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OSCILADORES DE RADIO FRECUENCIA

Osciladores
Puede decirse que los osciladores constituyen el corazón de
los sistemas radioeléctricos de comunicaciones. Son los
circuitos mediante los cuales se generan las portadoras que
serán moduladas por las señales de información y las fuentes
de señal de las que se obtienen las señales de sincronismo o
de reloj en los sistemas digitales. El caso más general, un
oscilador genera una señal senoidal de frecuencia y
amplitud constantes. Puesto que las señales generadas por
los osciladores constituyen la referencia de frecuencia en los
sistemas de comunicaciones resulta indispensable que la
frecuencia de la señal generada por ellos sea efectivamente
constante, es decir, que no varíe, particularmente en los
osciladores de transmisores radioeléctricos.
La estabilidad en frecuencia se expresa en partes por millón
o ppm, lo que equivale expresar la variación de frecuencia
en Hz/MHz. Así, un oscilador de 100 MHz con una
estabilidad, por ejemplo de 0.1 ppm, significa que puede
variar su frecuencia en ± 10 Hz respecto a la frecuencia
nominal de 100 MHz.

Principio general de funcionamiento


El principio general en que se basan los osciladores es la
retroalimentación positiva. El circuito genérico en bloques se
ilustra en la figura.
Fig. Oscilador Realimentado

Estrictamente, la función del oscilador es convertir la energía


de corriente continua de la fuente de alimentación en energía
útil de señal. Aunque en la figura se ha indicado una señal de
entrada, esta entrada externa no existe en la mayoría de
los osciladores, de modo que tal parecería que un oscilador no
requiere de señales externas de entrada. Esto es cierto
a medias. La señal de entrada a un oscilador es el escalón de
voltaje al aplicarle el voltaje de la fuente de alimentación, que
junto con el ruido interno presente en el circuito, hace que
éste produzca a su salida una oscilación auto sostenida sin
necesidad de otras señales de entrada externas a él.

La energía de la fuente de alimentación se convierte, por una


parte, en una señal oscilatoria que es la señal útil de salida y,
además, suministra la energía que consume el propio circuito
del oscilador. Este, básicamente está constituido por un
amplificador que compensa las pérdidas internas en la señal y
que, además suele tener incorporado un circuito capaz de
mantener la frecuencia de oscilación, por lo general algún tipo
de circuito resonante, bien sea un circuito sintonizado LC, un
resonador a cristal, una cavidad resonante, etc. Finalmente
en todo oscilador es necesaria una red de retroalimentación,
que se ajusta a dos criterios designados como criterios de
Barkhausen.

Primero, la señal debe estar exactamente en fase con


la señal de entrada en el diagrama de la figura y, segundo, la
ganancia total del lazo cerrado por el amplificador y la red de
retroalimentación, debe ser exactamente igual a 1. Esto,
matemáticamente se expresa como que AVβ = 1, en que AV y
β son las ganancias del amplificador y de la red de
retroalimentación respectivamente.
Un oscilador RF es un dispositivo electrónico que genera una
tensión oscilante a frecuencias típicas de radiofrecuencia.
Características de un buen oscilador RF
Lo que se le pide a un oscilador RF es:
• Que arranque automáticamente al conectarlo.
• Que sea estable en frecuencia ante fenómenos como
vibraciones, cambios de temperatura, cambios en la tensión
de alimentación, etc.
• Que cuando sea de frecuencia variable, varíe su frecuencia
de manera repetitiva
• Que cuando sea de frecuencia variable, llegue rápidamente
a la nueva frecuencia
• Que cuando se le conecte otro componente electrónico a la
salida, la carga no genere un cambio en la frecuencia
• Que tenga poca distorsión
• Que tenga bajo ruido de fase.
Tipos de osciladores RF
Los osciladores de radiofrecuencia pueden ser de varios
tipos. Los más comunes son: Osciladores Pierce, a cuarzo o
cerámicos. Osciladores LC : Hartley, Colpitts , Vackar, Seiler,
Clapp, Osciladores por frecuencia sintetizada
Cada uno tiene sus ventajas y desventajas. Los osciladores
Pierce a cuarzo utilizan un cristal de cuarzo, el cual una vez
en resonancia confiere al circuito una gran estabilidad en
frecuencia, pero exactamente por ese motivo es difícil
obtener osciladores de frecuencia variable: las excursiones
de frecuencia son limitadas.
Fig. Oscilador de circuito sintonizado
Oscilador Hartley
En este oscilador, al igual que en el Colpitts, la relación
necesaria de fase entre la salida y la entrada se consigue
conectando el emisor y el colector a los extremos opuestos
de un circuito sintonizado. Entre los circuitos de entrada y
salida, la inductancia mutua debe tener la polaridad
adecuada. En los circuitos sintonizados de salida y entrada la
reactancia debe ser inductiva a la frecuencia de oscilación
deseada.
Fig. Oscilador Hartley

El circuito anterior oscila a una frecuencia dada por:


y debe cumplirse que:

Donde gm es la transconductancia del transistor y gos su


conductancia propia de salida. GL es, en este caso, la
conductancia de carga conectada a la salida del oscilador.
Oscilador Colpitts
Es muy similar al Circuito Hartley. La diferencia es que aquí
se emplean dos condensadores y una bobina y en el Hartley,
dos bobinas y un condensador.

