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LA REPRESENTACIÓN HEREDITARIA

LEGADOS Y ALBACEA
EL LEGADO
Al tratar el tema de los legados, se remite a un aspecto singular y específico del derecho testamentario, que no
puede ser, necesariamente considerado dentro de esa concepción, ya que significa la determinación de un bien
concretamente identificado, para ser asignado en beneficio de una persona, específicamente determinada
también, a la cual ya no se le va a llamar heredero sino “legatario”.

El tratadista Federico Puig Peña define al legado como “aquella disposición testamentaria por cuya virtud el
causante asigna una ventaja económica de carácter particular a aquel o aquellos a quienes desea
beneficiar en una estimación individual de la persona o sus circunstancias.” De este concepto puede
deducirse que el legado debe ser mediante una disposición testamentaria, con el objeto de beneficiar a
determinada persona asignándole una parte de su patrimonio.
El jurisconsulto Roberto Ortiz, señala: “El legado consiste en la transmisión gratuita y a título particular hecha por
el testador, de un bien determinado o susceptible de determinarse, a favor de una persona y a cargo de la
herencia, de un heredero o de otro legatario, cuyo dominio y posesión se transmite en el momento de la muerte
del testador”.
La característica principal del legado es la transmisión a título particular que se hace de determinados bienes de la
masa hereditaria, tal como indica el letrado Jorge Mario Magallón Ibarra “Legado se llama a toda disposición
que no atribuye la cualidad de heredero, o sea, a toda disposición a título particular, cualquiera que sea su
contenido, que constituya una disminución de la herencia, una disposición con cargo al heredero o a un
tercero, una liberalidad, un lucro para el favorecido, o también una carga…
Legatario: Es la persona a quien se da algo por testamento, aun sin instituirlo como heredero. (No existe dentro
de la sucesión intestada) (1003 CC)

ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Se analiza lingüísticamente la palabra legado, como expone el escritor Vladimir Osman Aguilar Guerra: “La palabra
legado viene del latín alege, que quiere decir “Todo lo dispuesto en el testamento”, ampliando el tema, el jurista
Federico Puig Peña manifiesta: “Legado viene de lege, ley, ordenación del testador que hay que respetar junto a la
institución universal de heredero.

Delineada ya la significación jurídica del legado se va desarrollando a través de cuatro modalidades que se
distinguen, por el rigorismo de sus fórmulas.
La primera es el legatum per vindicationem, la modalidad más importante del Derecho romano. Era un legado de
propiedad. De este legado era una especialidad el per praeveptionem llamado así porque tenía lugar por la palabra
praecipere y que se usaba en los supuestos de pre legados, facultándolo para tomar la cosa legada antes de
proceder a la distribución del caudal hereditario con los otros coherederos”.
Los autores Córdova, Solari y otros indican que “el origen de la palabra “legado”, se encuentra en la Ley de las XII
Tablas y en los códigos más antiguos. En las Partidas, en cambio, se empleaba la palabra “manda”, que significaba
una orden o encargo del causante a sus herederos para después del fallecimiento.…” Siguiendo con la línea de la
Ley de las XII Tablas, el tratadista Biondo Biondi argumenta: “El legado estaba muy difundido en la práctica, en sus
muchas aplicaciones en el mundo romano, ello justifica los estudios amplios y minuciosos que encontramos
respecto a él en la jurisprudencia romana…el concepto general de legado no es originario, sino que es el resultado
de un proceso de abstracción progresiva, que no puede suponerse en la época primitiva. Partiendo de la facultad
de legare atribuida por las XII Tablas se va Córdova, Solari y otros. Reconociendo gradualmente la posibilidad de
incluir en el testamento, concretas disposiciones de carácter patrimonial, individuadas no por elementos comunes y
constantes, sino por vía negativa por la neta separación respecto de la heredis instituto de la manumissio y de la
datio tutoris.” Refiriéndose al origen geográfico del legado en contraposición con la herencia, el escritor Ricardo
Ravinovich– Berkam estima que “la institución de heredero es esencialmente romana, el legado, no.
Por el contrario, en infinidad de formas distintas, pero sustancialmente análogas, aparece en la mayoría de las
culturas, y puede sin temor considerárselo una de las instituciones más difundidas en tiempo y espacio de toda la
historia. Poseemos sobradas evidencias de su empleo en la más remota prehistoria y en civilizaciones muy
básicas, y hoy, en el siglo XXI, se lo sigue usando. De hecho, es la verdadera razón por la que aún sobrevive el
testamento.” En cuanto al origen, continúa relacionando Ravinovich–Berkam, “la institución de heredero tuvo origen
político – religioso. El legado, no.
Siempre fue una institución económica, una de las formas del “don” estudiado por Marcel Mauss. Para los romanos
fue una causa general de adquisición de derechos diversos, por razón de muerte. Como la institución de heredero
era antiguamente un acto político, el designado podía llegar a quedar privado de un patrimonio, situación que
persistía en el Principado, a pesar de haber desaparecido el sentido arcaico del testamento.
Para distribuir el patrimonio se empleaban los legados.” Según lo estudiado, el legado surge de la Ley de las XII
Tablas o Ley de igualdad romana, la cual fue una compilación de normas que regulaban la convivencia del pueblo.
Biondi, Biondo, Ravinovich–Berkam, Ricardo D. En esta norma se establecía entre otros, el tema de las sucesiones
haciendo referencia a la sucesión testada e intestada.
En esta norma se establecía entre otros, el tema de las sucesiones haciendo referencia a la sucesión testada e
intestada. Gradualmente se fue reconociendo la facultad del testador de incluir en el testamento algunos bienes que no
formarían parte de la herencia en general sino serían destinados a determinada persona. En la actualidad tiene una
extrema importancia, sobre todo por las cargas hereditarias de los cuales se exenta a quien se le transmite un bien por
legado; por las circunstancias que el testador considere necesarias. Se considera que el legado tiene un origen histórico
muy antiguo, incluso desde que el hombre empezó a existir y se dio cuenta que al morir otra persona dejaba sin dueño
los “bienes” que había poseído durante su existencia, si le sobrevivía la familia, ellos tendrían derecho a gozar de los
mismos, de lo contrario se podía adquirir la “propiedad” de determinada cosa por el simple hecho del fallecimiento de la
persona.
Disposiciones generales del legado:
• Si toda la herencia se distribuye en legados, se prorratearán las deudas, en proporción al valor de sus respectivos
legados. (1004, 921 CC)
• Los legados sobre pensión alimenticia o una renta vitalicia, comienzan a correr desde el día de la muerte del testador y
sólo serán exigibles sobre el legado (hasta donde este alcance). (1011 CC)
• El pago del legado corresponde al designado para tal efecto, en dado caso no haya, cada uno debe hacerlo en
proporción a la parte que le haya correspondido. (1012 CC). Si la cosa legada estuviere gravada, tal gravamen
recaerá sobre el legatario. (1016, 921 CC)
• Los gastos necesarios para la entrega del legado, serán a cargo de la herencia. (1015 CC) Ej. Ir a dejar vehículo
a Petén.
• Si el legatario muere antes que el testador, no adquiere derecho alguno al legado, ni lo transmite a sus
herederos (no aplica la representación hereditaria), a no ser que el testador así lo disponga.
• No hay derecho de acrecer entre los legatarios, a menos que lo establezca el testador. (1022, 1077 CC)
• Distribuida en legados toda la herencia, el heredero instituido (Dentro del testamento, sin bienes, por que
dispuso de ellos el testador), si lo hubiere, tendrá derecho a la cuarta parte de la herencia que se deducirá a
prorrata de los legados. “Cuarta Falsidia”

