Parte I Erick Malpica Flores Sebastian Vettel y Ferrari encontraron el punto dulce en Spa-Francorchamps para reclamar la victoria en el Gran Premio de Bélgica, todo se desarrolló en una tarde soleada después de dominar la carrera que se vio afectada por una colisión en la primera vuelta, que al final eliminó a cinco pilotos. Desde la pole position, Lewis Hamilton tuvo un buen comienzo al igual que Vettel, quien metió su Ferrari debajo del alerón trasero del Mercedes del inglés. El par se encontró en Kemmel directamente hacia Les Combes, uno al lado del otro en el medio de la pista, en ambos lados, dos pilotos de Force India con ambiciones.
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Vettel se mantuvo por delante en el interior y obtuvo el puesto de Hamilton, que se colocó detrás de su rival por el título, con los dos autos rosados de Sergio Pérez y Esteban Ocón persiguiéndolos. Cuando la parrilla se desconectó de la línea de salida en la cerrada horquilla de la curva 1, Hulkenberg perdió los frenos, el Renault bloqueó y colisionó con el McLaren de Fernando Alonso, que fue lanzado por el impacto y voló sobre el Sauber de Leclerc, raspando el halo en el proceso, causando daños extensos.
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Los tres conductores salieron de sus naufragios sin ayuda y se inició un período de coche de seguridad para recuperar los coches y limpiar los escombros. Su día de carrera había terminado. El halo del coche de Charles Leclerc quedó visiblemente golpeado, por lo que suponemos que este dispositivo ha resguardado la integridad física del piloto, por no decir que le salvó la vida. Raikkonen sufrió un pinchazo y daños en el incidente y se vio obligado a regresar a los boxes donde los mecánicos repararon el auto, pero en la octava vuelta lo retiraron.
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En Red Bull, Daniel Ricciardo también sufrió daños que comprometieron su carrera y lo llevaron a retirarse de la misma vuelta 20, después de Raikkonen. Después del período de coche de seguridad, Vettel mantuvo el control de la carrera, Hamilton intentó presionar pero el alemán gestionó bien su permanencia en la delantera. Al final, la competencia por la superioridad se agotó ya que Hamilton claramente mantuvo un ritmo inferior al de Vettel. Ferrari era demasiado bueno, su paquete mostraba una ventaja sobre lo que los pilotos de Mercedes, en particular Hamilton, tenían a su disposición en ritmo de carrera ese día.