIDAD Y A LA PRODUCTIVIDAD
1. La dotación de infraestructura en América Latina y el Caribe presenta
grandes deficiencias tanto en cantidad como en calidad y es escasa la
asignación de fondos para mantenimiento. Algunas necesidades son
mayores al tomar en cuenta algunos requisitos mínimos para avanzar
hacia la cobertura universal de las personas que no tienen acceso a
carreteras a menos de 2 km de su hogar.
Se considera que en muchos países de Latinoamérica no hay un buen
financiamiento en los activos de transportes, ya que en muchos de estos
lugares hay una infraestructura en mal estado.
2. Si se utiliza como referencia el criterio de eficiencia, son varios los
beneficios de invertir en infraestructuras y servicios de transporte.
En primer lugar
reducción del tiempo de acceso, de espera y de viaje mediante cambios
en las redes, aumentos de velocidad, de frecuencia, y reducción de la
congestión o de la escasez de infraestructuras.
En segundo lugar
Mejora en la calidad del servicio.
En tercer lugar
Reducción en los costes operativos; y en cuarto lugar, los beneficios por
tráficos desviados y generados por la inversión
2. La composición de la producción de un país influye mucho en la
importancia relativa de los modos de transporte. Cuando en la producción
nacional predominan los graneles sólidos (por ejemplo, carbón, cereales,
minerales, cemento, madera, fertilizantes, alimentos secos como harinas o
azúcar) o líquidos (petróleo, gas natural licuado, aceites, entre otros)
Con respecto a los impactos de desastres de origen natural en la región, los resultados de un
estudio elaborado en 2017 por el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) revelan
que los daños económicos resultantes de ese tipo de eventos entre 1960 y 2016 han superado los
212.000 millones de dólares, lo que equivale a un promedio del 0,25% del PIB anual regional, es un
hecho ampliamente documentado que América Latina y el Caribe, en general, está por debajo de
las economías avanzadas y de los países emergentes asiáticos en cantidad y calidad de
infraestructura, dos factores asociados a la persistencia de barreras para alcanzar mayores niveles
de resiliencia
Como ultima instancia la capacidad actual de respuesta de la infraestructura a eventos adversos
está vinculada a las decisiones de política tomadas en el pasado. Un ejemplo emblemático es la
distribución modal desigual del transporte en América Latina y el Caribe, sumamente concentrada
en el modo carretera y responsable de generar externalidades negativas significativas, como la alta
congestión y el elevado volumen de emisiones de gases de efecto invernadero. Además de tener
implicaciones directas sobre la resiliencia del sistema de transporte, la concentración modal
contribuye al aumento de los estreses que pueden afectar a la misma infraestructura en el futuro
En América Latina y el Caribe, todos los factores mencionados pueden contribuir a la baja
capacidad de respuesta de los servicios de infraestructura a una variedad de choques y
perturbaciones de origen natural, tecnológico o socioeconómico.
• La resiliencia de las cadenas globales de valor
En las discusiones sobre la resiliencia de las cadenas de valor, ya que los servicios logísticos
en que estas se basan se prestan sobre las redes de transporte y dependen de otras
infraestructuras económicas, como la provisión de energía y los servicios de
telecomunicaciones. El debate acerca de este tema ha ganado relevancia en los últimos años
debido a la proliferación de cadenas de valor de dimensión global.
La encuesta de 2018 indica que las principales causas de disrupciones enfrentadas por las
organizaciones habían sido, en el siguiente orden: interrupciones de las tecnologías de la
información y las comunicaciones (TIC), condiciones meteorológicas adversas, ciberataques y
violaciones de datos, pérdida de talentos y habilidades, y disrupciones en las redes de
transporte. Entre las principales consecuencias de las disrupciones evaluadas se han
reportado impactos financieros, logísticos y de reputación.
CONCLUSIÓN 3
LA RESILIENCIA DE LA INFRAESTRUCTURA EN AMÉRICA LATINA Y
EL CARIBE
En conclusión la resiliencia como “la capacidad que tiene un sistema, una comunidad o una sociedad expuestos
a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse, transformarse y recuperarse de sus efectos de manera
oportuna y eficiente, en particular mediante la preservación y la restauración de sus estructuras y funciones
básicas por conducto de la gestión de riesgos”.
No obstante, América Latina y el Caribe están por debajo de las economías avanzadas y de los países
emergentes asiáticos en cantidad y calidad de infraestructura, dos factores asociados a la persistencia de
barreras para alcanzar mayores niveles de resiliencia, lo que trae como consecuencia la multiplicación de
peligros y el aumento de la gravedad de un evento.