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LA CREACION DE

HOMBRE
Esta es la relación de cómo
todo estaba en suspenso,
todo en calma, en silencio;
todo inmóvil, callado, y
vacía la extensión del
cielo…
Solo el creador, el formador,
Tepeu y Gucumatz, estaban
rodeados de claridad.
Entonces dispusieron la
creación de los arboles y los
bejucos y el nacimiento de la
vida y la creación del hombre.
Luego hicieron a los animales
pequeños del monte, los guardianes de
todos los bosques, los genios de la
montaña, los venados, los pajaritos,
leones, tigres, serpientes, culebras,
cantiles (víboras, guardianes de los
bejucos).
Entonces fue la creación y la formación. De
Tierra, de lodo hicieron la carne del hombre,
pero vieron que se deshacía, entonces
convinieron que se junte la madera y que sea
labrada por el Creador y Formador, y si este
el hombre de madera es el que nos ha de
sustentar y alimentar cuando aclare.
En seguida fueron
aniquilados, destruidos y
deshechos los muñecos de
palo, y recibieron la muerte.

Una inundación profunda fue producida


por el Corazón del Cielo; un gran diluvio
se formó, que cayó sobre los muñecos de
palo.
Había entonces muy poca
claridad sobre la faz de la
tierra.
Aún no había sol. Sin
embargo había un ser
orgulloso de sí mismo que se
llamaba Vucub- Caquix.
Este es el principio de la derrota y de la
ruina de la gloria de Vacub-Caquix por los
dos muchachos, el primero de los cuales se
llamaba Hinaphú y el segundo Ixbalanque.
Estos eran dioses verdaderamente.
Contaremos ahora el tiro de cerbatana
que dispararon los muchachos contra
Vucub-Caquix.
La destrucción de
cada uno de los
que se habían
ensoberbecido.
A continuación se pusieron en camino para el
lugar donde se encontraba Vucub-Caquix
recostado en su trono. Caminaban la vieja y
el viejo seguidos de los dos muchachos , que
iban jugando tras ellos. Así llegaron al pie de
la casa del señor, quien estaba gritando a
causa de las muelas.
He aquí ahora los
hechos de Zipacná , el
primer hijo de Vucub-
Caquix.
Cuando vieron esto los muchachos dijeron:
¡Ya pereció aquel demonio!. Mirad lo que
hemos hecho. Así hablaban entre si. Sin
embargo, Zipacná estaba bien vivo. Se
había cortado los cabellos de la cabeza y se
había roído las uñas con los dientes para
dárselos a las hormigas.
Contaremos ahora la
derrota de Zipacná por
los dos muchachos
Hunahpú e Ubalanqué.
El tercero de los
soberbios era el segundo
hijo de Vucub-Caquix,
que se llamaba Cabrcán.

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