La maximización de la utilidad o satisfacción del
consumidor, considera el hecho de que éste dispone de un ingreso limitado o restringido, que lo debe destinar a la compra de distintos bienes y servicios que tienen diferentes precios. Un consumidor esta equilibrado cuando, dado su ingreso y las restricciones de precios, maximiza la utilidad o la satisfacción total que obtiene gastos. Un consumidor esta en equilibrio cuando, dada la línea de su presupuesto, alcanza la curva de indiferencia.
Partiendo del supuesto de la racionalidad del
consumidor, su objetivo será maximizar su utilidad total o la satisfacción derivada del gasto de sus ingresos.