CARACTERÍSTICAS
Derivado de las definiciones de legado, se establecen las principales características, a lo cual el legista Rafael
Rojina Villegas considera las siguientes:
Primera. El legado implica siempre una disposición a título particular; por consiguiente, el legatario adquiere cosa
determinada o determinable…
Segunda. El legado implica siempre una trasmisión (sic) liberal, es decir, a título gratuito…
Tercera. Los legados se instituyen siempre por testamento…
Cuarta. Finalmente, todo legado implica la trasmisión (sic) de un bien determinado o determinable que puede
consistir en una cosa, o en un servicio a cargo de un heredero o de otro legatario, o de la masa de la herencia

Se concuerda con las características mencionadas ya que, en el caso de la herencia se dispone de la totalidad de
los bienes, derechos y obligaciones; en el legado el beneficiario queda libre de responder de las cargas
hereditarias, y la ley no establece un orden de legación. El licenciado Federico Puig Peña, enumera las siguientes
características:
“1) El legado es, ante todo, una disposición testamentaria…
2) El legado lleva normalmente consigo el deseo de beneficiar a un tercero. ..
3) El legado supone, en una técnica normal sucesoria, una atribución de bienes de la herencia a título singular…”

El letrado Jorge Mario Magallón Ibarra considera como características del legado las siguientes:

1. Es una disposición a título particular;


2. Constituye una liberalidad a título gratuito;
3. Es instituida siempre por testamento y
4. Implica la transmisión de un bien determinable…

” Las características del legado son los supuestos que se deben cumplir para que nazca la figura del legado como
tal. Los distintos autores citados coinciden en la mayoría de dichos supuestos los cuales son:
• Es una disposición testamentaria. Ante todo el legado debe establecerse mediante testamento, ya que en
ninguna legislación se establece un orden sucesorio refiriéndose a legados. 2
• Es a título particular y gratuito. Estos supuestos se dan con el afán de beneficiar a una persona, puesto que por
medio del legado se le entregan únicamente Puig Peña, Federico, , eximiéndolo de responder de las cargas
hereditarias, las cuales corresponden a los herederos.
• Implica la transmisión de un determinado bien. En el legado se transmite determinado bien nunca la generalidad
o universalidad de los bienes y derechos del causante. De esta cuenta se determina que no podría darse el
supuesto del legado si no se cumpliera con alguna de las características anteriormente mencionadas, y es aquí
donde radica la importancia que dichas características se plasmen en la legislación, para poder encuadrar con
certeza el supuesto jurídico del legado
SUJETOS DEL LEGADO
El legado es una disposición testamentaria, por medio de la cual se dispone de determinado bien o bienes, los
cuales deben ser entregados a determinada persona con el fin de beneficiarla, no ostentando un titulo lucrativo,
sino más bien una institución testamentaria. Para poder existir el legado deben concurrir ciertos elementos
personales o sujetos, los cuales ejecuten la disposición testamentaria, entreguen y reciban el legado,
respectivamente

