Ingeniero mecánico Master en Electromecánica Doctor en Ciencias Técnicas Sumario: - Recocido. - Normalizado. - Temple. - Revenido. - Recocido. Este proceso de tratamiento térmico, consiste en el calentamiento del acero a una determinada temperatura, mantenimiento a esta temperatura y luego el paulatino enfriamiento con el propósito de obtener una estructura de equilibrio. La particularidad del recocido es el lento enfriamiento. La estructura en equilibrio que se obtiene, debe estar compuesta por perlita, en ocasiones acompañada de fases en exceso como son la ferrita y la cementita en los aceros hipo o hipereutectoide respectivamente, o bien de carburos o compuestos intermetalicos en otros. En general el recocido se lleva a cabo: - para eliminar un sobrecalentamiento que haya provocado la aparición de estructuras indeseables; - para esferoidizar la cementita; - para homogenizar una estructura; - para mejorar un acero deformado en frío o propiciar la maquinabilidad de un acero; - para eliminar defectos estructurales posteriores a un proceso de soldadura. La dureza alcanzada después del recocido deberá oscilar entre 130 – 250 HB, en dependencia del tipo de acero. En dependencia del objetivo perseguido y de la temperatura del tratamiento, se pueden enumerar los siguientes tipos de recocidos: •Recocido de homogenización. Este tratamiento se aplica para reducir la heterogeneidad química de los lingotes de acero y de molduras perfiladas. Para equilibrar la composición química el lingote o la moldura se calienta a la temperatura para la cual los átomos de los elementos adquieren una gran movilidad. Gracias a ello se produce el desplazamiento de los átomos de los lugares con una mayor concentración de los elementos químicos a los lugares de menor concentración. Como resultado de esta difusión se logra el equilibrio de la composición química del lingote o la moldura por el volumen. Para asegurar la velocidad necesaria de la difusión de los átomos, el recocido del acero se produce a elevada temperatura (1000 – 1100 °C). •Recocido completo: Este tipo se efectúa a una temperatura de 20 – 30 °C por encima de Ac3 o Acm, un mantenimiento a esta temperatura y un enfriamiento lento hasta una temperatura inferior a Ac1. Este recocido persigue la obtención de una estructura de equilibrio, así como de una dureza baja. Se lleva a cabo fundamentalmente para eliminar una microestructura granular gruesa obtenida después de un sobrecalentamiento que se haya producido durante una deformación plástica en caliente. El enfriamiento lento generalmente se hace en el horno, y en los aceros al carbono solo es necesario mantenerlo hasta 500 °C y después enfriarlo en el aire. En los aceros aleados por el contrario, es necesario enfriar hasta la temperatura ambiente. •Recocido isotérmico. Este se diferencia de otros tipos de recocido por el hecho de que la desintegración de la austenita en mezcla ferrito – cementita se produce a una temperatura constante. El recocido isotérmico reside en el calentamiento del acero hasta una temperatura de 30 – 50 °C superior al punto Ac3 (aceros para construcciones) y sobre el punto Ac1 en 50 – 100 °C (aceros para herramientas). Después de un mantenimiento a esta temperatura el acero es lentamente enfriado en sal fundida hasta una temperatura un tanto inferior al punto Ar1. A esta temperatura el acero es sometido a una exposición isotérmica hasta la completa transformación de la austenita en perlita, y luego se enfría al aire libre. El recocido isotérmico reduce el tiempo del tratamiento térmico de piezas pequeñas de aceros aleados. Para las piezas grandes no se obtiene mucha ganancia de tiempo, puesto que se requiere mucho tiempo para equilibrar la temperatura en el volumen de la pieza. . Recocido incompleto: El recocido incompleto es aquel en que se calienta el acero a una temperatura intermedia entre Ac1 y Ac3 o Ac1 y Acm, un mantenimiento a esta temperatura y posterior enfriamiento lento al igual que en el recocido completo. Durante el recocido incompleto se eliminan las tensiones internas, se reduce la dureza, se eleva la plasticidad y se mejorar el labrado por corte. Puesto que la temperatura es menor que para el recocido completo, para el tratamiento se emplea menos tiempo y calor, lo que hace más económico el proceso. Son sometidos al recocido incompleto los aceros hipereutectoides altos en carbono, los aceros