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del diseñador
gráfico
Ética para el
El término es aplicable a cualquier profesión o
actividad. Pero ha sido especialmente la clase
médica la que ha asumido y estabilizado el
concepto de deontología, de manera que
raramente se nombra o se escribe esta palabra sin
ir acompañada del adjetivo médica, que se define
como “ciencia de los deberes” o “teoría de las
normas morales”.
La palabra deontología
la puso en circulación el
inglés Bentham (1748-
1832) en su obra Science
de la Morale (París 1832).
Pretendía ser una
alternativa más liberal del
término y del concepto
ética.
DEONTOLOGÍA PROFESIONAL DEL DISEÑADOR GRÁFICO
El Código Deontológico determina los principios,
obligaciones y comportamientos a los que todo
profesionista debe atenerse en la práctica de su
profesión.
1. Un diseñador elabora su discurso de manera
libre y argumentada, desde el ejercicio
independiente de su pensamiento y de la
reflexión estética. Su actividad profesional exige
los conocimientos científicos pertinentes y la
capacidad de enunciarlos, e implica, una
2. La actividad del diseñador
estará guiada por el respeto
hacia la significación histórica
y estética del diseño para un
mejor conocimiento e
interpretación de la realidad
que vivimos.
3. El diseñador debe emitir sus
opiniones y análisis con plena
libertad de expresión e
independencia profesionales.
No subordinará, por tanto, sus
juicios y opiniones a los
intereses económicos, políticos
o de cualquier otro tipo del
medio de comunicación que
los difunde.
4. El diseñador mantendrá en todo momento su
libertad intelectual respecto de las instituciones
públicas y velará porque su relación con ellas no
comprometa ni las normas ni los objetivos
fundamentales del ejercicio de su profesión, ni mucho
menos el derecho de los ciudadanos a una
información y exposición razonables, congruentes y
sustentadas en los principios de libertad,
independencia y honestidad científica.
6. Debe exigir y recibir una retribución obligatoria por
sus servicios profesionales, que estará especificada
en un contrato o compromiso escrito, y no admitirá
más pago, remuneración o compensación por sus
servicios que los acordados o contratados con la
institución, empresa o medio de comunicación donde
desempeñe su labor, ni admitirá gratificación,
obsequio o donación sobreañadidos a aquéllos.
7. Las relaciones entre el diseñador y los clientes
deberán estar presididas por el respeto y la
consideración mutuas. Las relaciones contractuales
que establezcan estarán enfocadas a la investigación,
a la escritura, cultura, etc. y en ningún caso deben
condicionar el libre ejercicio de la crítica o la
independencia profesional.
5. La relación del diseñador gráfico con sus colegas de profesión
debe orientarse a una colaboración abierta, a compartir sus
conocimientos y su experiencia profesional con sus colegas y otros
investigadores –con especial atención a los jóvenes que inician su
actividad profesional– y debe mostrar su respeto y reconocimiento
intelectual a aquellos que le han transmitido su saber.
8. En cualquier circunstancia, el diseñador gráfico
es libre de rehusar –y debería hacerlo– a
cualquier trabajo o encargo que crea contrario a
la letra o el espíritu de este. Código.
Deontológico.
Éste es el argumento supremo que ha de orientar
cualquier conducta. Y es bueno que así sea, porque de
esta forma cada uno es el intérprete de las normas de
conducta. Ése es el fundamento de la deontología tal
como hoy la entendemos. Un poco al estilo del
imperativo categórico de Kant: Si crees que tu
conducta puede ser elevada a norma general de
comportamiento, considera que estás haciendo lo que
conviene. Pero no lo que te conviene a ti porque lo
haces tú, sino lo que seguirá conviniéndote cuando lo
hagan los demás. Lo que equivale a decir que lo que
conviene, es aquello que es obligado hacer.
El diseño gráfico es un servicio que consiste en
determinar, con anterioridad a la producción, las
características finales de piezas de comunicación visual,
con el objetivo central de dar respuesta a las
necesidades fundamentales del mensaje (informativas,
estéticas, identificatorias, persuasivas, etc.)
Ser diseñador gráfico no determina el ejercicio
de una ética social particular. La posición ética de
una persona frente a la vida y el acontecer social
y político no depende ni del tipo ni del grado de
sus estudios o actividad.
Trabajar para el mercado de consumo no implica
comitentes.
Sin demanda comunicacional externa no existe el
diseño gráfico. El diseño gráfico existe porque en la
sociedad hay quiénes necesitan enviar mensajes a un
público numeroso y, como no lo saben hacer solos,
demandan los servicios de un especialista: el
diseñador gráfico. Cuando la demanda externa cesa,
no hay posibilidad de diseñar nada. Sin comitente no
hay diseño.
La función principal del diseñador gráfico es
ejercitación.
El alumno debe conocer las pautas de evaluación
antes de ponerse a diseñar los ejercicios.
El docente tiene la responsabilidad de evaluar los
proyectos, y la obligación de dar a conocer a sus
estudiantes los criterios de la evaluación al inicio de
cada ejercicio. Las pautas de evaluación no pueden
ser un misterio que se devela recién después de la
entrega.
El docente debe mostrar buenos modelos.
Toda ejercitación se inscribe dentro de
determinadas tipologías de comunicación, tanto
por la clase de piezas (folleto, afiche, libro, página
web, etcétera) como por las funciones
preponderantes (información, identificación,
persuasión, etcétera).
El docente tiene la
obligación de identificar
ante los alumnos los
buenos ejemplos (reales
y por lo tanto pre-
existentes) para que
aprendan de las virtudes
de los antecedentes de
calidad.