• Disponente “El disponente: Normalmente se trata del testador quien ordena el legado y que debe gozar de la
capacidad general para testar y tener poder de disposición de los bienes de que dispone, salvando el legado de
cosa ajena.”
• Gravado “El gravado: Será la persona a quien el testador imponga la obligación de hacer efectivo el legado,
normalmente, será el heredero, que el sucesor a quien la ley impone la prestación del legado, salvando la
voluntad contraria del testador. Cuando existan varios herederos, el testador puede gravar a un heredero en
particular, quien será el único responsable de la efectividad del legado.”
• Legatario “Es el beneficiario de la atribución a título particular. Debe cumplir determinadas condiciones para la
efectividad del legado. Para ser legatario se requiere la misma capacidad que la ley exige para ser heredero.”
CLASES DE LEGADOS
Para el adecuado estudio del legado, este se divide en diversas clases, siendo las generalidades los legados de
cosas corporales y los legados de cosas incorporales, ambos con sus respectivas subclases. Se detallarán a
continuación cada uno de ellos

• Por su forma o modo; Legado puro y simple Quizás sea este el tipo de legado más simple y a la vez más eficaz
y de pronta aplicación, ya que para obtenerlo no se impone ninguna condición al legatario, ni es necesario
esperar un momento determinado para poder tomar posesión de él. Señala el legista Rafael Rojina Villegas: “Son
aquellos en los que no se establece ningún término, condición, carga o modo.” Lo anterior es complementado
por el escritor Diego Espín Cánovas quien estima: “El legatario adquiere derecho a los legados puros y simples
desde la muerte del testador y lo transmite a sus herederos.
• Legado sujeto a término; Al contrario de los legados puros y simples en que el legatario adquiere el derecho al
legado en el momento de la muerte del causante, en el legado sujeto a término se fija un día en el cual iniciará o
cesará de tener efecto el legado. Como argumenta el letrado Diego Espín Cánovas: “Legado a término: Será
válida la designación de día o de tiempo en que haya de comenzar o cesar el efecto de la institución de heredero
o del legado…
• Legado condicional; Al igual que en el legado sujeto a término, el legado condicional empieza o deja de surtir
efectos en determinado momento, el cual en este caso no es un plazo fijado, sino el cumplimiento de una
condición establecida en el testamento. Según el autor Diego Espín Cánovas: “Las disposiciones testamentarias,
tanto a título universal como particular, podrán hacerse bajo condición.”82 En el caso de los legados
condicionales según el legista Rafael Rojina Villegas “dependen de un acontecimiento futuro e incierto, de cuya
realización nacerá el derecho del legatario o habrá de extinguirse.”
• Legado alternativo; El jurisconsulto Vladimir Aguilar Guerra proporciona la siguiente definición de legados
alternativos, al efecto conceptualiza: “Son aquellos en que se legan varias cosas o prestaciones de forma
alternativa, por lo que el gravado cumple entregando solo una de ellas. En todo caso, deberá considerarse como
deudor al heredero, salvo disposición en contario del testador y, por tanto, el será quien deba realizar la elección
pero limitada a las cosas alternativamente legadas”