para herramientas, para cojinetes de bolas y otros. •Recocido de esferoización o globalización: Este proceso asegura la transformación de la perlita laminar en granular, esferoidizada. Esto mejora el labrado de los metales por corte. El calentamiento del acero se efectúa un tanto más alto de punto Ac1 y el posterior enfriamiento inicialmente hasta 700 °C, luego hasta 550 – 600 °C y en adelante al aire. El recocido esferoidizante se emplea, generalmente, para lo aceros que contienen más del 0,65 % de carbono. •Recocido bajo: Este recocido se emplea para eliminar el endurecimiento debido a deformaciones en frió. Este recocido se realiza mediante el calentamiento hasta una temperatura inferior de Ac1 (650 – 700 °C), el mantenimiento de esta temperatura y el enfriamiento retardado. Al calentarse el metal aumenta la movilidad difusiva de los átomos y en estado sólido transcurren los procesos de cristalización secundaria (recristalización). En los límites de los granos deformados surgen nuevos centros de cristalización, alrededor de los cuales se crea nuevamente la red. En lugar de los viejos granos deformados crecen nuevos granos globulares y la estructura deformada desaparece por completo. En este caso se reestablece la estructura inicial y las propiedades del metal. •Normalizado. Es la operación de tratamiento térmico, en la cual el acero es calentado hasta una temperatura en 30 – 50 °C mayor que los puntos críticos superiores Ac3 y Acm, y luego un mantenimiento a esta temperatura y enfriado al aire libre. Durante la normalización se reduce las tensiones internas, y tienen lugar la recristalización del acero que afina la estructura de grano basto de metal en costuras soldadas, molduras y piezas forjadas. La normalización del acero en comparación con el recocido es un tratamiento térmico más corto, y como consecuencia, de más rendimiento. Por tanto los aceros al carbono y de baja aleación, como regla, son sometidos a la normalización y no al recocido. Después de la normalización los aceros adquieren una estructura de grano fino y un tanto mayor resistencia y dureza que después del recocido. La normalización se emplea para afinar la estructura del grano basto, mejorar el labrado del acero por corte, mejorar la estructura antes del temple. •Temple. El temple es un procedimiento térmico, en el cual el acero se calienta hasta la temperatura necesaria, se mantiene a esta y luego se enfría rápidamente con el propósito de obtener una estructura desequilibrada. Como resultado del templado se eleva la resistencia y la dureza, y se reduce la plasticidad de los aceros y aleaciones. La calidad del temple depende de la temperatura y la velocidad del calentamiento, el tiempo de exposición y enfriamiento. Los parámetros fundamentales del temple son la temperatura de calentamiento y la velocidad de enfriamiento. La temperatura de calentamiento para el temple se determina por la posición de los puntos críticos Ac1 y Ac3. Los aceros hipoeutectoides se calientan en 30 – 50 °C sobre el punto crítico superior Ac3 y los hipereutectoides en 30 – 50 sobre el punto Ac1. El calentamiento del acero hasta la temperatura requerida y el mantenimiento a esta temperatura se debe hacer lo más pronto posible. Cuanto menos tiempo se halle el acero a altas temperaturas, tanto más elevadas serán sus propiedades después del temple. Sin embargo, el tiempo de calentamiento debe ser suficiente para que el acero se caliente uniformemente por todo el volumen. En calidad de medios para templar se utiliza el agua, soluciones acuosas de sales, álcalis, aceite y sales fundidas, que tienen diferente poder refrigerante. Templabilidad. Es la capacidad de un material de asimilar el temple, es decir, la capacidad de adquirir después del temple una dureza muy alta. La templabilidad depende principalmente del contenido de carbono en el acero, dado que al elevarse el contenido de carbono aumenta el número de átomos de carbono que se retienen en la red atómica del hierro durante el temple. Los aceros al carbono con un contenido de carbono menor que 0,3 % (acero 20, Ct, etc.) no son aptos de templarse, puesto que no tiene lugar la creación de estructura martensítica. Capacidad de calcinación. Es la profundidad de penetración de la zona templada, es decir, la capacidad del acero de templarse a una profundidad determinada. Como profundidad de la zona templada se adopta la distancia