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LIBERTAD HUMANA, 1

Veritatis splendor 33: “Paralelamente a la exaltación de la libertad,


y paradójicamente en contraste con ella, la cultura moderna pone ra-
dicalmente en duda esta misma libertad”.

La libertad humana es limitada, pero rehusarla es negar la


evidencia.

AT: “Yo pongo delante de ti la vida y la muerte, la ben-


dición y la maldición; elige la vida y vivirás” (Dt 30, 19);
“si tu quieres guardar los mandamientos y permanecer
fiel está en tu mano” (Eccli 15, 12-13); “Dios hizo al
hombre al principio y lo dejó en manos de su albedrío”
(Eccli 15, 14); elogio del hombre que “pudo pecar y no
pecó, hacer el mal y no lo hizo” (Eccli 31, 10); etc..
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LIBERTAD HUMANA, 2

NT: Cristo libera al mundo del pecado.


=> Gal 5, 1: “Cristo nos hizo libres para que
gocemos de la libertad; manteneos, pues fir-
mes y no os dejéis sujetar al yugo de la
servidumbre”.
=> 2 Cor 3, 17: “Donde está el Espíritu está
la libertad”.

Trento (DS 1555):“Si alguno dijere que el libre albedrío del


hombre se perdió y extinguió después del pecado de Adán, o
que es (...) pura invención introducida por Satanás en la Iglesia,
sea anatema”.
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LIBERTAD HUMANA, 3

Definiciones posibles:
1. Libertad es la capacidad que tiene el hombre de autodetermi-
narse;
2. Libertad es la capacidad interior de la persona, mediante la cual
la voluntad puede optar entre querer o no querer, determinarse por
distintas posibilidades o decidirse por su contrario.

1. Libertad de necesidad: es la posibilidad de actuar o no actuar.


2. Libertad de especificidad: es la capacidad de decidirse entre
diversas opciones.
3. Libertad de contradicción: es la que decide entre dos cosas
opuestas.
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LIBERTAD HUMANA, 4

Orígenes muy diversos de la limitación de la libertad del hombre:


- por la naturaleza del propio ser (el hombre no puede volar)
- por las circunstancias que afectan a su mismo origen (ha-
blar español o chino depende del lugar de nacimiento)
- por la condición de ser varón o mujer, niño, adolescente
o anciano (no todas las personas pueden hacer lo mismo)
- por las condiciones de vida (ejemplo: vivir en el interior
no permite ver el mar)
- por no poder invadir el ámbito en el que se ejerce la liber-
tad del otro, que también es un ser libre

Esas limitaciones condicionan el ejercicio de la libertad, pero no


niegan su existencia. Además las limitaciones no siempre son ne-
gativas de libertad, sino que ofrecen opciones nuevas de ejercerla.
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LIBERTAD HUMANA, 5
Libertad y verdad, 1
La libertad supone que el sujeto es consciente de la bondad
o malicia del acto que pretende llevar a cabo: sólo es libre
el hombre que conoce la verdad. Pero además la libertad no
es “un absoluto, que sería la fuente de los valores” (Verita-
tis splendor 32).

Veritatis splendor 35: “algunas tendencias culturales contempo-


ráneas abogan por determinadas orientaciones éticas que tienen
como centro de su pensamiento un pretendido conflicto entre
la libertad y la ley. Son las doctrinas que atribuyen a cada indivi-
duo o a los grupos sociales la facultad de decidir sobre el bien y
el mal: la libertad humana podría ‘crear los valores’ y gozaría
de una primacía sobre la verdad, hasta el punto que la verdad
misma sería considerada una creación de la libertad”.
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LIBERTAD HUMANA, 6

Libertad y verdad, 2

Veritatis splendor 35: “la Revelación enseña que el poder


de decidir sobre el bien y el mal no pertenece al hombre,
sino sólo a Dios. El hombre (...) posee una libertad muy
amplia (...). Pero esta libertad no es ilimitada: el hombre
debe detenerse ante el ‘árbol de la ciencia del bien y del
mal’, por estar llamado a aceptar la ley moral que Dios le da”.