• Legado de cosa ajena; Aún cuando parezca una contradicción permitir al causante disponer por testamento de
cosas que no son suyas, es decir, establecer un legado de cosa ajena, se admite esta posibilidad siempre que el
testador sea consciente de esta situación, porque este tipo de legados establece una obligación a cargo del
heredero de adquirir la cosa legada para hacer entrega de ella al legatario.
• Legado de cosa gravada; Puede darse el caso que el bien que se haya dejado legado se encuentre gravado, en
este caso la doctrina plantea dos teorías, dependiendo del tipo de gravamen. La primera está expuesta por el
letrado Vladimir Aguilar Guerra, quien estima lo siguiente: “Si la cosa legada estuviere gravada con una pensión,
servidumbre u otra carga inherente al finado, tal gravamen recaerá sobre el legatario. Por consiguiente, el
legatario debe recibir la cosa con el gravamen, no pudiendo exigir de los herederos o sucesores universales que
extingan el derecho real que pesa sobre ella. Pero debe advertirse que la obligación debe ser pagada por el
heredero, si se trata de una deuda del testador”. En esta teoría se considera que el legatario es quien debe
hacerse cargo del gravamen, siempre y cuando esta no sea una deuda del testador, ya que en este caso
necesariamente recaería en el heredero.
• Legado de universalidad; El autor Vladimir Aguilar Guerra argumenta: “En el legado de cosa universal, el objeto
es una pluralidad de cosas que por su destino común reciben la denominación de únicas. En cierto modo es un
cuerpo separado de bienes”.
En el legado de universalidad se legan varias cosas que conforman un bien, y se entiende que el objeto de este
legado es la totalidad del patrimonio heredado. Se estima que por su generalidad y amplitud ninguna legislación
hace alusión a esta clase de legado. Para hacer más entendible este tipo de legado podemos mencionar como
ejemplo de legado de universalidad el siguiente: “Mi biblioteca se transmite mediante legado a Juan Pérez” Siendo
en este la pluralidad de cosas los libros, pero por estar en una biblioteca, adquieren el calificativo de únicas.
• Legados genéricos; Legado de cosa genérica Al contrario del legado de cosa cierta y determinada, en el legado
de género no se especifica concretamente cuál es el bien objeto del legado, sino se determina que el bien
pertenece a algún género. El legista Biondo Biondi conceptualiza: “Es el legado cuyo objeto no está
individualizado en una species, sino comprendido en una categoría determinada (genus).”
• Legado de cantidad; En el legado de cantidad no se lega un bien específico sino una cantidad de dinero o un
número específico. El jurista Rafael Rojina Villegas relaciona: “Se refiere al legado en dinero, de una especie
determinada: cantidad de dinero.” Y de conformidad con la doctrina a este tipo de legado le corresponden
también los intereses que dicha cantidad de dinero pueda generar.
• Legado de elección; Tal como indica el legista Vladimir Aguilar Guerra: “se puede considerar este legado como
una subespecie del legado alternativo. Así que cuando la facultad de elección sea entre varias prestaciones
alternativas habiendo sido expresamente atribuida al acreedor o legatario, estaremos en presencia del legado de
opción. En esta categoría de legados se concede el derecho de elegir la cosa objeto del legado. La elección
puede corresponder al legatario o al gravado con el legado. Corresponde generalmente la elección al heredero,
cuando el testador no la concede expresamente al legatario”
• Legados de cosas incorporales; Por definición las cosas incorporales son aquellas que solo pueden ser
percibidas a través del intelecto, mismas que deben ser determinadas y valoradas económicamente
• Legado de créditos; Entre los legados de cosas incorporales se encuentra el legado de créditos. El licenciado
Vladimir Aguilar Guerra argumenta: “Pueden ser objeto de legado los créditos que el testador tenga contra un
tercero; aquí se produce un cambio subjetivo de acreedor, realizado por causa de muerte, puesto que el legatario
sub entra en la posición jurídica que ostentaba el causante. Por consiguiente, este tipo de legado supone que el
testador deja al legatario un crédito que le correspondía a él contra un tercero. El crédito se considera que puede
ser de cualquier clase, si bien ha de ser transmisible. Por tanto, la palabra crédito no ha de tomarse en un sentido
exclusivamente bancario, sino como derecho a percibir cantidad adeudadas. El legado de un crédito comprende
todas las acciones y derechos del testador en el momento de su muerte.
• Legado de liberación o de perdón; Este legado consiste en una liberación o perdón que el testador hace de
una deuda que el legatario tenía con él, sin embargo no extingue solamente créditos, puede referirse también a
la liberación de algún derecho real. A este respecto el escritor Santiago C. Fassi relaciona: “El legado de
liberación se da cuando tiene por objeto extinguir el crédito o créditos que el testador tenía contra el legatario,
cualquiera que sea la causa. Es también legado de liberación cuando extingue un derecho real sobre cosa del
legatario, como ser una servidumbre, un derecho de uso o habitación o un usufructo, o extingue un derecho real
de garantía, como ser una prenda o una hipoteca
• Legado de deuda; Puede darse el caso que el testador posea una deuda con algún acreedor y para el pago de
la misma se legue un bien, el jurisconsulto Federico Puig Peña manifiesta: “Se entiende por tal el legado que
hace el causante a un acreedor suyo, declarando expresamente que le lega lo que le debe…” Sin embargo no
necesariamente el legado que se deja a un acreedor debe entenderse para el pago de la deuda, puede que éste
sea independiente de aquella, al efecto el autor Diego Espín Cánovas argumenta: “El testador puede dejar un
legado a su acreedor, en cuyo caso hay que saber si se imputa el legado al pago del crédito o no…
1. El legado hecho a un acreedor no se imputará en pago de su crédito, a no ser que el testador lo declare
expresamente…

2. Si el testador ordena que se impute el legado en pago del crédito, el acreedor tendrá derecho a cobrar el exceso
del crédito o del legado
• Legado de pensión periódica; El tratadista Vladimir Aguilar Guerra define: “Consiste en la atribución al legatario
del derecho a obtener, periódicamente, unas determinadas prestaciones, consistentes por regla general, en
cantidades de dinero. La duración del legado puede ser por tiempo determinado o durante la vida del legatario.
Como regla general hay que decir que aunque hay prestaciones periódicas, no existen tantos legados como
prestaciones, si no un único legado, del que son una manifestación las diferentes rentas o pensiones.
• Legado de alimentos y educación; Para el escritor Vladimir Aguilar Guerra el legado de alimentos y educación
“consiste en legar una cantidad a fin de proporcionar al legatario los medios para su subsistencia y educación. El
testador puede fijar una cantidad, de modo que ésta es la que se debe, independientemente de que sea o no
suficiente o, incluso, necesario, para la subsistencia y educación del legatario. O puede legar lo que sea
necesario para esta subsistencia; en este caso deberá adaptarse en cada momento la cantidad a pagar a las
necesidades del legatario. Por lo tanto, este tipo de legado se traduce en el pago de una suma de dinero a favor
del legatario que puede exigir al gravado con el legado”.
• Legado remuneratorio; El jurista Rafael Rojina Villegas lo define de la siguiente manera: “Son aquéllos que
hace el testador en compensación de un servicio que ha recibido del legatario, que no implica una obligación civil
exigible, sino un deber en carácter moral.” 165 Lo que lo convierte en un legado de cosas incorporales es que no
tiene que consistir en una cosa específica, tal como indica el licenciado Santiago C. Fassi “El legado
remuneratorio no se distingue por el objeto legado, que puede ser una cosa cierta, una especie, una cantidad de
cosas o de dinero, la prestación de un hecho, etc. Se tipifica por el sujeto favorecido, que deberá tener una
relación jurídica preexistente, de carácter patrimonial, con el testador, el cual se consideraba obligado por un
servicio y fue en virtud de esa obligación que se motivó su voluntad.”
ACEPTACIÓN Y RENUNCIA DE LA HERENCIA
Expresa: Manifestándolo al Juez o Notario o pidiéndole posesión del bien o usando del título o de la calidad del
heredero en instrumento público. (1027 CC)
Tácita: Entrando en posesión de la herencia o practicando otros actos (se fue a vivir a la casa) para los cuales no
tendría derecho sin ser heredero. (1028 CC)
La aceptación no puede hacerse condicional ni parcialmente.
Término para aceptar la herencia: (1031 CC)

