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Emocionales:

Físicos:
•Inquietud.
Sudoración excesiva, especialmente en las
•Estado de nerviosismo.
manos.
•Miedo o pánico.
•Pies manos fríos.
•Angustia.
•Tensión muscular, generalmente en la espalda y
•Ganas de llorar.
el cuello (contracturas).
•Cambios de humor.
•Alteración de la respiración.
•Irritabilidad.
•Hormigueo en el estómago.
•Preocupación desproporcionada.
•Calambres intestinales.
•Ansiedad.
•Diarrea o estreñimiento.
•Depresión.
•Náuseas.
•Deseos de gritar.
•Palpitaciones.
•Agresividad.
•Aumento de la frecuencia cardiaca.
•Incremento de la tensión arterial.
•Dolores de cabeza de tipo migrañoso.
•Opresión en el pecho.
•Dificultad para tragar.
•Sequedad de boca.
•Aparición de llagas en la mucosa oral.
•Temblor.
•Ausencia o aumento del apetito.
•Cansancio.
Conductuales:
•No parar de moverse.
•Risa nerviosa.
•Llanto.
•Irritabilidad.
•Aparición de tics nerviosos.
•Trastornos en la actividad sexual, como
ausencia del deseo sexual.
•Alteraciones del sueño (insomnio o dormir
en exceso).
•Necesidad de comer compulsivamente o Cognitivos:
pérdida del apetito. •Dificultad para concentrarse.
•Comer en exceso o dejar de hacerlo. •Alteraciones de la memoria.
•Beber o fumar más de lo que se hace •No ser capaz de tomar decisiones.
habitualmente. •Pensamientos repetitivos.
•Ideas catastróficas.
•Lentitud en el desarrollo del pensamiento
lógico.
•Sensación de verse superado por la
situación.
•Sensación de fracaso.
•Necesidad de que suceda algo que acabe
de un plumazo con la situación.

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