desde la superficie hasta la capa, donde en la estructura habrá aproximadamente la misma cantidad de martensita y troostita. La capacidad de calcinarse depende de la composición química del acero, las dimensiones de la pieza y las condiciones de enfriamiento. Todos los elementos de aleación, excluyendo el cobalto, aumentan la capacidad de calcinación. Para valorar la profundidad de penetración de la zona templada, se utiliza también la magnitud nombrada diámetro crítico. El diámetro crítico (Dc) es el diámetro máximo de una barra cilíndrica que se templa en todo su espesor en un medio de enfriamiento dado. Defectos de temple. En el proceso de calentamiento para el temple y el efectuar el temple pueden aparecer los siguientes defectos: grietas, deformaciones y alabeos, descarburación, manchas blandas y baja dureza.
Grietas de temple: son defectos irreparables que se aparecen
en el proceso de tratamiento térmico. Estas son consecuencia del surgimiento de grandes tensiones. Las grietas surgen a consecuencia de un incorrecto calentamiento (sobrecalentamiento) y gran velocidad de enfriamiento en piezas cuya estructura tiene bruscas transiciones de la superficie, trazos bastos que quedan después del maquinado, ángulos agudos, paredes delgadas, etc. Deformaciones y alabeos: estos defectos ocurren como resultado de las transformaciones irregulares tanto estructurales como volumétricas relacionadas con el surgimiento de tensiones internas en el metal durante el calentamiento y enfriamiento. Al sumergir las piezas y herramientas en el medio refrigerante se debe tomar en consideración sus formas y dimensiones. Las piezas que tienen partes gruesas, se sumergen en el medio refrigerante al principio con la parte gruesa, las piezas largas (vástagos, brochas, brocas, machos, etc.) se sumergen en una posición estrictamente vertical, y las delgadas planas (discos, fresas de cortar, placas y otras), de canto. La descarburación y oxidación: generalmente ocurre durante el calentamiento de temple a causa de la interacción de los gases del horno o las sales fundidas con las capas superficiales de la pieza. Este defecto es sumamente peligroso en las herramientas cortantes, puesto que esto reduce su resistencia. Este defecto se puede evitar realizando el calentamiento en un medio de gases neutrales (nitrógeno, argón). Manchas blandas: son sectores de la superficie de la pieza o herramienta con una dureza reducida. Este defecto se origina durante el temple en el proceso de enfriamiento en el medio refrigerante, cuando en la superficie de la pieza hay costra, vestigios de suciedad y sectores con superficies descarburadas, como también cuando no es suficiente la rapidez de movimiento de la pieza en el medio refrigerante y se crea una superficie de vapor en la superficie de la pieza. Baja dureza: se observa con mayor frecuencia cuando se templan herramientas. Los motivos de la baja dureza es el enfriamiento lento en un medio refrigerante, baja temperatura de temple, como también un mantenimiento insuficiente al calentarse para el temple. Par corregir este defecto la pieza debe ser sometida a la alta temperatura y templarla nuevamente. Tensiones internas. En los aceros se presentan tres géneros de tensiones internas: - Tensiones internas de primer género. - Tensiones internas de segundo género. - Tensiones internas de tercer género. Las tensiones internas de primer género son tensiones internas zonales que aparecen entre las distintas zonas de una sección y entre diversas partes de una pieza. Cuanto mayor es el gradiente de temperaturas que surge durante el tratamiento térmico en la sección y entre las distintas partes de la pieza, tanto mayor importancia alcanzan las tensiones internas del primer género, estas tensiones también suelen llamarse tensiones térmicas. Las tensiones internas del segundo género se producen dentro de un grano o entre granos o entre granos vecinos. Estas tensiones aparecen entre fases diferentes, debido a que estas tienen distintos coeficientes de dilatación lineal o a que se forman nuevas fases que tienen volúmenes diferentes. Como las tensiones internas de segundo género aparecen entre determinados elementos de las estructuras, suelen llamarse también tensiones estructurales. Las tensiones internas de tercer género ejercen influencia en un volumen del orden de varias celdillas elementales de la red cristalina. El