6 meses contados a partir de la muerte del testador, si el heredero se encuentra en el territorio de la república.
1 año, si el heredero se encuentra fuera de la república.
Si luego de dichos términos no se presenta nadie a reclamar la herencia, la misma se declarará vacante,
arreglándose a las prescripciones del Código Procesal Civil (481 CPCYM), de 10 años, a partir del Auto de
declaratoria de herederos.
Término para renunciar a la herencia: (1034 CC)
6 meses, contados a partir de la muerte del testador, si el heredero se encuentra en el territorio de la república.

1 año, si el heredero se encuentra fuera de la república.


La renuncia debe ser expresa y hacerse por escrito ante el juez o por medio de escritura pública. Existen 3
posibilidades:
• Civil: ante juez o escritura pública.

• Notarial: Acta Notarial


• Práctica: Escritura Pública y Acta Notarial.
Si el heredero renuncia en perjuicio de sus acreedores, pueden éstos, siempre que sus créditos fueren anteriores a
la renuncia, pedir al juez que los autorice para aceptar en nombre de aquel. “Acción oblicua, indirecta ó
subrogatoria” (1038 CC)

• Interés en la aceptación o renuncia de la herencia: pasados 9 días de la apertura de ésta, podrá solicitársele al
juez que fije un plazo que no exceda de 30 días, para que dentro de él haga su declaración, bajo apercibimiento
de que si no lo hace se tendrá la herencia aceptada. (1039 CC)
ALBACEA
Es la persona a quien el testador encarga el cumplimiento de su voluntad. Doctrinariamente se le conoce
como Alguasil ó Alwassi y dentro de sus características se encuentran:
1. es un cargo testamentario por cuanto que es nombrado o instituido únicamente por el testador.
Art. 1041 CC. Sin embargo, conforme a nuestra ley puede ser nombrado el albacea judicialmente art 1043 CC. o
bien recaer en la persona de un heredero art. 1045 CC. También puede ser ejercido el cargo de albacea por más
de una persona. Art 1047 CC.
2. es personalísimo y voluntario. por cuanto que se basa en la confianza puesta por el testador sobre la persona
que nombra, su ejecución es personalísima; la aceptación del cargo de albacea es esencialmente voluntario, sin
embargo, una vez aceptado el cargo, no se puede renunciar a él sin que medie justa causa. art. 1049 CC.

3. conlleva la representación judicial de la sucesión. Art. 1054. CC. El albacea por ser nombrado tiene la
representación legal de la sucesión para demandar y responder en juicio.
Es el representante judicial de la sucesión para demandar y responder en juicio.
4. es un cargo de carácter temporal. El ejercicio del cargo de albacea se debe desarrollar dentro del plazo que fija el
testador o subsidiariamente dentro de un año como lo establece nuestra ley, plazo que podrá ampliarse dependiendo si
las circunstancias lo hacen aconsejable a juicio de un juez. Art. 1058, 1059, 1060 CC.
1058. El testador puede fijar el plazo para el albacea y si no se señala plazo, el plazo es de un año.
1059. Si señalo el testador se fijan 6 meses si no se da un plazo de un año o prorroga por el juez. 1060. El plazo no
puede exceder de un año.
5. conlleva la rendición de cuentas de la gestión. El que ejercite el cargo de albacea; por imperativo legal, ha de rendir
cuentas de su gestión inmediatamente después de haberla ejercido.
Art. 1061. CC. El albacea está obligado a rendir cuentas y hacer inventario.
6. es un cargo remunerado. (Recibe estipendio, honorarios, sueldo) el ejercicio del cargo de albacea conlleva para este el
derecho de cobrar honorarios por sus servicios. Art. 1062 y 1063 CC.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El término albacea proviene de las palabras árabes al waci que significan ejecutor.
Según el autor Carrizosa Pardo: “Donde tuvo mayor relevancia fue en el derecho canónico debido al interés que
prevalecía en la iglesia de velar por la materialización de las disposiciones del causante, especialmente cuando
fueren de beneficio o piadosas.”
En el derecho consuetudinario francés, también se desarrolló ampliamente tal institución, siendo recogida
posteriormente por el código francés y asimismo por muchas legislaciones latinas a imitación de estos. Existe
polémica en relación al origen de esta institución pero en contraposición a algunos autores, se ha logrado
establecer que no es propiamente institución romana, Carrizosa Pardo, Hernando.
Derecho sucesorio. Aunque en la práctica de derecho romano se encuentran brotes de ella que sirvieron para su
formación, por ejemplo, el fiduciario que era persona en cuya fe descansaba el testador para que cumpliera sus
disposiciones.

