historia, cuando México fue gobernado por el general Porfirio Díaz desde 1876 hasta 1911. La filosofía del gobierno de HISTORIA Porfirio Díaz se basaba en el positivismo, promoviendo el progreso, el orden y la paz. La paz que se impuso durante el Porfiriato brindó un enorme avance económico, científico y cultural para el país. Porfirio Díaz ordenó la construcción de más de 19,000 kilómetros de vías de ferrocarril; la instalación de red telegráfica para la intercomunicación de todo el país; motivó enormes inversiones de capital FINANZAS extranjero y un auge industrial; y la organización del sistema bancario.
PÚBLICAS Y Además del gran auge que el Porfiriato le brindó al
país internamente, el gobierno del general Díaz se DESARROLLO dedicó a lograr el reconocimiento internacional, en un afán por convertir la imagen “bárbara” con que México era identificado en el exterior, por una noción ECONÓMICO de “nación civilizada”. Los colaboradores de Díaz lograron una gran presencia internacional exhibiendo los grandes recursos del país en ferias internacionales, con la intención de interesar a los inversionistas extranjeros. FOTO DE AURELIO ESCOBAR CASTELLANOS, ARCHIVE / PUBLIC DOMAIN El símbolo máximo del progreso económico que el Porfiriato significó para México fue el ferrocarril. Cuando Díaz tomó la presidencia en 1876, había 800 kilómetros de vías ferroviarias en el país; al final de su mandato en 1911, dejó al país con más de 20,000 kilómetros de vías. Durante el Porfiriato se construyeron las primeras plantas hidroeléctricas, aprovechando la privilegiada orografía del país para generar electricidad por medio de turbinas y se descubrieron las reservas de petróleo en Veracruz, otorgando un auge sin precedentes a la industria del país. En cuanto a minería, México ocupó el primer lugar en producción de plata a nivel mundial durante el Porfiriato, puesto que aún ocupa. Este desarrollo de metales y combustibles invitó a la inversión extranjera y la creación de fábricas de textiles, papelería, calzado, químicos, vidrio y cemento. Esta producción estaba dirigida a la exportación, satisfaciendo las necesidades agropecuarias e industriales del comercio extranjero con oro, plata, henequén, caucho, azúcar, pieles y maderas. La máxima expresión de la devoción por las artes durante el Porfiriato se aprecia en el Palacio de Bellas Artes, construido en 1904 para festejar el Centenario de la Independencia de México. La filosofía positivista del Porfiriato le concedió gran importancia al estudio de la historia, lo que Díaz aprovechó para lograr la unión nacional a través del Ministerio de Instrucción Pública, dirigido por Justo Sierra. El Porfiriato enfocó sus recursos en darle un lugar preponderante a las culturas prehispánicas, creando el Museo de Arqueología y la Escuela Mexicana de Arqueología, Historia y Etnografía para mostrarle al mundo las principales obras de las culturas precolombinas de México. En el ámbito de la educación, en 1891 se promulgó la Ley Reglamentaria de Educación que aún sigue vigente, estableciendo que la educación es laica, gratuita y obligatoria en todo el país. Se fundaron más de doscientas escuelas para maestros dirigidos a enseñar en todas las ciudades del país. En 1906 comenzó un grave descontento popular contra el general Díaz y su gobierno a raíz de la crisis económica mundial y la sequía. En 1909, Francisco I. Madero lanzó su campaña, en busca de ser electo democráticamente al puesto de Presidente de la Nación y derrocar a Díaz. Así comenzó la Revolución Mexicana, logrando que Porfirio Díaz presentara su renuncia el 25 de mayo de 1911, cerrando el capítulo del Porfiriato.