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La calificación moral del acto está determinada por su

apego, primero, a la “ley natural” y luego a la “ley


positiva”.
Para poder establecer la moralidad de un acto moral,
debemos examinar tres elementos que lo componen:

-Objeto.

-- Fin.

-- Circunstancias.
Es aquello sobre lo que versa el acto humano. También
se lo denomina “lo propiamente realizado” desde el
punto de vista ético. Ejemplos: Decir la verdad, mentir,
robar, ayudar, pagar, vengarse, son ejemplos de objeto
moral.
Si el objeto moral es malo, el “acto” será malo. En caso
de que nos provoque dudas la bondad o maldad del
objeto, lo propio sería preguntarse qué pasaría si todos
actuaran del mismo modo…
Es aquello que pretendemos lograr mediante el
desarrollo del acto.

El fin está en el plano de la intención.

Cuando robamos, lo hacemos “para algo”; si el fin es


malo, el “acto” será malo.
Si el fin es bueno, el “acto” puede ser bueno, siempre y
cuando el “objeto” sea bueno.

Si el “objeto” ya es malo, un fin malo lo hace más grave


aún.
Las circunstancias son aquellas cosas (accidentes) que
rodean al acto y lo modifican desde el punto de vista ético.

En caso de que el “objeto” de la acción sea malo, las


circunstancias pueden ser atenuantes o agravantes.

Las circunstancias “NO TRANSFORMAN LO MALO EN BUENO”,


pero pueden, en ciertas ocasiones transformar un objeto
bueno y un fin bueno, en algo malo.
Cabe destacar que no todos los actos malos tienen el
mismo nivel de malicia (o maldad) Por ejemplo, la
imprudencia de nadar después de comer es menos mala
que torturar a una persona, cosa que es grave porque
lesiona su dignidad.
Para que una acción sea buena, el objeto, el fin y las
circunstancias, deben ser buenos; si una de estas tres
condiciones es mala, la acción completa será mala,
aunque con distintos grados de maldad.
El hombre, por ser tal, no sólo es capaz de realizar
aquello que es éticamente correcto, sino que puede ir
más allá.

Ser mejor de lo que es meramente debido u obligatorio,


se llama heroísmo, y va más allá de la excelencia.
No es algo propio de mártires o militares, pues son
héroes aquellos que crían hijos ajenos o perdonan
ofensas graves.

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