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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

SEDE IBARRA
Enfermedades Infecciosas y Parasitarias

Tema: Parvovirus Canino


Integrantes:
• Bryan Pasquel
• Elias Piyahuaje
• Pedro Pupiales
• Johanna Urbina
• Mishel Villarruel
Situación en el Ecuador
En Ecuador no existen estudios sobre el comportamiento
epidemiológico de la enfermedad que propicien
observaciones en el tiempo, que puedan ser estudiadas
utilizando diferentes tipos de modelos de series de tiempo que
permitan conocer su comportamiento actual y predecir valores
futuros; lo que permitiría preparar una intervención oportuna
para prevenir la enfermedad y reducir las consecuencias de la
misma.

Cárdenas, 2012
Un estudio sobre parvovirus canino realizado en
Guaranda-Bolívar-Ecuador aplicando series del tiempo a
través de los modelos Box-Jenkins y ARIMA muestra que
ambos indicadores tuvieron una marcada estacionalidad
semestral, que se caracterizó por un elevado número de
casos de enfermos y muertes entre los meses de mayo y
octubre, con un pico de presentación en los meses de
Junio y Julio; coincidiendo con los meses más cálidos en
Ecuador.
Los índices de prevalencia son muy variables, oscilando
las tasas entre 1/1000 animales en los meses de menor
presentación y en los más críticos puede ser superior a
6/1000. Los porcentajes de mortalidad también
presentaron alta variabilidad, fluctuando entre 0,04 y 0,52
%

Cárdenas, 2012
Este comportamiento puede deberse al aumento de las
temperaturas que ocurren en estos meses, que pueden
inducir la pérdida de apetito, disminuir la función del sistema
inmune y aumentar la susceptibilidad a enfermedades
parasitarias, bacterianas y virales. Por otra parte, la forma de
transmisión fecal-oro-nasal de la enfermedad se ve
favorecida por los altos niveles de precipitaciones y humedad
que ocurren en esos meses.

Cárdenas, 2012
Sinonimias
Esta enfermedad canina se conoce como:
• Gastroenteritis hemorrágica
• Gastroenteritis viral hemorrágica
• Infección por parvovirus canino
• Parvovirus canina
• Diarrea con sangre canina
• Virus diminuto de los caninos

(Pospischil, 1985)
Agente Etiológico
El Parvovirus Canino (CPV) pertenece al género Parvovirus
de la familia Parvoviridae.
• DNA de hebra simple
• Pequeños (20-25 nm de diámetro)
• Sin envoltura
Requieren de tejidos en activa proliferación para poder
replicarse, como es el caso de corazón en las primeras
semanas de vida y las células de las cripta intestinal. En el
perro se describen 2 tipos de parvovirus: CPV-1 y CPV-2.,
dentro del cual encontramos 2 subtipos: 2a y 2b.
(Carmichael,1994).
Cepas
• El CPV-1 es poco patógeno, afecta principalmente a
cachorros produciendo signos de neumonía, miocarditis y
enteritis. En las hembras preñadas causa infección
transplacentaria y reabsorción de los embriones o muerte
fetal.
• El CPV-2, en cambio, es un virus muy patógeno, sin
embargo la subcepa CPV-2 a se puede decir que se ha ido
atenuando a base del tiempo volviéndose cada vez menos
patógeno, pero la subcepa CPV-2 b es extremadamente
patógena y es la causante de las infecciones graves en el
perro.
• Se describe un mayor riesgo en razas como rottweiler,
doberman, labrador, stafforshire americano y pastor alemán
Características del Agente (resistencia)

Este virus es muy resistente a las condiciones ambientales


extremas; capaces de soportar altas y bajas temperaturas.
Posee gran resistencia a los desinfectantes más comunes. Es
excretado por las heces de los perros y puede mantenerse en
ellas viable por largos períodos de tiempo.
Esta resistencia le sirve al virus como vía de entrada al
organismo y también puede servir como reservorio de la
infección.(Truyen,1999).
Características del Agente
(susceptibilidad)

La capacidad del parvovirus canino de causar enfermedad


parece estar limitada a la especie canina.
La enfermedad se fundamenta en el perro doméstico (Canis
familiaris), coyotes (Canis latrans), zorro (Cerdocyon thous y
Alopex lagopus) incluyendo a la zorra azul, así como a ciertas
variedades de lobos (Chrysocyon brachyurus). (Pollock, 1982)

La inoculación parental del parvovirus canino en los gatos


domésticos (Feliz domesticus) puede dar origen a una infección,
pero esta es autolimitante y no genera enfermedad. Se produce
una ligera replicación viral en los órganos linfoides y el virus es
eliminado en corto tiempo. (Pollock, 1982)
Mecanismo de
transmisión

1. Vía oral, saliva,


orina y vómitos del
animal infectado.

