Cada año acaban en el océano unos ocho millones de
toneladas de plástico, un material que puede tardar
siglos, o más, en desaparecer. ¿Podemos seguir disfrutando de este invento sin destruir el planeta? 8.300 millones de toneladas de plástico El plástico no se inventó hasta finales del siglo XIX, pero hasta mediados del XX no empezó a producirse a gran escala. Gracias a eso "solamente" tenemos que lidiar con 8.300 millones de toneladas de este material. Una vida de usar y tirar En 1955 aparecía en la revista Life esta foto de una familia estadounidense celebrando el advenimiento de «La vida de usar y tirar», propiciada en parte por el plástico desechable. Los plásticos de un solo uso nos han facilitado la vida, pero también constituyen una gran parte de los residuos que hoy ahogan los océanos.
La mayor parte de los residuos plásticos que se
encuentra en los mares y océanos ha sido transportada por vía fluvial. Un estudio alemán calcula que el 90% del plástico terrestre que acaba en el mar procede de las cuencas de diez grandes ríos (ocho asiáticos y dos africanos). Es decir, la basura también ahoga a los entornos fluviales, unos espacios especialmente sensibles debido a la escasez de agua y la contaminación que sufren (el 60% de los ríos y acuíferos europeos se encuentran en mal estado).