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§ 81.

El tiempo fenomenológico y la
conciencia del tiempo
1. Tiempo fenomenológico y tiempo objetivo

«Con la reducción fenomenológica ha perdido la


conciencia no sólo su "vinculación'(lo que sin duela es
una imagen) aperceptiva a la realidad material y su
inserción, aunque sólo sea secundaria, en el espacio, sino
también su inclusión en el tiempo cósmico. Aquel tiempo
que es esencialmente inherente a la vivencia en cuanto tal,
con sus modos de darse, el ahora, el antes, el después, y
las modalidades determinadas por éstos. el
simultáneamente, el sucesivamente, etc., no se puede
medir ni por la posición del sol, ni con un reloj, ni por
medio de nada físico, ni en general se puede medir»
2. Analogía con la percepción sensible

 «Relación análoga a la que tiene el "extenderse"


inherente a la esencia inmanente de un contenido
concreto de la sensación (...) con la "extensión" espacial
objetiva. «

 «Sería un contrasentido subsumir bajo el mismo género


esencial una nota de la sensación, como el color o el
extenderse, con la nota de la cosa que se matiza o
escorza por medio de la anterior, con el color de la cosa
y la extensión de ésta, lo mismo es por respecto a lo
temporal en sentido fenomenológico y lo temporal en
sentido cósmico»
3. Las dificultades del estudio del tiempo
fenomenológico
«Se verá que lo que hemos expuesto hasta aquí ha callado
en cierto modo, y tenía necesariamente que callar, toda
una dimensión, para no enmarañar lo único que por lo
pronto es visible en la actitud fenomenológica y que,
prescindiendo de la nueva dimensión, constituye un
campo cerrado de investigación. El "absoluto"
trascendental, este preparado que debemos a las
reducciones, no es en verdad lo último, es algo que se
constituye a sí mismo en cierto sentido profundo y de todo
punto sui generis y que tiene su prístina fuente en un
absoluto último verdadero.. «
4. La temporalidad en las vivencias

«No designa sólo algo unive1salmente inherente a cada vivencia


aislada. sino una forma necesaria de vinculación de vivencias
con otras vivencias. Toda vivencia real(logramos esta evidencia
sobre la base de la clara intuición de la realidad de una vivencia)
es necesariamente una vivencia que dura; mediante esta duración
se inserta en un continuo sin término de duraciones -un continuo
lleno. Toda vivencia tiene necesariamente un horizonte de
tiempo lleno e infinito por todos lados. Esto quiere decir al
mismo tiempo: toda vivencia pertenece a una "corriente de
vivencias'' infinita»
5. El modo de darse
« Por ejemplo, la alegría que empieza y acaba y mientras
tanto dura, puedo tenerla primeramente a ella misma ante la
mirada pura, recorriendo con ella misma sus fases
temporales. Pero también puedo fijar la atención en su modo
de darse: en el modo actual del "ahora" y en cómo a 'este
«ahora, y en principio a todo "ahora", se adhiere con
necesaria continuidad otro nuevo y siempre nuevo, y cómo,
a uno con esto, todo "ahora" actual se convierte en un "hace
un momento", y el "hace un momento" a su vez y
continuamente en un siempre nuevo ''hace un momento" de
"hace un momento", etc.- Y así, para todo nuera ahora
adherido.»
«Lo cual quiere decir a la vez la vivencia de alegría que dura
se da "conscientemente'' en un continuo de conciencia de esta
forma constante; una fase de impresión como fase límite de
una continuidad de retenciones, que, sin embargo no son
todas iguales, sino que hay que referir una a otra con una
intencionalidad continua -un continuo encajar retenciones en
retenciones. La forma recibe un contenido siempre nuevo o
sea, continuamente "se agrega" a cada impresión en que se
da el ahora de las vivencias una nueva impresión, que
corresponde a un punto continuamente nuevo de la duración;
continuamente se convierte la impresión en retenciones ésta
continuamente en retención modificada, etc.»
§ 82. El Triple Horizonte de las vivencias es la
vez el horizonte de la reflexión de las vivencias
1. Sucesión temporal
 «Todo ahora de las vivencias, aunque sólo sea el de la fase inicial
de una vivencia que empieza a comparecer, tiene necesariamente su
horizonte del antes. Pero éste no puede ser un antes vacío, una
forma vacía sin contenido, un sinsentido. Necesariamente tiene la
significación de un ahora pasado, que en esta forma abraza algo
pasado, una vivencia pasada. Necesariamente han precedido en el
tiempo a toda vivencia recién iniciada otras vivencias; el pasado de
las vivencias está lleno sin solución de continuidad. Pero todo
ahora de las vivencias tiene también su necesario horizonte del
después. y tampoco éste es un horizonte vacío»