caso en que un átomo extraño crea en torno a él, en la solución sólida, deformaciones elásticas de la red cristalina es un ejemplo de cómo aparecen las tensiones de tercer grado. Cualquiera que sea el género de las tensiones, en resumidas cuentas provoca el mismo efecto: deformaciones elásticas y alteraciones de la red cristalina. Las tensiones internas más peligrosas son las de primer género, las cuales ocasionan las deformaciones máximas y grietas en las piezas. Procedimientos de temple: Temple en un solo medio: es el procedimiento más simple y difundido. La pieza calentada hasta la temperatura de templado es sumergida en el fluido de templar (agua, aceite, etc.), en el que se deja hasta el enfriamiento completo. La desventaja de este procedimiento de templado es que la pieza se enfría de un modo irregular respecto a la sección y en ella surgen grandes tensiones térmicas. •Temple en dos medios: en este procedimiento la pieza calentada a la temperatura determinada, al principio se sumerge en un medio de enfriamiento rápido en agua hasta los 350 °C aproximadamente, y luego se coloca la pieza en un medio de enfriamiento lento: aceite, par concluir el enfriamiento en la zona martensítica. Este tipo de temple se emplea para el tratamiento de herramientas elaboradas de acero alto en carbono. Temple a chorro de agua: es este procedimiento consiste en someter la pieza a un chorro intenso de agua; se emplea por lo general cuando hay que templar una parte de la pieza. Con este procedimiento no se forma camisa de vapor, lo cual asegura una templabilidad más alta que el temple ordinario en agua. Temple escalonado: este procedimiento consiste en que las piezas calentadas primeramente se enfrían hasta una temperatura un tanto superior al punto martensitico Min en aceite caliente o sales fundidas, y luego tras una corta exposición isotérmica, necesaria para equilibrar la temperatura en toda la sección de la pieza, se enfrían al aire. Para dicho tipo de temple se reducen las tensiones térmicas, alabeos y se previenen la formación de grietas. •Temple isotérmico: se produce de la misma forma que el escalonado, pero el mantenimiento en el medio para templar es más duradero. Al producir dicha exposiciones ocurre la desintegración isotérmica de la austenita con la creación de la bainita. Se utiliza mucho para obtener la estructura bainítica con buena dureza (50 HRC) manteniendo bastante plasticidad. En general, se usa para tratar piezas de acero al carbono o aleadas, pero de sección pequeña (8 – 10 mm). En calidad de para templar se emplean las sales fundidas o álcalis, con una adición de 5 – 10 % de agua para elevar la velocidad de enfriamiento. •Temple con autorrevenido: consiste en que la pieza calentada con la parte de trabajo se sumerge en el medio para templar y se mantiene en este hasta un enfriamiento incompleto. A cuenta del color de la parte restante, la que no se encuentra sumergida en fluido para templar, la parte de trabajo de la pieza o la herramienta se calienta. La temperatura de revenido para este procedimiento de temple se determina por los colores de revenido que aparecen en la superficie de la pieza a una temperatura de 220 – 300 °C. El temple con autorrevenido se emplea para el tratamiento de cortafríos, granetes, punzones y otras herramientas de percusión, en las cuales la dureza debe disminuirse paulatinamente desde la parte de trabajo hacia la parte restante. •Temple con tratamiento por frío: reside en la continuación del enfriamiento del acero templado hasta temperaturas más bajas del ambiente, pero en el intervalo de inicio y final de la transformación martensítica, para una transformación adicional más completa de la austenita residual en martensita y el aumento de dureza. Como resultado del tratamiento por frío se eleva la dureza y se estabiliza las dimensiones de la pieza. El medio refrigerante más difundido es la mezcla de acetona y hielo seco (-78 °C). - Revenido. Es el procedimiento de tratamiento térmico, que consiste en calentar el acero templado a una temperatura inferior al punto crítico Ac1, el mantenimiento a esta temperatura y el posterior enfriamiento (generalmente al aire). La finalidad del revenido es la obtención de un estado estructural más estable, la eliminación o disminución de las tensiones, la elevación de la tenacidad y plasticidad, como también la reducción de la dureza y la fragilidad