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Movilidad,

representación
y
repetitividad
 La intervención de la conciencia en el juego no
implica una total racionalización de la actividad.

 El ser humano durante su participación en el juego


es capaz de ser emocional y disfrutar del desarrollo
del mismo.
 Aun y cuando un juego tiene la posibilidad de
repetirse infinidad de veces, en ningún momento
pierde su esencia creativa.

 En la recreación queda espacio para la expectación y


la tensión del desarrollo y el final del juego.
 Para jugar el juego se necesita conservar un espacio
de libertad, libertad para el movimiento, para la
creatividad.

 Gadamer dice que no se trata de un imitar conductas


idénticas de otros, sino que, necesariamente, el
jugador que reproduce algo, hace sobresalir algunos
aspectos mientras deja fuera o resta importancia a a
otros.
 La movilidad dentro del juego permite nuevas
relaciones entre los conceptos nuevos y ya conocidos
por el niño. La simbolización acerca del espacio de
juego los objetos y las situaciones que no se tienen al
alcance y la movilidad hace posible la reconstrucción
de los mismos en la representación.

 Cuando se representa un juego, el niño tiene la


oportunidad de reflexionar sobre sus imágenes, pero
además, sobre la relación dinámica que se da entre
las mismas.
 Ante los ojos de un adulto, los juegos de los niños
parecerían repetitivos, es común encontrarlos
jugando con el ismo objeto.

 Pero la repetitividad en el juego permite el equilibrio


emotivo y cognitivo al fijar y estabilizar los símbolos
y signos, así como los nexos significativos entre ellos.

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