Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
sacerdocio
La cuestión
• Hay una relación muy
estrecha entre el misterio
eucarístico y el sacerdocio.
Misterio del jueves santo.
• Recorreremos juntos la
liturgia eucarística y desde
ahí reflexionaremos nuestra
identidad como discípulos.
1. Los que dan el primer paso
• ¿Líder? Esto parece más del
mundo de los negocios, del líder
se espera que sea competente y
decidido, que decida con
firmeza. Se evalúa en términos
de éxito y logros.
• Jesús no vive su liderazgo como
lo vive el director de una
empresa.
• Dar el primer paso en clave de
servicio. El que va delante
sintiéndose junto con el pueblo,
pecador necesitado de perdón.
• Conciencia de haber sido
llamados por puro amor.
Permanentemente discípulos.
• Caminantes, no hemos llegado
al final.
b) Señor, ten
piedad de nosotros
+ Jesús fue laico. No podía ser sacerdote
según los criterios judíos, ni ejerce su
ministerio en el templo, con funciones
sacerdotales.
+ No es el separado, el santo y puro
incontaminado en el contacto con los
pecadores. Recorrió otra vía, la de las malas
compañías. Allí ejerció un nuevo estilo de
sacerdocio.
+ El sacerdocio de Jesús fue vivido en
las relaciones interpersonales. Su altar
fue la casa, el camino, la mesa, los lagos y los
campos.
+ No por estrategia humanista, sino porque
allí mostraba el rostro de Dios. En sus
palabras y sus gestos, las personas se
encontraban con el Dios de la vida, Padre
misericordioso.
+ Renuentes a ser vistos como lo que somos:
pecadores. Nos convertimos en jueces,
repartimos excomuniones, sentimos que
estamos sobre y no con la comunidad.
+ La Palabra nos precede,
c) Oyentes de la Palabra
somos oyentes antes que
predicadores. A veces esto se
nos olvida.
+ La predicación sin la escucha
atenta, sin la oración profunda
y hecha vida, vacía la Palabra.
+ Testimonio de los ministros
protestantes. La fuerza de la
Palabra de Dios, antes que sus
iniciativas pastorales.
+ Ante la devaluación social de
la palabra, hemos de recuperar
la confianza bíblica de que la
Palabra de Dios es viva y eficaz.
+ Nos compromete en la línea
de la autenticidad y la
coherencia.
+ Palabras generadoras de
vida. Ser ben-dición
permanente. No sólo en el
ámbito del culto o del
ministerio propiamente dicho.
+ Servidores del Espíritu: el
que inspira, el que nos ayuda a
interpretar eclesialmente y el
mismo que abre la mente y el
corazón de quien escucha.
• Requiere atención a la Palabra de Dios en la realidad y en las personas.
Mirada contemplativa sobre la realidad: para Jesús no era necesario
esperar a tiempos especiales para encontrarse con Dios, la mirada atenta y
la escucha serena eran suficientes para la gratitud y la alabanza. Sobre eso
predica.
• Contemplar es pasar de la opacidad de las cosas a su transparencia. Ser
capaces de ver al hombre dentro del bloque de mármol, como decía Miguel
Ángel. “Si supieras el don que hay dentro de ti”.
• Ayudar a interpretar la realidad desde Dios, como historia de salvación.
Narrar historias, aprender a ver más allá del presente, abrir horizontes.
Como le propuso Dios a Abrahám, como proponía Jesús en las parábolas.
• Necesitamos superar esquemas paternalistas, moralizantes, y atrevernos a
confrontar conciencias adultas que aprendan a discernir la voluntad de Dios
de frente a su Palabra. Que las personas puedan hacer procesos personales
y comunitarios de escucha y discernimiento sin dependencias infantiles.
