Cuando hablamos de la higiene postural nos referimos a
la postura correcta que debemos adoptar, ya sea en una posición estática, como en la realización de actividades, realización de tareas, ejercicio, etc. Por tanto cuando hablamos en Fisioterapia de este modelo de trabajo nos referimos a aprender cómo adoptar posturas y realizar movimientos o esfuerzos de forma que la carga para la columna vertebral sea la menor posible. Es muy importante en todas las actividades o trabajos, ya que si no la observamos adecuadamente puede provocar en nuestro organismo situaciones patológicas e incapacitantes, por su importante repercusión sobre la predisposición, desencadenamiento y agudización de alteraciones y lesiones en el organismo Objetivos
El objetivo de la higiene postural es aprender a
realizar los esfuerzos de la vida cotidiana de la forma más adecuada posible, disminuyendo el riesgo de padecer algias. Aunque para aquellos que ya padecen de algias vertebrales, si conocen cómo realizar los esfuerzos cotidianos pueden mejorar su autonomía, mejorando su actividad diaria, al no verse limitada o que el impacto sobre ella sea el mínimo. Intervención
La higiene postural puede aplicarse a las personas
sanas, para prevenir el riesgo de lesión y a los enfermos, para disminuir su limitación y mejorar su autonomía. Habilidades
La Higiene Postural, puede evitar la sobrecarga de la
espalda y por tanto, disminuir la degeneración de su estructura y el riesgo de que aparezcan crisis dolorosas. Además, mientras dura el dolor, saber cómo proteger la espalda al adoptar las posturas y realizar los esfuerzos cotidianos nos facilita la realización de la actividad diaria. Siendo una transmisión de conocimientos, no existen riesgos ni contraindicaciones, pero debemos recordar que algunos autores defienden la importancia del tipo de personalidad, la ansiedad y la insatisfacción personal como factores de riesgo para padecer dolor de espalda por lo que su actitud ante el dolor es tan o más importante que la higiene postural para prevenir la aparición del dolor de espalda, además, deberemos tener precaución con los malos hábitos, el stress, tabaquismo, sobrepeso y tener precaución en la movilización de familiares o pacientes, en los casos de cuidadores informales o formales. Recomendaciones Básicas
A lo largo del día las personas adoptan diferentes
posturas dependiendo de la actividad que realizan. La adquisición de malos hábitos posturales como estar mucho tiempo en la misma posición, movimientos repetitivos, posturas forzadas y mantenidas, realización de actividades que requieran fuerza o sedentarismo, pueden desencadenar principalmente dolores de espalda, de ahí que corregirlos y adecuar el estilo de vida reducirá y evitará el dolor. Recomendaciones con el fin adquirir hábitos saludables y prevenir lesiones en la espalda
No permanecer en la misma postura durante periodos
prolongados, alternar actividades que requieran estar de pie con otras que impliquen estar sentado o en movimiento Intercalar periodos breves de descanso entre las diferentes actividades Si fuera necesario, modificar adecuadamente el entorno (mobiliario, altura de los objetos, iluminación, etc) buscando la situación más cómoda y segura para la espalda. Planificar con antelación los movimientos o gestos a realizar, evitar las prisas que pueden conllevar mayores riesgos. Medidas principales a tomar: 1. Mantenerse activo. 2. Hacer ejercicio regularmente. 3. Calentar los músculos antes de hacer ejercicio y estíralos al terminar. 4. No fumar 5. Evita el reposo excesivo, esto disminuye la resistencia de músculos y huesos. HIGIENE POSTURAL EN NIÑOS ESCOLARES
El hecho que supone para un escolar pasar un determinado
alto número de horas al día en el colegio sentado y, con relativa frecuencia, en mala posición, debido en muchos casos a que los lugares donde se sientan los niños no son los adecuados, supone el comienzo de la adquisición de malas posturas que modifican el estado natural de la espalda y la columna vertebral de los alumnos.
Existen muchos casos en que los niños van al colegio con
mochilas que superan en peso la carga recomendable para sus edades, por lo que suman a lo anterior la posibilidad de tener más problemas en la espalda y de cuello, además de cualquier otra parte del cuerpo, como puedan ser músculos, tendones o ligamentos, es utilizar siempre una postura estabilizadora y lo más correcta posible que impida la posibilidad de sufrir dichas cargas Mobiliario escolar
A la hora de diseñar un mobiliario para esta edad hay
que saber que el asiento ha de tener el respaldo en la zona lumbar, siendo firme pero sin extrema dureza, debe ser amplio para que se puedan realizar cambios en la postura.
