nuestra habla coloquial. Decimos que estamos “Deprimidos” o que tenemos una “Depre”, cuando las circunstancias nos son adversas, perdemos algo valioso, nos sentimos engañados o abandonados, cuando parte algún amigo o familiar, cuando muere algún ser querido; en fin que son muchas las causas que reconocemos como motivo de un estado de ánimo disminuido o de tristeza manifiesta. Hay sin embargo, personas que progresivamente se sienten más y más deprimidas, sin que puedan hallar explicación o motivo a dicha desagradable sensación. Esto se convierte en una cuestión inexplicable o paradójica, tanto para aquel que la padece como para sus amigos y familiares. Aceptamos que la vida moderna, llena de exigencias y estrés, pueda ser la causa de personas que dicen padecer una depresión. Sin embargo, muchos de los que padecen una depresión son personas que llevan vidas comunes y corrientes, muy distanciadas de las presiones que pueda padecer un alto ejecutivo o un importante funcionario del gobierno, quienes dicho sea de paso no se muestran precisamente deprimidos o tristes. Según cifras de la OMS (Organización Mundial de la Salud) De 3 a 5 % de la población mundial sufre enfermedad depresiva, lo que viene a representar más de 100 millones de personas. En todos los estudios se halla que 12 % de las mujeres y 6.6 % de los hombres sufren Depresión cada año, es decir que la enfermedad afecta el doble de mujeres que de hombres. Es importante saber, que según la misma OMS, actualmente la depresión es la segunda causa de incapacidad laboral en la categoría de 15 -44 años para ambos sexos. La familia también es afectada, dado que casi siempre la persona se enferma en la etapa de madurez temprana, cuando los hijos están pequeños y la pareja aún no se ha consolidado del todo, generándose conflictos conyugales y familiares que no pocas veces culminan con la disolución del matrimonio
El paciente depresivo sufre por partida doble. La
carga de la enfermedad y por el otro la crítica proveniente de relacionados, familiares y amigos, quienes desconociendo la realidad del padecimiento, muchas veces le hacen objeto de severos cuestionamientos, agravando la situación y en ocasiones conduciéndolo a la desesperación y el suicidio. Los malestares que padece deben ser disimulados o corre el riesgo de ser catalogado como flojo, manipulador o loco. Corre el riesgo de ser catalogado como “Reposero”, insulto acuñado por directivos ignorantes de esta enfermedad, que lo somete a la crítica y discriminación de sus compañeros de trabajo, agregando nuevos motivos de ansiedad. La situación empeora por la desvalorización de la posible ayuda que se le pudiera brindar. En nuestra sociedad es severamente criticado todo aquel que busca asistencia o apoyo para resolver sus problemas personales, si es un hombre peor. Usualmente se dice que “Nadie puede decirle a uno como conducir su vida”. Esto retarda el acudir a una ayuda especializada, empeorando la enfermedad y aumentando los riesgos inherentes a ella DSM-5 TRASTORNOS DEPRESIVOS Son el trastorno de desregulación disruptiva del estado de animo, el trastorno de depresión mayor, el trastorno depresivo persistente (distimia), el trastorno disfórico premenstrual, el trastorno depresivo inducido por una sustancia/medicamento, el trastorno depresivo debido a otra afección medica, otro trastorno depresivo especificado y otro trastorno depresivo no especificado. DSM-5
El rasgo común de todos estos trastornos es la
presencia de un animo triste, vacío o irritable, acompañado de cambios somáticos y cognitivos que afectan significativamente a la capacidad funcional del individuo. Lo que los diferencia es la duración, la presentación temporal o la supuesta etiología. TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN Siendo la depresión una patología del sistema nervioso central, su tratamiento debe recaer sobre un Médico Psiquiatra. La actuación de un Psicólogo Clínico, completa el equipo profesional optimo. El tratamiento actual de la enfermedad depresiva se apoya en dos pilares. La Psicoterapia definida como: Tratamiento de desórdenes o desequilibrios psicológicos empleando una técnica profesional, como el psicoanálisis, la terapia de grupo o terapia del comportamiento. La Farmacoterapia que es la aplicación de moléculas desarrolladas y aprobadas como medicamentos,