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CONSTITUCION Y DERECHOS

HUMANOS
Noción y Concepto de Constitución

 Docente : José Alfredo Sánchez Gallegos


Concepto de Constitución a través de
la Historia

LOS GRIEGOS: Denominaban POLITEIA a la constitución del Estado,


refería a «la unidad corporativa del total de los ciudadanos» o «la
estructura socio-jurídica que ordena en una entidad a la ciudadanía»,
a la vez que el derecho del ciudadano a decidir en las cuestiones de la
POLIS.
Aristóteles hablaba de constitución como del principio según el cual
está ordenada la autoridad política. Constitución política o gobierno
es la organización o el orden establecido entre los habitantes de la
ciudad (La Política. Lib. 3, cap. I).
En el pensamiento aristotélico, la Constitución tiene por objeto:
1) Garantizar las magistraturas,
2) La distribución de los poderes,
3) Los atributos de la soberanía,
4) La determinación del fin específico de cada asociación política.

Constitución equivale a régimen, estructura, contextura: es el modo


de ser de la ciudad, su compostura o naturaleza total. (Bidart
Campos. Derecho Constitucional. Buenos Airres:Ediar.1968)
ROMA:
El vocablo latino CONSTITUTIO, que usa CICERÓN en su obra
DE REPUBLICA, tiene el sentido de forma de un régimen,
también IUS PUBLICUM o DERECHO PÚBLICO de la ciudad,
involucrando el conjunto de disposiciones concretas de la
autoridad. Cicerón fue el primero que utilizó el término
«constitución» en su sentido actual. Pero el término no significó
para los romanos una garantía contra los abusos del poder, ni el
ejercicio de los derechos individuales por parte de los
ciudadanos.
En ROMA la fuente básica de toda autoridad era la LEX, según
definición de GAYO (s. II), «es lo que el pueblo ordena y establece». En
el siglo VI, JUSTINIANO en las INSTITUCIONES, la definió: «lo que el
pueblo romano solía establecer, a iniciativa de una magistratura
senatorial como cónsul». La autoridad de todas las demás normas
romanas dependía de su relación con la ley.
EDAD MEDIA

Se entendió por CONSTITUCIÓN UNA REGLA O EDICTO emanado de las


autoridades eclesiásticas, las diversas órdenes religiosas tenían sus
propias «constituciones» y regían en los monasterios y conventos. Eran
estatutos (instituto) aprobados por el pontífice.
Hacia el s. XI, por obra de las Cruzadas que abrieron las rutas de oriente,
resurgió el comercio y llevó a un crecimiento de las ciudades y burgos
donde se asentaron los mercaderes. Cobró importancia el fenómeno
urbano y surgió una nueva clase, la BURGUESA, la cual tenía unos
intereses diferentes a los estamentos feudales y eclesiásticos.
Los burgueses aspiraban a mayor libertad, concepto entendido como
derecho natural y útil, pragmático, que facilitaría sus actividades
productivas. De ahí surgió la lucha por obtener la autonomía de las
ciudades mercantiles, la cual se obtuvo por medio de las CARTAS o
FUEROS COMUNALES, que significaban un nuevo concepto de
Constitución. En ellas se limitaban los derechos señoriales y se
garantizaban los de los burgueses, organizados en corporaciones de
oficio o guildas, entre otras cosas para darse su propio gobierno.
Al fin de la Edad Media y bajo las monarquías absolutas de los siglos XVI
y XVII, se entendió por Constitución «las leyes importantes dictadas por
la exclusiva voluntad del monarca», se siguió denominando cartas,
estatutos u ordenanzas, cuerpo de leyes fundamentales que con
participación de los súbditos, daba el príncipe para organizar la
comunidad y, en especial las ciudades libres.
En INGLATERRA:

Ante la muerte de Enrique II en 1189, le sucedió Ricardo Corazón de


León, quien durante su reinado se la pasó combatiendo en Francia
fue sucedido por su hermano menor Juan, apodado «Sin Tierra» en
1199, se enfrentó al rey Felipe II de Francia y al papado, lo cual lo
debilitó, aspecto que fue aprovechado por los barones, quienes
prepararon LA CARTA MAGNA, en la cual hacían constar sus
derechos específicos frente a la corona.
 En ese documento la iglesia introdujo cláusulas relativas a la
libertad de la institución, a la justicia y al derecho, lo que afectaba
a los barones, los habitantes urbanos, los comerciantes, etc.
Como medida de seguridad, los barones incluirían una cláusula
por la cual elegirían a 25 de entre ellos para que formasen un
organismo que presentara quejas sobre violaciones del
documento. El rey se limitó a firmar la Carta que restringía sus
poderes sobre las diferentes clases sociales, y ante la amenaza de
guerra de los señores, el rey firmó.
LA CARTA MAGNA
LA CARTA MAGNA y su finalidad fue conseguir que esta sirviera como
limitación de poder por parte de los gobernantes. Entre otras cosas
exigidas, se pedía el favor de no violentar el derecho; y se formó, en
otras palabras, el derecho al debido proceso; también se separó la
iglesia del estado.

