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WALDO SALDAÑA
También llamado leiomioma o fibroma
Es la patología benigna más frecuente del
útero y la más frecuente de la mujer.
En muchos casos es asintomático.
Son frecuentemente múltiples.
En mujeres premeopáusicas el número de
miomas en la pieza de la histerectomía es
de unos 7cm.
En las menopáusicas se sitúa en torno a
4.2cm.
Es desconocida.
Probablemente se trate de cambios genéticos adquiridos
por las células del miometrio que posteriormente se ven
influenciadas por hormonas y factores de crecimiento.
La aparición y desarrollo de los miomas está muy
relacionada con la edad fértil de la mujer.
En cambio durante la menopausia se produce una regresión
de éstos, aunque no lleguen a desaparecer.
Edad: >40 años de edad.
Menarquia Temprana.
Menarquia tardía.
Antecedentes familiares: familiares de primer grado.
Peso: Obesas son más propensas
Raza: Las negras americanas; en ellas además, los
miomas son más grandes, más sintomáticos y aparecen a
una edad más temprana.
Tabaco: En las mujeres fumadoras puede estar reducida
la incidencia de miomas.
Anticonceptivos orales: No está muy claro.
Los miomas son masa de consistencia dura, habitualmente
redondeados, de aspecto fasciculado y bien delimitado del
miometrio sano, aunque no están encapsulados.
Pueden ser únicos o múltiples (más frecuente)
Su tamaño puede ser muy variable
La localización más frecuente de los miomas es el cuerpo
uterino.
Se calcula que sólo un 10% aparecen en el cérvix, pudiendo
confundirse con pólipos cervicales en la exploración con
espéculo, pero su dureza característica los diferencian de éstos.
Diferenciamos tres clases de miomas en función de su
localización dentro del cuerpo uterino: miomas subserosos,
miomas intramurales y miomas submucosos.
Miomas subserosos
Crecen bajo la serosa uterina produciendo
un resalte en superficie de útero
Pueden alcanzar un gran tamaño
permaneciendo asintomáticos o dar
síntomas de compresión de órganos
vecinos.
Pueden ser pediculados.
Crecen hacia el ligamento ancho
introduciéndose entre sus hojas (miomas
intraligamentarios).
Se adhieren al epiplon o a intestino y
desarrollan una vascularización
independiente del útero; estos son los
llamados miomas parasitarios.
Miomas submucosos
Esteroides androgénicos:
La gestriona y el danazol son dos fármacos
antiestrogénicos que producen disminución del tamaño
del tumor.
Análogos de GnRH:
Son fármacos que actúan suprimiendo el eje hipotálamo-hipofisario.
Inhibe la secreción de LH y FSH y por tanto, la producción de estrógenos
ováricos.
A nivel del mioma esto se traduce en una disminución del volumen del
tumor, de su vascularización y de la sintomatología.
Mifepristona:
Es un antagonista de la progesterona que ha demostrado ser eficaz en varios
estudios con dosis que van desde los 10mg hasta 50mg del fármaco.
Inhibición del crecimiento del mioma dependiente de los estrógenos.
Disminución de la vascularización del mioma por un efecto directo sobre
los vasos.
La utilización de este fármaco induce amenorrea en todas las pacientes
Mioma submucoso:
El tratamiento de elección para este tipo de tumor es la
resección hiteroscópica.
Esta intervención está indicada en caso de miomas
submucosos sintomáticos, en mujeres jóvenes con
deseos reproductivos o en aquellas que quiere conservar
su función menstrual.
Miomectomía:
La miomectomía está indicada en mujeres jóvenes con
deseos reproductivos y en aquellas pacientes que desean
conservar su útero.
Esta intervención puede realizarse por laparotomía o por
vía laparoscópica.
El riesgo es la recurrencia de los miomas, aunque en
muchos casos, éstos no requieren una nueva
intervención.
Histerectomía:
Está indicada en aquellas mujeres con más de 40 años o
que hayan cumplido sus deseos genésicos.
La histerectomía puede ser total, extirpando el cuerpo del
útero y el cervix, o subtotal en la que se conserva el
cuello.
Embolización:
La embolización de las arterias uterinas es una técnica
alternativa a la cirugía para el tratamiento de los miomas.
La técnica se realiza mediante radiología mínimamente
invasiva.
Consiste en la localización de las arterias uterinas mediante
la introducción de contraste a través de un catéter
introducido en la arteria femoral. Una vez localizadas las
arterias se introduce una sustancia embolizante que
produce isquemia en el tejido de mioma, reduciendo así su
tamaño.
PÓLIPOS ENDOMETRIALES.