Dos modalidades presentan el albaceazgo a través de la historia según el citado autor: a) “En las legislaciones
latinas y germanas constituye una institución secundaria sujeta o subordinada a la voluntad del testador, que puede
o no existir en la sucesión testamentaria, sin que ello incida en la administración, liquidación y repartición de la
masa hereditaria; y b) En las legislaciones anglosajonas, si es una institución esencial, pues éstas adoptan como
régimen la existencia del albacea para que éste ejecute las disposiciones del causante siendo su función propia
liquidar la herencia y sin cuya participación no podrá efectuarse.”
En cuanto a la legislación se refiere, desde el año de 1877 cuando se promulgó el primer Código Civil a la presente
fecha, se ha legislado sobre tal institución pero no con el carácter de esencial sino secundario, sujeto a la voluntad
del testador.
Siendo ésta una institución de derecho, es lógico suponer que no es estática sino que ha sufrido 20 cambios a
través de la historia, dándose especialmente tales modificaciones en los siguientes aspectos: a) Plazo: Según el
Artículo 914 del Código Civil de 1877 el plazo de dicho cargo expiraba en un año a partir de la muerte del testador
aunque las disposiciones todavía no estuvieren ejecutadas no pudiendo prorrogarse ni por el testador en el
mismo acto de otorgamiento, ni por el juez. Esto hace suponer que el año era el término máximo del cargo, pero
que podía finalizar antes por la remoción o cumplimiento de las disposiciones estipuladas por el causante antes
del período de vencimiento. Pero esta deficiencia fue contrarrestada cuando en el mismo Código se otorgaba la
facultad al juez de nombrar un nuevo albacea, únicamente a solicitud de los herederos cuando faltaba el que
había nombrado el testador.
Esta modalidad en cuanto al plazo persistió hasta la promulgación del vigente Código que lo convirtió en
prorrogable tomando en cuenta las circunstancias especiales de cada proceso de sucesión testamentaria. b)
Facultad de vender bienes: En la promulgación del primer Código Civil no se contemplaba esta facultad en el
ejercicio del albaceazgo, lo cual pone de manifiesto que el albacea actuaba dentro de un marco muy restringido
en cuanto a facultades se refiere.
No fue sino hasta la promulgación del Código de 1933 cuando se otorgó tal facultad bajo el supuesto que si en la
herencia no hubiere dinero suficiente para cubrir deudas y legados, se permitía a éste la venta de bienes para
hacer pago de los mencionados rubros teniendo prioridad los muebles y en su caso no alcanzare, los inmuebles,
pero con intervención de los herederos. Esta facultad se ha mantenido vigente hasta el actual Código. c)
Capacidad para ser albacea: Este es el último aspecto que ha sufrido cambios a través de la historia en la
legislación, pues en la promulgación del primer Código Civil, para optar a la calidad de albacea se necesitaban
reunir cuatro requisitos: a) Haber cumplido dieciocho años de edad; b) Poder legalmente administrar bienes; c) Ser
capaz de adquirir bienes a título de herencia; y d) No estar en actual servicio de las funciones de magistrado, fiscal
o juez, salvo determinadas excepciones.
En 1882 se efectuaron algunas reformas al referido Código y a partir de entonces se exigía que la persona que
optara a dicho cargo debiera tener la edad de veintiún años de edad. Esto tuvo vigencia hasta la promulgación del
Código de 1933, pues nuevamente reguló como requisito de edad los dieciocho años, tomando en cuenta que a
partir de ellos el ciudadano alcanzaba su mayoría de edad, y como consecuencia ya podría adquirir derechos y
contraer obligaciones, disposición que en la actualidad se encuentra vigente.
Palabra originaria del árabe AL-Wasi, que significa ejecutor.
Concepto: según el artículo 1041 del CC, albacea o ejecutor testamentario, es la persona a quien el testador
encarga el cumplimiento de su voluntad.
CARACTERÍSTICAS DEL ALBACEA
a) Es un cargo personalísimo: Según el autor Aguilar Guerra: “No puede ser delegado ni es posible sustituir el
cargo, lo que es natural, pues la designación importa un acto de confianza personal del causante. Ello no impide,
sin embargo, que el albacea pueda dar poderes especiales en relación a los actos que a él le competen, bajo su
responsabilidad personal.”
Creemos que en este sentido el carácter personalísimo del cargo del albacea responde perfectamente a los
principios que informan dicha institución ya que es lógico suponer que no cualquier persona debe desempeñar el
cargo en una sucesión. Su nombramiento proviene de la voluntad del testador y es de pensarse que éste tuvo
razones suficientes y conocedor de sus cualidades para encargarle una cuestión tan delicada como lo es velar por
el cumplimiento de su última voluntad, entonces resultaría irresponsable una legislación que no tomando en
cuenta tal aspecto permitiera la transmisión o sustitución de tal calidad en otra persona, que si el testador no la
nombró sería porque no le conocía o conociéndole no consideró prudente hacerlo.
Ahora bien en cuanto a la delegación u otorgamiento de poderes especiales por parte del albacea a otras
personas, en materia de administración resulta conveniente tal otorgamiento, pues si la masa hereditaria es muy
extensa no cabe duda que el albacea tiene la responsabilidad de cumplir una variedad de actividades y en ese
sentido deberá necesitar de alguien más que lo auxilie, que en este caso serían los mencionados mandatarios que
actuarían bajo la responsabilidad de éste.
b) Es un cargo testamentario: El autor Alfonso Brañas sostiene que: “En la mayoría de legislaciones es facultad
del testador el nombramiento del albacea, lo cual deja suponer que si se desea que en la sucesión hereditaria
exista dicha institución es necesario que se nombre en el otorgamiento del mismo, pues no es permitido que se
nombre en ningún otro documento público y en todo caso se perdería la cualidad de cargo testamentario porque se
originaría de otro documento diferente.” La legislación acepta que el albacea es un cargo testamentario
porque tiene su origen en una designación contenida en testamento, sin embargo, puede ser nombrado
judicialmente en los casos de renuncia, remoción o falta del que estaba nombrado en el instrumento y cuando
hubiere partición de los herederos instituidos, quienes podrán exigir garantía al albacea nombrado o exigirla en su
caso al propio juez. Esto nos aclara el panorama, pues la legislación civil en ningún momento hace perder al
albacea el carácter de testamentario, ya que el nombramiento judicial es subsidiario.

