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Las escenas de la película son macabras.

Emily Rose, de extremidades atadas a la cama, gritando


desesperadamente mientras los sacerdotes vierten agua bendita sobre su cuerpo y hacen esfuerzos
inhumanos para que sus propios rezos se escuchen por sobre los siniestros gemidos del demonio que ella
tenía dentro.
Anneliese nació el año 1952 en
Alemania. Fue criada por sus padres y
vivió una infancia como cualquier otra
niña de su edad; estudiaba, asistía a la
iglesia, tenía amigas y le gustaba
caminar por los alrededores de su
casa. Pero todas esas conductas
normales cambiaron drásticamente
cuando, ya a los 16 años, sintió que
perdía el control sobre su cuerpo.
Cuando aquel extraño síntoma de
convulsión comenzó a aparecer con
mayor frecuencia, sus padres Josef y
Anna decidieron comunicarse con el
neurólogo de la Clínica Psiquiátrica de
Wurzburg, Alemania, quien la
diagnosticó con el “gran mal” de la
epilepsia. A causa de los fuertes ataques
epilépticos y a la depresión sufrió
producto del descontrol, Anneliese fue
admitida para tratamiento en el hospital.
Se determinó que Anneliese
debía ser salvada de varios
demonios, incluyendo a
Lucifer, Judas Iscariote, Nerón,
Caín, Hitler y Fleischmann, un
cura del Siglo XVI, y algunas
otras almas atormentadas que
se manifestaban a través de
ella. Entre septiembre de 1975
hasta julio de 1976 se le
practicaron una o dos sesiones
de exorcismo por semana, los
ataques de Anneliese eran tan
fuertes a veces que debía ser
sostenida por tres hombres e
incluso hubo que encadenarla.
Luego de 11 meses y 67 sesiones de exorcismo, el cuerpo de Anneliese
simplemente no soportó más. Tenía neumonía y se había roto dos
ligamentos en la rodilla, pero la autopsia reveló que la causa de muerte
fue malnutrición y deshidratación. Murió pesando 30 kilos a la edad de
23 años.

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