2. A través de
heces fecales.
SIGNOS CLÍNICOS

Dependiendo de la edad, estado de inmunidad y raza


susceptible:

1. Forma entérica o intestinal.


Se produce en perros de cualquier edad:
- Emesis (Vómito)
- Diarrea de color grisáceo y hemorrágica
- Depresión
- Anorexia
- Fiebre 40 y 41 °C
SIGNOS CLÍNICOS

Diarrea hemorrágica
Vómito

Depresión Anorexia
2. Forma Cardiaca.
Esta forma de parvovirus se ha diagnosticado solamente
en cachorros menores de 12 semanas de edad.

La forma cardiaca se da con una tasa de mortalidad su-


perior al 50% en camadas afectadas. Se produce:

- Indicios de miocarditis en ausencia de signos de enteri


tis
- Postración
- Arritmias cardiacas
- Disnea
- Edema pulmonar.
SIGNOS CLÍNICOS

Postración Arritmias cardiacas

Disnea
Hallazgos
anatomopatológicos
(lesiones postmorten)

Cuadro entérico:

La necropsia de un perro muerto por


parvovirus canino se observan lesiones en
duodeno distal y con mayor gravedad en el
yeyuno.
En Necropsia, como lesiones
macroscópicas se observan, el íleo y
yeyuno flácidos, congestionados y con
hemorragias subserosas.
Los nódulos linfáticos mesentéricos y
submandibulares están aumentados de
tamaño, con petequias y edematosos.
Necrosis en medula ósea, necrosis en la
región cortical del timo y atrofia de este
órgano en perros jóvenes.
Cuadro miocardio:

Los pulmones suelen estar edematosos,


de color gris a rosado con congestión y
hemorragia focal.
El corazón generalmente esta dilatado,
en especial el ventrículo izquierdo con
áreas pálidas en miocardio y aurículas.
Diagnostico Clínico

Al presentar unas manifestaciones


clínicas tan variables, su diagnóstico no
es fácil. Suele ser un diagnóstico
presuntivo el que le permite al
veterinario iniciar terapias de
mantenimiento.
Hemoaglutinación e inhibición de la
hemoaglutinación
(HA-lHA)

El parvovirus canino es capaz de aglutinar a los


glóbulos rojos.

Para determinar la presencia de parvovirus en heces


se centrifugan la materia fecal y con el sobrenadante
se hacen diluciones.
Neutralización con suero

Esta prueba ofrece resultados equivalentes a las


pruebas de HA e IHA; sin embargo, se requiere una
mayor infraestructura para su realización, puesto que
se utilizan cultivos de tejidos. Por otra parte, es una
prueba que necesita varios días, por lo que no se usa
como técnica de rutina.
Técnica de anticuerpos
fluorescentes
Se utiliza para determinar la
posible presencia de partículas
virales en tejidos de animales, o
bien para establecer si existen
anticuerpos específicos en el
suero de un animal sospechoso.

En este caso, se baña una


laminilla preparada con tejido
infectado con suero; después de
incubar y lavar la preparación, se
tiñe con anticuerpos fluorescentes
específicos contra
inmunoglobulina de perro.
Aislamiento del
parvovirus

El virus se puede aislar a partir de heces de perros


infectados, durante las 2 semanas siguientes a la
infección.
Microscopía
electrónica

La observación de suspensiones de materia fecal


preparadas para examen mediante microscopia
electrónica, permite identificar las partículas de virus
cuando las mismas están siendo eliminadas en heces.
Con este método es factible diferenciar con facilidad
entre parvovirus, coronavirus y rotavirus.
Diagnóstico Diferencial:

Existen otros procesos patológicos que podrían present


ar un cuadro clínico parecido al de la enteritis por parvov
irus, como el moquillo canino, infecciones por coronaviru
s, hepatitis, gastroenteritis hemorrágicas, enteritis parasi
tarias e infecciones bacterianas.
Estas incluyen:
• Moquillo Canino: Leucopenia, curva bifásica de
temperatura, conjuntivitis purulenta.

• Hepatitis contagiosa canis: al comienzo leucopenia,


laringo-faringitis y amigdalitis como enfermedad
secundaria, entubamientos corneales, proteinuria.
Además existe falta de coagulación de la sangre.

• Infecciones por coronavirus: curso menos severo con


menores porcentajes de mortalidad. Los animales se
suelen recuperar entre los 6-9 días incluso sin
tratamiento, pero la diferenciación clínica es imposible.