c) Es un cargo voluntario: “El derecho es partidario de que el cargo de albacea debe ser voluntario, pero
complementa que después de aceptado el cargo no puede renunciarse simple y llanamente, sino con justa causa,
a juicio del juez.”
El derecho interno, a este respecto coincide con la doctrina, solo que es un poco deficiente al respecto en el
sentido de que no fija un término para la aceptación del cargo de la persona designada por el testador y esto
puede prestarse para vicios en la correcta institución del albaceazgo ya que lo lógico, sería que los herederos
actuando conjunta o individualmente le hicieran en forma notarial la notificación del cargo en el recaído, y
consecuentemente el nombrado dispusiera de un período prudencial para manifestarse al respecto, sea en forma
expresa o bien tácitamente mediante la ejecución de actos que por sí solos muestren el sentido de aceptación del
cargo, debiendo considerarse asimismo la no aceptación que deberá ser expresa cuando notarialmente lo hace
saber a uno o a todos los herederos dentro de un término legal, y tácitamente cuando dicha persona dejare
transcurrir el término o plazo de que disponía para manifestarse sin haberlo hecho.
d) Es un cargo oneroso: Al respecto Aguilar Guerra establece que: “La legislación extranjera insiste
reiteradamente en que el cargo de albacea debe ser a título gratuito respondiendo al acto de confianza del
testador al encomendar a dicha persona el cumplimiento de su última voluntad, particularmente la legislación
española adopta la gratuidad de dicho cargo.
Sin embargo en la legislación guatemalteca se plasma el carácter oneroso del cargo de albacea al fijar una
especie de arancel en cuanto a la retribución que percibirá por el ejercicio del mismo tomando como base el activo
por él administrado o inventariado, cosa que es justa aunque dicha institución provenga de un acto de confianza,
ya que su ejercicio implica tiempo de dedicación.”
Asimismo al aceptar dicho cargo contrae un sin número de obligaciones con respecto a los herederos del
causante y a su vez permite que éstos o los interesados con mayor derecho puedan exigir a albacea la efectividad
en el desempeño del cargo conforme a los lineamientos legales trazados por el testador.
e) Es temporal: El citado autor sostiene que: “Su encargo debe ejecutarse dentro del plazo que fija el testador o
subsidiariamente la ley.” Tal y como lo exponemos en el apartado que se refiere al plazo del albaceazgo.
f) Es un cargo de interés social o público: Según Cabanellas: “Esto deviene de una teoría moderna que ha
tenido en cuenta el instinto social que priva en el derecho civil y configura al albaceazgo como un verdadero
oficio, sin complejo de funciones, que no protege intereses propios sino ajenos o sea de aquellas personas que
ya no existen físicamente para poder velar por el cumplimiento o efectividad de sus disposiciones al ejecutar el
testamento, siendo por lo tanto su actividad de interés social o público y el bien jurídicamente tutelado es el
patrimonio del causante.”
g) Es un cargo secundario: En doctrina no se hace referencia de este carácter del albaceazgo, pues ella varía
de un derecho a otro, pero como este trabajo es una aportación a nivel de derecho interno se hace indispensable
adherir a las anteriores características la presente, que encuentra un eco en el hecho de que puede o no puede
existir en la tramitación de un proceso testamentario, sin que ello afecte el fondo o eficacia de un proceso de tal
naturaleza.
Fundamentando lo anterior nos remitimos al Artículo 1045 del Código Civil que regula: “Incumbe a los herederos
cumplir la voluntad del testador cuando éste no hubiere nombrado albacea.” Ello inmediatamente nos otorga la
idea que dicha institución si bien es importante, no es indispensable en existencia ya que su función en caso de no
materializarse su nombramiento, estará a cargo de los herederos quienes mancomunadamente adquieren la
responsabilidad que corresponde al citado cargo.

