Es una vacuna que protege contra la enfermedad de la tuberculosis (TB) , se trata de una vacuna viva que posee gérmenes antemano de modo que al aplicarla no cause infección si no una respuesta inmunológica de defensa en el organizmo. La complicaciones tras la vacunación con el BCG son muy poco frecuentes: se calcula que la incidencia de casos de propagación del BCG con consecuencias mortales es de 0,19 a 1,56 por millón de vacunados y la práctica totalidad de los casos se han producido en personas vacunadas por error sin haber reparado en que padecían inmunodeficiencia celular grave Importa administrar la vacuna por vía intradérmica (no subcutánea) para evitar el riesgo de abscesos. Hay que reconstituir la vacuna con un diluyente apropiado inmediatamente antes de la inyección. Recién nacidos y lactantes: 0,05 ml por inyección intradérmica en el brazo, por encima de la inserción del músculo deltoides. Niños mayores de 1 año: 0,1 ml administrados como en el caso anterior. La BCG se administra estrictamente por vía intradérmica, habitualmente en la cara externa superior del brazo, El brazo debe encontrarse en un ángulo de 45° con el cuerpo. Es costumbre administrar la vacuna en el brazo izquierdo de manera sistemática La vacuna BCG debe administrase con una jeringa de 1 ml graduada en centésimas de ml (1/100 ml) equipada con una aguja de bisel corto de calibre 25-26 G. No deben utilizarse para la administración de esta vacuna inyectores a presión ni dispositivos de punción múltiple. La vacuna antituberculosa debe conservarse y transportarse a una temperatura de entre 2 °C y 8 °C. Su estabilidad es aún mayor si se conserva a temperaturas más bajas, de hasta -20 °C. El diluyente no debe congelarse. La vacuna debe protegerse de la luz. Los viales de vacuna y de diluyente deben transportarse juntos.