Mi historia… Nos vinimos con mi hijo desde María Elena, región de Antofagasta. Él venía a estudiar en la Universidad. Mientras él estudiaba, yo buscaba un método para sobrevivir: cosechera de ajos, arreglaba ropa, etc. Sufro una enfermedad invalidante hace años: Discopatía lumbar, por lo que no puedo soportar peso, ni si quiera agacharme. Comencé a vender ropa usada en la feria minorista de La Calera en calle Pedro de Valdivia. Fueron años difíciles, mientras mi hijo estudiaba trataba de ganarme el puesto: Muchas veces nos echaron, no nos querían ahí, los carabineros nos sacaban y se querían llevar nuestros productos. Tres años costó el permiso del alcalde y que nos diera un lugar, aún así no fue gratis y se quedó en acuerdo pagar por día trabajado. De eso han pasado 9 años y postulé dos veces a Capital Semilla: la primera vez me rechazaron y ahora estoy aquí, con ustedes. Aquí estoy, les presento mi trabajo. MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCIÓN Con mucho esfuerzo mi hijo y yo hemos salido adelante…
PD: Eres una mujer maravillosa y mereces esta ayuda y muchas más. No te enojes por esta sorpresa, te amo mamá. (Tu hijo, Nicolás)