La articulación está envuelta por una cápsula fibrosa que forma un
espacio cerrado en el que se alberga la extremidad inferior del fémur, la rótula y la porción superior de la tibia. La cubierta interna de esta cápsula es la membrana sinovial que produce el líquido sinovial. El líquido sinovial baña la articulación, reduce la fricción entre las superficies en contacto durante los movimientos y cumple funciones de nutrición y defensa. Vasos sanguíneos El riego sanguíneo de la rodilla proviene fundamentalmente de 3 arterias, la arteria femoral, la arteria poplítea y la arteria tibial anterior. De estos troncos principales surgen otros más pequeños que forman un círculo alrededor de la articulación llamado círculo anastomótico de la rodilla, del cual surgen a su vez otras ramas secundarias que proporcionan sangre a las diferentes estructuras. Las ramas más importantes son: Arteria genicular superior medial. Procede de la arteria poplítea. Arteria genicular superior lateral. Procede de la arteria poplítea. Arteria genicular inferior medial. Procede de la arteria poplítea. Arteria genicular inferior lateral. Procede de la arteria poplítea. Arteria genicular descendente. Procede de la arteria femoral. Arteria recurrente tibial anterior. Procede de la arteria tibial anterior. El retorno venoso tiene lugar fundamentalmente a través de la vena poplítea que pasa por el hueco poplíteo paralela a la arteria del mismo nombre y desemboca en la vena femoral.