La mesa, al igual que las sillas, es idónea si tiene
regulación en la altura y en la inclinación. Para una buena acomodación visual el tablero de la mesa debe disponerse a una altura correcta según el tamaño del niño, siendo también capaz de apoyar los brazos en el mismo con la mayor comodidad posible. La mochila
Tiene que ser proporcional al peso y la estatura del
alumno, sin sobrecargas innecesarias que perjudique la espalda en su transporte. POSTURA EN LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
El deportista necesita tener un conocimiento de su
cuerpo y un control muy preciso de sus movimientos para ejecutar correctamente el gesto deportivo.
La prevención es básica y su valoración está
encaminada a detectar anomalías estructurales o funcionales que podrían derivar a patología y a detectar lesiones que se verían agravadas con el esfuerzo. La valoración global no siempre es fácil pero sí necesaria. Si nos fijamos en la variedad de deportes que se practican, veremos que cada uno implica un gesto deportivo concreto, o unas secuencias de movimientos parecidos y repetidos, que necesitan de un aprendizaje hasta automatizar ese gesto, con una estructura corporal en correctas condiciones.
Dentro de esta variedad de deportes podemos ver como
el morfotipo varía bastante de un deporte a otro: los chicos de gimnasia deportiva masculina son más bien de talla baja y musculados mientras que los de salto de pértiga son atléticos, altos y delgados, aunque fibrados. A cada individuo, por sus características morfológicas y constitucionales personales le será más fácil la práctica de un deporte que otro. El entrenamiento lleva también a unas adaptaciones fisiológicas y estructurales a tener en cuenta como normales en un deportista, así por ejemplo los tenistas y lanzadores tienen la musculatura paravertebral. Los futbolistas trabajan mucho la musculatura de las piernas . Los nadadores y waterpolistas tienen los hombros muy potentes.
Es necesario prestar atención a los estiramientos, la
recuperación post-esfuerzo, una dieta adecuada al gasto calórico y una buena suplementación e hidratación. Existen actividades físicas más neutrales en cuanto a sus efectos sobre la postura como son; la marcha, la carrera, la natación, el remo con banco móvil o el ciclismo.
Hay otros deportes que afectan al equilibrio muscular
aquellos en los que predomina un lado del cuerpo como, por ejemplo, el tenis. Y los que minimizan las influencias posturales negativas de algunos de los deportes practicados habitualmente complementándolos con prácticas o disciplinas deportivas como el yoga o el pilates. ALTERACIONES POSTURALES.
Las alteraciones posturales son anomalías existentes
en nuestro cuerpo que se manifiestan mediante el dolor. Se pueden distinguir dos tipos: Trastornos o discapacidades estructurales. Se asocian a limitaciones de movilidad, de desviaciones y de malformaciones que condicionan nuestra postura negativamente. En algunos casos incapacitan y son irreversibles, mientras que en otros precisan de terapia rehabilitadora, de ayudas técnicas o, incluso de cirugía, como, por ejemplo, la rotura de la tibia. Defectos posturales.
Son actitudes o hábitos incorrectos (vicios) que
adquirimos y que pueden llegar a modificar o alterar negativamente nuestra postura. Los defectos posturales se manifiestan en su mayoría en la columna vertebral y llegan a producir la deformidad de la misma. Los más característicos en el ser humano son tres y se manifiestan mediante actitudes cifóticas, lordóticas y escolióticas: Cifosis: Consiste en un arqueamiento de la curva dorsal que apunta hacia atrás, lo que conlleva una postura conocida comúnmente como joroba.
Lordosis: Es un incremento de la curva posterior de
la columna cervical y lumbar, lo que crea la apariencia de estar inclinado hacia atrás.
Escoliosis: Es la desviación lateral de la columna
vertebral, y puede producirse en forma de “S” o “C”. También cabe destacar otros tres defectos que se producen en las piernas y que son tan comunes y perjudiciales para la postura corporal como los descritos anteriormente:
Genu valgo: se denomina comúnmente piernas en “X”.
Consiste en una lateralización del peso del cuerpo respecto al centro de la articulación como consecuencia de la angulación interna del muslo y de la pierna. Representa un gran riesgo para la rodilla.
Genu varo: se denomina comúnmente piernas en “O”. Es un
defecto inverso al anterior y supone un riesgo grande para el ligamente lateral externo que se localiza por la parte exterior de la rodilla. Asimetría de las extremidades inferiores: se produce cuando las piernas presentan una diferencia de longitud. Provoca una aumento del grado de inclinación de la pelvis a causa de la desigualdad de las piernas. Se necesita la compensación ortopédica (plantillas en el calzado) si la diferencia está por encima de 1,5 cm.