Idem 84: “solamente la libertad que se somete a la Verdad


conduce a la persona humana a su verdadero bien”.
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LIBERTAD HUMANA, 7

Libertad y verdad, 3

Fides et ratio 90: “una vez que se ha quitado la verdad al


hombre, es pura ilusión pretender hacerlo libre. (...) Verdad y
libertad, o bien van juntas o juntas perecen miserablemente”.

Veritatis splendor 34: “la libertad depende fundamental-


mente de la verdad. Dependencia que ha sido expresada
de manera límpida y autorizada por las palabras de Cristo:
‘Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres’ (Jn 8, 32)”.
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LIBERTAD HUMANA, 8
Libertad y bien
Hacer el mal, no es propio de la libertad, ni siquiera una parte de
ella, sino tan sólo es signo de que el hombre es libre.

CCE 1733: “En la medida en que el hombre hace más el bien, se


va haciendo también más libre. No hay verdadera libertad sino
en el servicio del bien y de la justicia. La elección de la desobe-
diencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a la escla-
vitud del pecado”.

Si una acción humana lesiona la naturaleza del hombre,


éste debe racionalmente rehusar llevarla a cabo.
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LIBERTAD HUMANA, 9

CCE 1734: “La libertad hace al


hombre responsable de sus actos
en la medida en que éstos son
voluntarios. El progreso en la vir-
tud, el conocimiento del bien y la
ascesis acrecientan el dominio de
la voluntad sobre los propios actos”.
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LIBERTAD HUMANA, 10

Libertad y gracia, 1

Dada la condición del hombre, herido


por el pecado original, el cristiano ne-
cesita de la gracia de Dios para hacer
un uso siempre adecuado de la libertad.
La gracia facilita superar la ignorancia
y vencer las pasiones, que son los dos
grandes obstáculos para actuar libre-
mente, conforme al querer de Dios.

CCE 1742: “La gracia de Cristo no se opone de ninguna manera a


nuestra libertad cuando ésta corresponde al sentido de la verdad y
del bien que Dios ha puesto en el corazón del hombre”.
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LIBERTAD HUMANA, 11

Libertad y gracia, 2
Mérito es la retribución que se da a quien ha realizado
una obra buena

CCE 2008: “El mérito del hombre ante Dios en la vida cristiana
proviene de que Dios ha dispuesto libremente asociar al hombre
a la obra de su gracia. La acción paternal de Dios es lo primero,
en cuanto que El impulsa, y el libre obrar del hombre es lo se-
gundo, en cuanto que éste colabora, de suerte que los méritos de
las obras buenas deben atribuirse a la gracia de Dios en primer
lugar, y al fiel, seguidamente. Por otra parte, el mérito del hom-
bre recae también en Dios, pues sus buenas acciones proceden,
en Cristo, de las gracias prevenientes y de los auxilios del Espí-
ritu Santo”.
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LIBERTAD HUMANA, 12

Libertad y gracia, 3

CCE 2010: “Puesto que la iniciativa en el orden de la gracia


pertenece a Dios, nadie puede merecer la gracia primera,
en el inicio de la conversión, del perdón y de la justificación.
Bajo la moción del Espíritu Santo y de la caridad, podemos
después merecer a favor nuestro y de los demás gracias útiles
para nuestra santificación, para el crecimiento de la gracia y
de la caridad, y para la obtención de la vida eterna”.
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Amigos de Dios 26: “La libertad


adquiere su auténtico sentido
cuando se ejerce en servicio de
la verdad que rescata, cuando se
gasta en buscar el Amor infinito
de Dios, que nos desata de todas
las servidumbres”.

“Cuando alguien ama de verdad, disfruta de


mayor libertad” (San Agustín).

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