del acero templado. La producción correcta del revenido tiene una influencia considerable en la calidad de la pieza templada. Transformaciones en el revenido. La estructura inicial es la del acero templado, formada por martensita tetragonal y austenita. Al transformarse la martensita disminuirá el volumen (compresión de la muestra) y al transformarse la austenita, aumentará (expansión de la muestra). La curva dilatométrica (que se muestra en la figura) fija la transformación durante el revenido. Según la curva se observa que hasta los 80 ºC no ocurre ninguna transformación. A partir de los 80 ºC y hasta llegar a los 200 ºC se observa una reducción de la longitud. Esta es la llamada primera transformación (etapa) en el revenido. En esta transformación la martensita comienza a perder tetragonalidad, con el revenido hasta 200 ºC, lo que es provocado por la precipitación de carbono en la red. La martensita templada pasa a ser martensita revenida. La martensita revenida es una mezcla heterogénea de solución sobresaturada (de concentración no homogénea) y de partículas de carburo aún no aisladas El calentamiento ulterior por encima de los 200 ºC conduce a otra transformación distinta que hace que el acero se dilate. Esta segunda transformación (etapa) en el revenido abarca el intervalo de temperaturas de 200 – 300 ºC. En esta transformación la austenita residual se convierte en martensita revenida. Al sobrepasar los 300 ºC la muestra comienza a comprimirse, en este intervalo el carbono se separa totalmente de la solución y se eliminan las tensiones internas que aparecieron como resultado de las transformaciones precedentes, acompañadas de variaciones de volumen. Al mismo tiempo que esto ocurre, el carburo se separa y se transforma en cementita. Esta es la llamada tercera transformación (etapa) en el revenido, la cual se caracteriza por la descomposición de la martensita en ferrita y cementita, y la eliminación de tensiones internas. Tipos de revenidos (en función de la temperatura). La temperatura del revenido varía en amplios límites desde 150 – 700 °C en dependencia de su finalidad. En función de la temperatura a la que se realiza se pueden dividir en: •Revenido bajo. •Revenido intermedio. •Revenido alto. El revenido a baja temperatura (revenido bajo) se caracteriza por un calentamiento en el intervalo de 150 – 250 °C, el mantenimiento a esta temperatura y el posterior enfriamiento al aire. Este se lleva a cabo con el propósito de obtener una estructura de martensita de revenido y para eliminar parcialmente las tensiones internas en el acero templado con el fin de elevar la tenacidad sin una sustancial reducción de la dureza. El revenido a baja temperatura se emplea para los aceros para herramientas, los cementados, etc. El revenido intermedio (revenido medio) se realiza a temperaturas de 300 – 500 °C para obtener una estructura de troostita de revenido. La dureza de los acero se reduce de un modo considerable y se eleva la tenacidad. Este revenido se emplea para muelles, ballestas, como también para herramientas que deben tener considerable resistencia y elasticidad con una suficiente tenacidad. El revenido a alta temperatura (revenido alto) se efectúa temperaturas de 500 – 550 °C. En el proceso de revenido a alta temperatura la martensita se desintegra creándose una estructura de sorbita de revenido. Esta estructura asegura una mejor combinación de resistencia y plasticidad del acero. Este tipo de revenido se utiliza para piezas de aceros para construcción que trabajan con cargas de impacto. El envejecimiento reside en el cambio de solubilidad del carbono y el nitrógeno en el Fe y puede estar relacionada también con la separación de partículas de nitruros de la solución sólida. Se diferencia el envejecimiento en: artificial y natural. El revenido realizado a bajas temperaturas, se llama envejecimiento artificial, donde se calienta la pieza a 120 – 150 °C y se mantiene a esta temperatura durante 18 – 35 h, se efectúa en baños de aceite con regulación automática de la temperatura. El revenido si este tiene lugar a temperatura ambiente, se llama envejecimiento natural. Para el envejecimiento natural las piezas o herramientas se mantienen a temperatura ambiente 3 o más meses, puesto que el proceso que provoca la variación de las dimensiones de la pieza transcurre con mucha más lentitud que en el envejecimiento artificial.