jurídica en la forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida intervención del letrado si hubiere sido requerida. Cabe señalar que la Constitución consagra el derecho a la defensa en consecuencia, está establecido para resguardar los derechos fundamentales de los individuos. LA CONSTITUCIÓN ASEGURA A TODAS LAS PERSONAS
Para la Corte Suprema, el derecho a
una defensa técnica reconocido en la Constitución, que consiste en que “cualquier persona pueda contar con una defensa técnica con la debida libertad para hacer valer sus pretensiones y excepciones. LA CONSTITUCIÓN ASEGURA A TODAS LAS PERSONAS
El Pacto de Derecho Civiles y Políticos y la
Convención Americana de Derechos Humanos, ambos son pactos de derechos humanos con rango Constitucional, de acuerdo a una de las interpretaciones el artículo 5 de la Constitución Política Vigente. Lo que sí es claro, es que hay una obligación del Estado de respetar y garantizar la adecuada defensa jurídica y tomar todas las medidas necesarias para que ello se cumpla, tal como asegurar que el letrado no tenga intervenciones y puede ejercer libremente la estrategia de defensa. LA CONSTITUCIÓN ASEGURA A TODAS LAS PERSONAS
El artículo 10 define el secreto profesional, señala la
doble faz (derecho-deber) que supone y consagra el derecho de excusarse a declarar cuando es citado como testigo. El artículo 11 se refiere al alcance del deber de guardar silencio, estableciendo como excepción cuando el cliente consiente en la revelación del secreto y limites en el uso de la información. Finalmente. El artículo 12 se refiere a los casos en que se extingue la obligación de guardar el secreto. LA CONSTITUCIÓN ASEGURA A TODAS LAS PERSONAS
En cuanto al ejercicio del secreto profesional, hay
que considerar que el derecho-deber no significa que el abogado pueda hacer “libremente” lo que mejor le parezca, sino que se ve obligado a actuar de acuerdo a las obligaciones éticas que impone el ejercicio de la profesión. El secreto profesional es la obligación legal que tienen ciertas profesiones de mantener en secreto la información que han recibido de sus clientes. Al contrario de lo que ocurre con tipos de deberes de confidencialidad, el secreto profesional se mantiene incluso en un juicio.