Fig. Oscilador Colpitts


La frecuencia de oscilación del circuito Colpitts de la figura es:

Las expresiones anteriores, para los dos circuitos, suponen


que la amplificación del transistor es suficiente para
compensar las pérdidas en el propio circuito del oscilador y
que la carga externa no introduce ningún defasamiento. La
amplificación de voltaje en estas condiciones, está dada por:
Oscilador a Cristal
El efecto piezoeléctrico y la aplicación de los cristales en filtros.
Según se ha visto, un cristal piezoeléctrico cuando se
somete a un esfuerzo mecánico de presión o deformación
produce una carga eléctrica oscilatoria a lo largo de los ejes de
corte del cristal, que se comporta como un circuito resonante
con una Q muy alta, generalmente superior a 105,
propiedad que hace de los cristales elementos muy importantes
para la implementación de osciladores. Un cristal, como los
mostrados en
la figura se comporta como un circuito resonante cuyo circuito
equivalente se muestra en la figura.
Fig. Cristales usados en osciladores y filtros Fig. Circuito equivalente de un cristal
En este circuito, Cp representa la capacidad electrostática
entre los electrodos del cristal, mientras que el circuito en
serie Ls, Cs, rs representa el equivalente eléctrico de la
característica vibratoria del cristal. La inductancia es el
equivalente eléctrico de la masa cristalina que interviene de
manera efectiva en la vibración. C, a su vez, es el equivalente
eléctrico de la compliancia6 mecánica y la resistencia rs
representa al equivalente eléctrico del rozamiento.
Como puede inferirse del circuito de la figura, el cristal
presenta dos frecuencias de resonancia, una en serie y otra
en paralelo, designada también como antirresonancia. La
frecuencia de resonancia en serie es siempre menor que la de
resonancia en paralelo y está dada por:
En tanto que la resonancia en paralelo es:

Combinando las dos expresiones anteriores se tiene la


siguiente expresión aproximada:
La expresión completa para la impedancia del cristal es:

Donde A = ωp/ωs. ωp y ωs son las frecuencias angulares de


resonancia en paralelo y en serie, respectivamente, Rs y Xs,
la resistencia y reactancia equivalentes en serie.
Si la resistencia rs en serie con la bobina en el circuito
equivalente de la figura, se supone cero, la expresión se
reduce a:
En la figura 4.17 se ilustran tres tipos de osciladores simples
a cristal, realizados con transistores bipolares y que, también,
pueden realizarse con transistores de efecto de campo.
Factor de calidad, Q.
El factor de calidad o, más comúnmente, la Q de un circuito
resonante en serie se define como la relación entre la
reactancia inductiva a resonancia y la resistencia en serie
con el circuito sintonizado. Por lo general, la resistencia en
serie asociada con la capacidad es despreciable, aunque si
llega a ser significativa, se incluye para el análisis, en la
resistencia en serie total. De acuerdo a esto, el factor Q se
expresa como:

y, como a resonancia
Fig. Curvas de resonancia para diferentes valores de Q
Filtros basados en cristales piezoeléctricos
La piezoelectricidad es una propiedad que presentan algunos
materiales cristalinos y consiste en la generación de
polarización en un dieléctrico como resultado de la aplicación
de esfuerzos mecánicos. El efecto inverso consiste en la
distorsión mecánica del material cuando se aplica un voltaje
entre sus caras. los materiales con propiedades piezoeléctricas
más importantes son el cuarzo, la sal de Rochelle y la
turmalina. La sal de Rochelle se utiliza, entre otras
aplicaciones, en micrófonos y altavoces. El cuarzo es una
forma de dióxido de silicio y, aunque el efecto piezoeléctrico en
éste es algo menor que en la sal de Rochelle, se emplea
extensamente en el control de frecuencia de osciladores,
debido a su bajo coeficiente de temperatura y elevada Q
mecánica. La turmalina es similar al cuarzo, pero más cara.
Fig. Cristales naturales de cuarzo
Fig. Circuito equivalente de un cristal

Los valores de la Q son generalmente muy altos,


generalmente mayores de 25,000 o más y, en algunos casos
se han observado valores de Q superiores a 106. Estas
características hacen que los cristales sean elementos
ideales para la realización filtros de Q elevada, es decir,
altamente selectivos.
El cristal presenta dos frecuencias de resonancia: una en serie
debida a Ls y Cs y otra en paralelo debida a la rama en serie en
paralelo con Cp. Esta resonancia en paralelo ocurre a una
frecuencia muy cercana a la de resonancia mecánica.
La curva de reactancia de la figura muestra que, para bajas
frecuencias, menores a la de resonancia en serie, la reactancia
es capacitiva. A frecuencias intermedias entre las resonancias
en serie y en paralelo la reactancia es inductiva y, a frecuencias
superiores a la de resonancia en paralelo, la reactancia vuelve
a ser capacitiva. La impedancia es mínima a la frecuencia de
resonancia en serie e igual a rs, y máxima a la de resonancia
en paralelo. Las frecuencias de resonancia de los cristales están
bien definidas y son muy estables siempre que la temperatura
se mantenga constante, lo que hace a los cristales
especialmente atractivos en el diseño de osciladores.
Gracias

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