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INTEGRANTES:
Liliana Barrera Rodríguez
Luis Alberto Pelagio Ávila
Irma Martínez Padilla
Karla Dayane Moreno Morales
-Hemorragia externa
*Estado de shock.
*Vértigo o mareo luego de sufrir la lesión.
*Descenso de la presión arterial.
*Palidez.
*Aceleración del pulso y aumento de la frecuencia cardiaca.
La gravedad de una hemorragia depende de lo
siguiente:
• Si es extensa o está infectada.
• Si hay cuerpos extraños.
• Si es punzante o penetrante y no se sabe la profundidad.
• Si perfora algún órgano interno.
• Si el sangrado es grave o hay hemorragia interna por lesión de algún vaso
sanguíneo.
• Si está en la cara, orificios naturales (nariz, boca, ano, vagina), manos,
abdomen, tórax o cráneo.
• Compresión local en el punto que sangra, con uno o dos
dedos o con la palma de la mano.
• Si la hemorragia cesa, se debe colocar un vendaje
• Apretar la arteria o vena contra el hueso, lo más cerca posible
de la herida.
• Se utiliza un torniquete sólo en casos de extremidades
seccionadas o aplastadas.
• Intervención de enfermería
• Disminuir hemorragia, llevando acabo los cuidados necesarios
• Controlar la hemorragia
HEMORRAGIA INTERNA
• Internas: la sangre no fluye al exterior y se acumula
debajo de la piel o en una cavidad orgánica. Se trata
de hemorragias venosas o arteriales, que pueden ser
causadas por fuertes golpes abdominales, caídas al
vacío, accidentes de tráfico, etc.
• Se trata de una emergencia médica grave y el
grado de severidad depende de la velocidad y
la ubicación del sangrado (por ejemplo,
cerebro, estómago, pulmones).
Potencialmente puede causar la muerte y
paro cardíaco si el tratamiento médico
adecuado no se recibe rápidamente
Las causas comunes incluyen trauma, diversos estados
patológicos y las complicaciones de la terapia médica. Los
lugares comunes incluyen el tracto gastrointestinal, la aorta y
la hemorragia intra-craneal
• Ansiedad.
• Mareos.
• Pupilas dilatadas.
• Piel fría y pegajosa.
• Palidez.
• Respiración cortada o rápida.
• Hinchazón.
• Falta de aire.
• Anemia severa
• El sangrado interno podría ser un artefacto iatrogénico, como
consecuencia de complicaciones después de operaciones
quirúrgicas o tratamientos médicos. Algunos efectos de la
medicación también puede dar lugar a una hemorragia
interna, tales como el uso de medicamentos anticoagulantes
o antiagregantes plaque tarios en el tratamiento de la
enfermedad arterial coronaria
La hemorragia interna es grave por dos
razones:
• El exceso de sangre puede comprimir órganos y
causar disyunciones (como puede ocurrir en
hematoma)
• Cuando el sangrado no se detiene espontáneamente,
la pérdida de sangre causará choque hemorrágico,
que puede conducir a daño cerebral y la muerte. Si
hay presión, puede conducir a la muerte o a una
hemorragia cerebral.
• Otra causa común de hemorragia interna es el
carcinoma (cáncer), ya sea del tracto gastro-
intestinal, del pulmón, o más raramente de otros
órganos como la próstata, páncreas o riñón. Otras
enfermedades relacionadas con hemorragias
internas incluyen el escorbuto, hepatoma, cáncer de
hígado, trombocitopenia autoinmune, el embarazo
ectópico, la hipotermia maligna, quistes ováricos,
deficiencia de Vitamina K, y la hemofilia y la malaria.
• Los tratamientos varían según el tipo de
hemorragia. Por ello, los tratamientos para
cada una son:
• Hemorragia interna Cirugía para cerrar el foco
hemorrágico.
• Transfusión de sangre si es necesario.
Exteriorizada.
Es aquella hemorragia que es similar a la anterior que se
percibe en el exterior, pero esta deviene por los orificios que el
propio cuerpo tiene, verbigracia es la sangre que puede ser
apreciada por la nariz o bien por los oídos.
• QUE HACER EN CASO DE:
• Otorragia (hemorragia en el oído): es la única que no hay que intentar detener, puesto que si no
dejamos que salga la sangre, ésta se acumula en el interior del cráneo y puede ocasionar graves
lesiones. Hay que tumbar al afectado del lado por el que se produce la hemorragia, colocar una
gasa que empape y trasladarlo al hospital.
• Epistaxis (hemorragia nasal): colocar a la persona sentada y con la cabeza inclinada hacia
delante; tranquilizarle y comprimir con dos dedos las fosas nasales durante al menos 2 minutos.
Si al levantar la compresión, la hemorragia no ha cesado, será necesario reanudar la compresión.
Cuando la hemorragia es importante, se utiliza el taponamiento con gasa enrollada y mojada en
vaselina o agua oxigenada mientras se traslada a la persona un centro sanitario.
• Hemoptisis (hemorragia proveniente de bronquios o pulmones): colocar al afectado semisentado
(sentado con la espalda reclinada hacia atrás en un ángulo de unos 45 grados), aplicarle hielo en
el tórax, conservar la materia expulsada tras los golpes de tos y acudir a un centro sanitario.
• Hematemesis (sangre que sale por la boca proveniente de vías digestivas): colocar a la persona
afectada en posición decúbito supino (acostada boca arriba en el sueño) y aplicar hielo en el
abdomen.
• Hemorragia del ano: si son rectorragias, la sangre es de color rojo intenso, y habría que aplicar
un apósito absorbente. Si son las llamadas melenas, las heces son de color negro y malolientes,
lo que requiere un traslado urgente al hospital.
• Hemorragias vaginales: si el sangrado es abundante, consultar con un profesional sanitario.
• Hematuria (sangre en la orina): hay que acudir a un centro sanitario.
¿Qué complicaciones pueden surgir?
Si no se detienen a tiempo o si evolucionan mal, las hemorragias pueden derivar en ciertas
situaciones más graves:
Shock hipovolémico: se produce por la pérdida de gran cantidad de sangre y puede hasta llegar a
dañar los órganos. En una hemorragia interna, la sangre puede acumularse y crear hematomas o
generar presión en los órganos, causando su mal funcionamiento e incluso provocando un paro
cardíaco.
Síncope: sus síntomas son mareo, sudoración, debilidad, náuseas, respiración rápida (taquipnea) e
hipotensión. Puede producirse en caso de hemorragia abundante.
Anemia: se manifiesta con fatiga, palidez y puede darse tras una pérdida de sangre prolongada.
Capilar.
Es aquella que procede de los pequeños vasos que pueden
existir en la membrana o bien en la piel, los cuales al estar
expuesto de forma inmediata, ante cualquier agente dañino se
rompen.