En ella se aseguran las propiedades y derechos feudales frente al


poder del rey, se solicita que se establezca un Senado, se establece que
ninguna persona sea enjuiciada sin proceso por parte del monarca, se
amplia la seguridad a campesinos, comerciantes etc.
LA CARTA MAGNA no siempre gobernó las acciones de los reyes
ingleses y hubo períodos de la historia en los que fue desconocida, pero
siempre quedó ante el pueblo inglés como testimonio de que los poderes
del rey eran limitados y que los súbditos tenían derechos que no podían
ser violados por el rey. El principio que se implantó en Inglaterra y que no
se desarrolló en otros países de Europa de la época planteaba que: «LA
LEY ERA SUPERIOR AL REY». La idea de que la relación entre el monarca
y sus súbditos estaba gobernada por un CONTRATO, que podía ser
reformado por la ley y sin violencia. Inglaterra a partir del s. XVII
desembocó en un sistema de gobierno democrático, el 1° implantado en
Occidente, por la vía del constitucionalismo liberal, hasta desembocar a
comienzos del s. XVIII en una monarquía limitada, regida por una serie de
LEYES CONSTITUCIONALES que tendían a garantizar efectivamente los
derechos individuales de los súbditos ingleses frente al rey.
Por su parte, el francés Montesquieu (El espíritu de las Leyes)
definió la CONSTITUCIÓN como «la complexión tradicional,
histórica de la nación», Juan Jacobo Rousseau: «forma de
gobierno» a la estructura del poder, «leyes fundamentales» a la
sobre-estructura jurídica de aquella, y «contrato social» a la
decisión originaria fundadora de la comunidad política.
La idea de una norma que codificara en un solo texto
las reglas de organización y funcionamiento de los
poderes públicos surgió a mediados del s. XVII, de
modo simultáneo a uno y otro lado del Atlántico: en
América del Norte, a través de las CARTAS DE
COLONIZACIÓN (Charters, o petent letters)
otorgadas por el rey de Inglaterra a compañías o
particulares, en las que se contenía una completa
regulación de los órganos de gobierno de la colonia.
En Inglaterra, en el documento surgido en el período
de Cromwell, el Instrument of government (1654), se
encuentra el germen de la técnica de las
constituciones escritas, hoy de extensión universal
Al independizarse Estados Unidos de Norteamérica, el término
Constitución fue empleado en un sentido revolucionario, para
oponer las constituciones o formas de gobierno de las trece
colonias que conformaron la federación, ddas por la exclusiva y
libre voluntad del pueblo, a las instrucciaones provenientes de
la corona inglesa para gobernar esas colonias. El concepto
cobró importancia en la Constitución nacional en Filadelfia
en 1787. Constitución que serviría de modelo o fuente de
inspiración a las promulgadas luego en los demás países
latinoamericanos que iban declarando su independencia y se
constituían como Estados soberanos.
LA REVOLUCIÓN FRANCESA
Continuó la idea americana, asimiló la Constitución a una
determinada forma de organización política: aquella que garantiza
las libertades individuales, trazando límites a la actividad de los
gobernantes. La Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano (1789), estableció la fórmula: «toda sociedad en la cual
la garantía de los derechos no esté asegurada, ni la separación de
los poderes determinada, no tiene Constitución». En ese sentido
se expidió la 1ª Constitución francesa de 1791 y otras europeas de
la época.
Las Constituciones estadounidense y francesa,
influyeron en los diferentes países de Europa y
América, desde comienzos del s. XIX, para culminar,
tras arduas luchas, con la victoria del ideal
constitucionalista de Occidente. Influyó en la
Constitución española de 1812 y las demás
promulgadas (1837, 1845, 1869, 1923 y 1931).
El influjo del ideario constitucionalista liberal,
cristalizado en las constituciones estadounidense,
francesa, otras europeas de fines del s. XVIII y en las
hispanoamericanas a lo largo del s. XIX, condujo al
moderno concepto de Constitución.
EL CONCEPTO MODERNO DE
CONSTITUCIÓN
Son diversas las definiciones que se han dado acerca del concepto de
Constitución. Se destaca la formulación de Ferdinand Lasalle: «los problemas
constitucionales no son primordialmente problemas de derecho, sino de
deber, la verdadera Constitución de un país sólo reside en los poderes reales
que en ese país rigen, las constituciones escritas no tienen valor ni son
duraderas más que cuando dan expresión fiel a los factores de poder
imperantes en la realidad social; de otro modo, estas bien pueden calificarse
de una simple ‘hoja de papel’».
García Pelayo destaca que: «sólo vale como
Constitución aquello que realiza el programa del
Estado liberal burgués, aquello que establece una
limitación a la actividad del Estado…; no es
constitucional cualquier ordenación fundamental del
Estado sino precisamente aquella que reúne estas
dos condiciones: a) la garantía de los derechos
individuales y b) la división de poderes que sirva a
la actividad de aquellos» Derecho constitucional
comparado, p.33
De lo anterior, se puede afirmar que el
pensamiento liberal está acorde con lo expresado
en el artículo 16 de la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789:
«Toda sociedad en la cual la garantía de los
derechos no está asegurada ni la separación de
poderes establecida no tiene Constitución».
El concepto moderno de Constitución apunta a que ella
contiene las normas básicas para la organización del Estado
y ellas no son más que: 1) reglas relativas al modo de
designación, 2) a la organización y 3) al funcionamiento del
poder político. Estos son los aspectos fundamentales dentro
de la conformación de la Constitución Política de un Estado.
La Constitución es la ley fundamental del Estado, es: «el
conjunto de normas fundamentales para la organización del
Estado, que regulan el funcionamiento de los órganos del
poder público, y que establecen los principios básicos para el
ejercicio de los derechos y las garantías de las libertades
dentro del Estado.»

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