• “Nunca predicarnos”. ¿No convertimos a Dios a veces en el marco de
plata de nuestra propia fotografía?
d) Transustanciarnos
+ Envía Señor tu Espíritu… + Del celebrar al ser eucaristía
• Los dones representan a la
comunidad reunida • La clave de la identidad y la
• La transustanciación es vida de Jesús es la
entonces en los dones y en lo proexistencia: ser para los
que representan. demás. Convertirse es
• Nada más difícil que dejarse deconstruirse. Quitarse de en
transformar. Se requiere la medio. No sólo dar, sino darse.
confianza • Confianza en la gracia: de
• Convertirse en pan partido y verdad Dios puede
compartido para que otros transformar las cosas.
tengan vida: el misterio de la • Vida de resucitados
multiplicación
e) Paz,
comunión,
misión
+ No sólo invitados a ser
pacíficos sino constructores de
paz
+ La paz sin justicia es falsa
+ Alegría cristiana. Hacernos
responsables de la felicidad de los
demás
+ Algo no ensayado, fingido, sino
brota por los poros de la piel. No
se puede contener.
+ Proclamadores de la esperanza
+ Construir estructuras
eucarísticas: de la gratitud a la
gratuidad.
+ Bendición
María, mujer
eucarística
+ Dichosa porque ha creído
+ “El fiat y el amén eucarístico”
+ Necesitamos redescubrir a María
de Nazareth, la del Magnificat, la
que canta al Dios liberador, la mujer
sencilla, responsable, discípula,
servidora.
La communio personal y
1. Comunión convival
eclesial es la meta y la
consumación de la
celebración eucarística,
que se lleva a cabo en la
paz y en la comunión. En
palabras de Agustín, la
eucaristía es signo de la
unidad y vínculo del
amor. ¿Cómo comulgar el
cuerpo de Cristo sin ser
cuerpo de Cristo?
La eucaristía es para la
comunión. Con el Padre
en Jesús por el Espíritu y
con los hermanos,
miembros del cuerpo. Y
para el mundo.
La eucaristía no sólo pone de manifiesto la misión de Jesús, sino
también su esencia más honda: su ser desde Dios y para Dios y al
mismo tiempo su ser para los hombres. Es, en su misma persona,
eucharistia y eulogia, acción de gracias y bendición.
«Haced esto en memoria mía»
La concepción bíblica de
memoria no se refiere sólo a
un acordarse subjetivamente,
sino a una celebración
conmemorativa litúrgico-
sacramental, en la cual el
hecho salvífico pasado se
hace presente de un modo
simbólicamente objetivo.
3. MEMORIAL
• El sacrificio de Cristo no es inmolación cruenta en el
pasado histórico de la cruz, sino en cuanto entrega y
oblación amorosa de la propia persona realizada en la
vida, radicalizada en la muerte y asumida y ratificada
definitivamente en la resurrección y presencializada en la
celebración eucarística.
• Es el resucitado que se hace presente como entregado y
el que incorpora a su propia entrega la entrega y la
oblación de la Iglesia como cuerpo suyo.
• La dimensión sacrificial de la eucaristía deberá ser
entendida desde la vertiente de Cristo como sumo y
eterno sacerdote que se ofrece a sí mismo y nos ofrece
con él y por ello como persona activa, actuante, más que
como víctima inmolada y pasiva.
• Unión del sacrificio de Cristo con el de la Iglesia y del
propio sacerdote celebrante.
4. SACRIFICIO
7. Pregustación del banquete celestial
• El Señor dejó a los suyos prenda de tal
esperanza y alimento para el camino
en aquel sacramento de la fe en el que
los elementos de la naturaleza,
cultivados por el hombre, se convierten
en cuerpo y sangre gloriosos en la cena
de comunión fraterna y en la
degustación del banquete celestial.
• De esta manera los bienes de la
dignidad humana, la unión fraterna y
la libertad, en una palabra, todos los
frutos excelentes de la naturaleza y de
nuestro esfuerzo, volveremos a
encontrarlos limpios de toda mancha,
iluminados y transfigurados cuando
Cristo entregue al Padre el reino eterno
y universal. Un reino que ya está
misteriosamente en nuestra tierra.