 «Cabe decir también a este respecto: necesariamente se vincula a la


conciencia del ahora la de lo que ha pasado hace un momento,
conciencia que es ella misma a su vez un ahora. Ninguna vivencia
puede cesar jamás sin conciencia del cesar y del haber cesado, y
ésta es un nuevo ahora repleto»
2. Simultaneidad
 «Esto quiere decir que todo ahora de vivencias tiene un
horizonte de éstas que tienen precisamente también la forma
originaria del "ahora", y en cuanto tales constituyen el
horizonte originario y uno del yo puro, el ahora originario y
total de la conciencia correspondiente.»

 «Con toda unidad entra este horizonte en los modos del


pasado. Todo antes, en cuanto es un ahora modificado,
implica para cada vivencia que cae bajo su vista o de la cual
es el antes, un horizonte sin fin que abarca todo aquello que
pertenece al mismo tiempo ha modificado, en suma, su
horizonte de lo que "fue simultáneamente".
Gallagher y Zahavi (2008)
• pi= impresión primaria
• r= retención
• p= protención

Gallagher (1998)
§ 83. Captación de la corriente
unitaria de vivencias como idea
1. Captación intuitiva
«Pero en principio no es nunca este nexo entero algo dado o
que pueda darse por medio de una sola mirada pura. . A pesar
de ello, es intuitivamente aprehensible en cierto modo, aunque
es un modo por principio de otra índole, a saber, el de la falta
de límites en el progreso de las intuiciones inmanentes»
«La expresión de horizonte de vivencias no quiere decir aquí tan
solo el horizonte de la temporalidad fenomenológica en las
dimensiones descritas, sino diferencias en los nuevos de darse
de las vivencias. «
“En esto radican las posibilidades eidéticas: traer lo no mirada a
la mirada pura, hacer de lo marginalmente advertido algo
advertido en primer plano, de lo no destacada algo destacado, de
lo oscuro algo claro y cada más claro”
2. La corriente unitaria como idea kantiana

Progresando, sin solución de la continuidad, de


aprehender una vivencia a aprender otra,
aprehendemos, decía, en cierto modo también, la
corriente de vivencias como una unidad. No la
aprehendemos como una vivencia singular, sino
en el modo de una idea en el sentido kantiano. Es
justo lo peculiar de la ideación que intuye una
"Idea" kantiana el no perder lo que tiene de
evidencia por ser inasequible la determinación
adecuada de su contenido, aquí la corriente de las
vivencias.
3. Percepción y determinación del contorno

 A ella es inherente, como un fragmento de necesaria


determinación, el contorno de la vivencia; pero sin duda que
es éste un fragmento de determinación sui generis, necesario y
sin embargo "extraesencial", a saber, un fragmento cuyo
cambio no hace cambiar en nada el contenido esencial propio
ele la vivencia. Según como cambia la determinación del
contorno cambia pues la percepción misma, mientras que la
diferencia ínfima del género percepción, lo que tiene de
íntimamente propio, puede concebirse idéntico.
 Dos percepciones esencialmente idénticas en esto que tienen
de propio es imposible en principio que sean idénticas
también por respecto a la determinación de su contorno:
serían individualmente una percepción.

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