Enteritis parasitarias: a veces pueden darse de forma


simultánea.
TRATAMIENTO
Debe iniciarse de inmediato, en cuanto se detectan los primeros
síntomas. No hay tratamientos específicos contra el virus, por lo que el
tratamiento estará dirigido al sostén del paciente.

 Evitando la deshidratación y el
desequilibrio electrolítico.
 Evitar las infecciones
secundarias.
 Proteger el tracto intestinal.
La clave estará en la reposición de fluidos y
electrolitos de forma adecuada tanto en cantidad como en el
tipo. En ocasiones habrá que multiplicar las necesidades de
mantenimiento con el fin de compensar las perdidas que se
producen por los vómitos y las diarreas.

 Deberemos complementar de manera adecuada las perdidas de


potasio y de glucosa y controlar los vómitos con el empleo de
antieméticos y antiácidos.

La ampicilina es el anti
biótico de elección,
otros tratamientos
incluyen gentamicina y
cefalisporinas.
Caolin, pectina y emulsi
ones de hidróxido de alu
minio.
 Habrá que controlar las infecciones bacterianas
secundarias que se verán agravadas por la
leucopenia y la alteración de la mucosa intestinal que
favorece la septicemia. En ocasiones habrá que
combinar varios antibióticos.
 Habrá que hacer una transfusión de sangre si baja
demasiado el hematocrito o de plasma si lo que baja
mucho es la albumina. El empleo de precursores de
colonias de granulocitos tiene una utilidad discutible,
se emplean para aumentar el numero de leucocitos.
 Debemos prestar especial atención a poner el catéter
de la manera mas aséptica posible y revisarlo todos
los días pues es una de las principales vías de
infección.
CONTROL Y
PREVENCIÓN DE LA
ENFERMEDAD
Vacunación e higiene ambiental
del hogar o criadero.

El virus puede sobrevivir hasta


cinco meses o mas fuera del
animal y es resistente a la acción
de muchos desinfectantes
utilizados de rutina para el
saneamiento del ambiente.
El hipoclorito sódico (lejía) es la forma mas eficaz de eliminar
al virus de las superficies u objetos donde pudiera estar.

 Hasta que el cachorro no


adquiera una protección
inmune suficiente hay que
evitar que entre en contacto
con la materia fecal de
otros animales (paseos
públicos, etc.).

 La vacunación de todos los


perros a partir de las seis
semanas de edad, es sin
dudas la forma mas segura
de mantenerlos a salvo de
la parvovirosis canina.
Plan Vacunación
Un plan de vacunación para cachorros puede ser:

A los 45 días de vida: primera dosis de la vacuna contra el Parvovirus.

A las 9 semanas de edad: la segunda vacuna que será para protección


contra Moquillo canino, Adenovirus tipo 2, Hepatitis infecciosa C y
Leptospirosis. Y la segunda dosis de la vacuna contra el Parvovirus. La
vacuna contra el Coronavirus es opcional.

A las 12 semanas de vida: se repite una dosis de la vacuna anterior y la


tercera de Parvovirus.

A partir de los 4 meses de edad: la vacuna contra la Rabia.

Repetir anualmente la vacuna pentavalente (Parvovirus/ Moquillo/ Hepatitis /


Parainfluenza / Leptospirosis) y Rabia.
J.W. Aldaz Cárdenas. 2012 Escuela de Medicina Veterinaria. Facultad de Ciencias
Agropecuarias. Universidad Estatal de Bolívar, Ecuador.

Pospischil A, Yamaho H. Parvovirus enteritis in dogs based on autopsy statistics 1978-1985.


Tierarztl Prax 1987;15:67-71.

Carmichael E. (1994). Canine parvovirus type-2. An evolving pathogen of dogs. Ann Med Vet
138:459–464.

Truyen U. (1999). Emergence and recent evolution of canine parvovirus. Vet Microbiol 69:47–50.

Pollock, R V. Experimental canine parvovirus infection in dogs. Cornell Vet. 72:103-119, 1982.

Baez, C. (2012). La parvovirosis canina. Recuperado de:


http://repository.lasallista.edu.co/dspace/bitstream/10567/690/1/NUEVA_PERSPECTIVA_PARV
OVIRUS_CANINO_SUR_VALLEDEABURRA.pdf

Vargas, L., Mendoza , L., Acevedo, O., Chavarria, M., Fonseca, E., & Moya, F. (2013).
Enfermedades Infecciosas de los Animales Domésticos (Vol. primera edición ). (C. A. Arce Alfaro,
Ed.) San José, Costa Rica: EUNED.
GRACIAS

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