CLASES DE ALBACEA
De conformidad con la doctrina y la legislación podemos distinguir las siguientes clases:
 Universales: “Son aquellos que tienen por encargo el cumplimiento de todas las disposiciones testamentarias.”
Regularmente en la práctica la totalidad de albaceas son de esta clase ya que cuando son nombrados en
testamento el otorgante solo identifica a la persona que desempeñará el cargo otorgándole algunas facultades que
son complementadas con el citado Código; y por otro lado cuando su nombramiento es de origen judicial le
adjudican las facultades contenidas en el Artículo 1050 del referido Código de cuyo texto se deduce la
universalidad del cargo.
 Especiales: “Son aquellos que tienen una función determinada por disposición expresa del testador para cumplir
una cierta disposición testamentaria como por ejemplo: Hacer entrega de un bien a un legatario.” Según el autor
Aguilar Guerra: “Escasamente se da este tipo de albacea en el derecho interno pues no siendo imprescindible
dicha institución en los procesos sucesorios testamentarios, cuando se hace uso de ella generalmente es a título
universal.”
Como nos podemos dar cuenta de la anterior exposición, estas dos primeras clases de albaceas dependen de un
denominador común como lo es la extensión de las facultades que el causante haya otorgado a la persona que
habrá que desempeñar el cargo.
 Testamentarios: Según Manuel Ossorio: “Son aquellos nombrados para desempeñar el cargo en el mismo
documento donde consta el testamento, lógicamente designados por el otorgante. En casi todas las legislaciones
el cargo de albacea proviene de un testamento, quizá debido a los principios que informan a la institución como:
Confianza, imparcialidad y utilidad; y en ese sentido su fuente es más sólida pues es de suponer que el otorgante
nombraría para este cargo a alguien que conoce por sus cualidades personales o técnicas.
 Legítimos: El fundamento legal de esta clase de albacea lo encontramos en el Artículo 1045 del mencionado
Código, el cual establece que: “Incumbe a los herederos cumplir la voluntad del testador cuando éste no hubiere
nombrado albacea.” Es decir que al no haber nombramiento de albacea a los herederos del testador les
corresponde ejecutar las disposiciones de última voluntad del causante.
 Judiciales: “Son aquellos designados en determinados supuestos por un juez de primera instancia a solicitud de
los herederos.” Según Aguilar Guerra: “Esta clase de albacea es dependiente, no existe por sí misma, pues para
que se materialice debe darse el supuesto que habiéndose nombrado albacea por el testador, éste no pueda
cumplir su función que se le encomendó por cualquier circunstancia.” El citado Código establece que se nombrará
albacea judicial sólo en los casos de renuncia, remoción o falta del que estaba nombrado en el testamento, cuando
así lo pidieren los herederos instituidos
 Únicos: Este se da cuando el testador encarga las disposiciones de su última voluntad a una sola persona.
Generalmente este es el tipo de albacea que se materializa en la legislación.

 Múltiples: Este se presenta cuando el testador encarga sus disposiciones de última voluntad a dos o más
personas. Este es el lado opuesto a la anterior clase de albacea pues el causante aquí se supone que casualmente
encontró dos o más personas con cualidades análogas en las que puede confiar la ejecución de su deseo. Es
importante señalar que este tipo de albaceazgo múltiple puede manifestarse en tres formas distintas según como
se ejerza siendo estas las siguientes:
1. “Mancomunado: Son aquellos que se designan por el testador, para que obren de común acuerdo y en
consecuencia, no puedan actuar en forma separada y será necesario el consentimiento de todos para la ejecución
de actos de dominio o de administración, siendo por lo tanto nulo si faltare este consentimiento;
2. Sucesivos: Son aquellos que el testador designa para que desempeñen el cargo en el orden que se
indica en el testamento, bien sea por muerte de alguno de ellos, por remoción o renuncia del cargo, o bien
porque cada una de las personas nombradas ejercerá ciertas actividades en la secuela del proceso pero en
orden sucesivo y continuo en relación con los demás; y
3. Solidarios: Son aquellos en los que todo asunto que cualquiera de los albaceas acuerde para cumplir la
voluntad del testador es, en principio, perfectamente válido.” En doctrina prevalece que si otro de los
albaceas se opone, bien por haberse prescindido de él o por no haberse hecho lo procedente conforme al
testamento, corresponde a los tribunales respectivos declarar la validez o nulidad de los actos reclamados.
En la legislación solo está previsto el albaceazgo múltiple mancomunado o sucesivo, pero consideramos de
importancia exponerlo en virtud de que gran número de legislaciones lo acepta cuando así lo dispone el
testador, cosa que no ocurre en el derecho interno, pues el Artículo 1047 del citado Código es claro al
expresar: “Puede conferirse el albaceazgo a una o más personas para que lo ejerzan mancomunadamente
o una después de la otra.” Consideramos que cuando existe un albaceazgo múltiple se puede prestar con
mayor facilidad a la existencia de vicios en la ejecución de las disposiciones testamentarias, especialmente
cuando su ejercicio sea mancomunado, por la nula unificación de criterios o irresponsabilidad que pueda
darse en algunos de los que ejerzan el cargo.
Requisitos para ser albacea:
• Haber cumplido 18 años

• Poder legalmente administrar bienes


• No ser incapaz de adquirir bienes a título de herencia (Ministros de culto, indignos, tutor, etc.)
• No estar en funciones judiciales o de la PGN, salvo que se trate de sucesiones de sus parientes.

Facultades y atribuciones del albacea: (1050 CC)


• Disponer y pagar los funerales del testador, con arreglo de lo ordenado por éste.
• Hacer las gestiones necesarias para la inmediata seguridad de los bienes.
• Hacer inventario sobre los bienes del causante
• Pagar las deudas y legados

• Administrar los bienes, hasta que los herederos tomen posesión de ellos.
• Plazo del albaceazgo: (1058 CC)
Cuando no se fijo plazo, deberá cumplir sus funciones dentro de un plazo de 1 año, contado a partir de su
aceptación, o desde que terminen los litigios que se promovieren sobre la validez o nulidad del testamento o de
alguna de sus disposiciones.

• Rendición de cuentas: es obligatorio realizar un inventario y rendir cuentas, el albacea dará a los interesados
cuenta documentada del albaceazgo inmediatamente después de haberlo ejercido. (1061 CC). Si hubiere litis,
juicio oral de rendición de cuentas.
• Remoción del albacea: Por negligencia, abuso o malversación, la muerte, imposibilidad, renuncia o remoción
del albacea, o por el vencimiento del plazo señalado. (1067 CC)

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