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CIRUGÍA GASTROINTESTINAL

La cirugía gastrointestinal resuelve los problemas del sistema digestivo que no


responden al tratamiento médico. Algunas enfermedades digestivas requieren
una biopsia, resección o extracción de la totalidad o parte de un órgano.
Estos procedimientos se realizan en salas de cirugía con anestesia local o
general. Pueden ser ambulatorios y si es necesario, con la hospitalización del
paciente. La cirugía gastrointestinal es en donde se tienen en cuenta todas las
patologías que involucren al esófago, estómago, duodeno, hígado y vías
biliares, vesícula biliar, páncreas, intestino delgado y grueso.
ENFERMEDADES QUE REQUIEREN
CIRUGÍA GASTROINTESTINAL
*Acalasia
*Apendicitis
*Cáncer de colon y recto
*Cáncer de estómago
*Cirugía de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal
*Diverticulosis y diverticulitis aguda
*Hemorroides, fístulas, abscesos y fisuras anales
• Hernia de hiato
• Hernias de la pared abdominal
• Metástasis hepáticas de cáncer colorrectal
• Quistes sebáceos, nevus y lipomas
• Sinus pilonidal
• Tiroides
• Tumoraciones hepáticas
• Tumores pancreáticos
• Vesícula y vías biliares
Acalasia
Es un trastorno poco frecuente del esófago que puede presentarse a cualquier
edad y que afecta por igual a hombres y mujeres.
Se caracteriza porque el esófago no puede contraerse adecuadamente y
empujar los alimentos hasta el estómago y, además, por la falta de relajación
del esfínter esofágico inferior (unión del esófago y del estómago) que impide
el paso correcto de los alimentos hacia el interior del estómago.
El tratamiento quirúrgico para tratar la acalasia se denomina
esofagomiotomía y consiste en la denervación (reducción de los estructura
nerviosa) de los últimos 5-10 centímetros del esófago de forma que disminuye
la presión en la zona y los alimentos y líquidos pueden pasar mejor del
esófago al estómago.
Apendicitis

Es la inflamación del apéndice, un pequeño órgano en forma de saco en la


unión del intestino grueso y delgado y que está localizado en la parte inferior
derecha del abdomen.
El tratamiento de elección para la apendicitis es la cirugía para extirpar el
apéndice. Si se realiza en los primeros momentos de la enfermedad tiene un
pronóstico excelente y una rápida recuperación.
Cáncer de colon y recto
El cáncer en el intestino grueso (colon y recto) es uno de los tumores malignos
más frecuentes a nivel mundial. Es el segundo en incidencia, tras el de pulmón
en hombres y el de mama en mujeres. Su incidencia aumenta con la edad.
En la gran mayoría de los casos es necesario intervenir quirúrgicamente para
extirpar la zona del colon donde se encuentra el tumor. Esta operación es
considerada compleja y se puede realizar por vía laparoscópica o por vía
abierta, según el caso
Cirugía de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal es un conjunto de enfermedades
caracterizadas por una inflamación crónica de distintos segmentos tubo digestivo,
desde la boca hasta el ano. Entre ellas se encuentra la Enfermedad de Crohn y la
colitis ulcerosa.
La cirugía para la Enfermedad Inflamatoria Intestinal depende del grado y nivel de
afectación (intestino delgado o grueso).
En el caso de obstrucciones en el intestino delgado realizamos una estricturoplastia,
cirugía que consiste en aumentar el grosor del intestino en la zona afectada por la
obstrucción o estrechamiento. Si el paciente presenta una perforación, se recurre a
seccionar la parte afectada y a unir de nuevo el intestino por la zona sana.
Por su parte, en los casos de colitis ulcerosa grave en los que está afectado todo el
intestino grueso la cirugía consiste en extirparlo y unir el intestino delgado con el recto
y el ano.
Cáncer de estómago
Cáncer con alta tendencia a diseminarse (realizar metástasis) y cuyo origen
no está del todo claro. Se conocen factores ambientales (dietas ricas en
alimentos ahumados y salados, pobres en fruta y verdura; tabaquismo;
infección por Helicobacter pylori) y factores genéticos, que influyen en la
aparición del cáncer de estómago.
La intervención quirúrgica consiste en extirpar un trozo o la totalidad del
estómago y el tejido linfático que lo rodea. Es una cirugía agresiva que
requiere, en la mayoría de los casos, al menos una semana de hospitalización,
aunque todo depende de la recuperación del paciente. En algunos casos,
cuando el tumor estomacal es de tamaño reducido se recurre a la cirugía
laparoscópica, que es menos agresiva y requiere menor tiempo de
recuperación postquirúrgica.
Cirugía de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal es un conjunto de enfermedades
caracterizadas por una inflamación crónica de distintos segmentos tubo digestivo,
desde la boca hasta el ano. Entre ellas se encuentra la Enfermedad de Crohn y la
colitis ulcerosa. La cirugía para la Enfermedad Inflamatoria Intestinal depende del
grado y nivel de afectación (intestino delgado o grueso).
El tratamiento en el caso de obstrucciones en el intestino delgado realizamos una
estricturoplastia, cirugía que consiste en aumentar el grosor del intestino en la zona
afectada por la obstrucción o estrechamiento. Si el paciente presenta una perforación,
se recurre a seccionar la parte afectada y a unir de nuevo el intestino por la zona
sana.
Por su parte, en los casos de colitis ulcerosa grave en los que está afectado todo el
intestino grueso la cirugía consiste en extirparlo y unir el intestino delgado con el recto
y el ano.
Diverticulosis y diverticulitis aguda
Los divertículos son pequeños sacos o bolsas que se producen en la pared del
intestino grueso, normalmente a la altura del colon sigmoide. Aunque no se
conoce con certeza su origen, se han relacionado con dietas pobres en fibra.
Cuando se producen hemorragias graves o después de dos episodios de
divierticulitis leve, está indicada la cirugía. La intervención consiste en extirpar
la parte del colon que tiene los divertículos y unir los extremos del intestino, y
suele realizarse por vía laparoscópica.
No obstante, la cirugía para tratar la diverticulitis varía según la gravedad
de la misma y puede consistir desde drenar un absceso (limpiarlo de pus y
sangre), reseccionar parte del colon (extirpar) hasta realizar una colostomía
temporal (sacar un extremo del colon por la pared del abdomen de forma que
las deposiciones van a parar a una bolsa adherida al cuerpo).
Hemorroides, fístulas, abscesos y fisuras anales
*Hemorroides: se producen debido al llenado excesivo de las venas en la
región anal. Suelen desarrollarse tras periodos de estreñimiento o diarrea.

*Fisura anal: herida provocada, normalmente, en periodos de estreñimiento. La


fisura produce una contracción mantenida del esfínter anal, lo que impide su
cicatrización.

*Fístula y absceso perianal: debido a una obstrucción de las glándulas anales,


se produce una infección (absceso perianal). Esta infección busca las zonas de
menor presión para poder salir y produce distintos trayectos (fístulas) con una
supuración crónica
Las cirugías de la región perineal suelen ser de rutina y la mayoría requiere por lo
menos una noche de estancia hospitalaria para controlar el dolor del paciente.

• Hemorroides: extirpación de los paquetes hemorroidales

• Fisura anal: se corta parte del esfínter anal (esfinterotomía lateral interna) para que
esta relajación permita la cicatrización de la herida (fisura).

• Absceso perianal: se suelen intervenir de forma urgente y su tratamiento consiste en


el drenaje quirúrgico (extracción de las secreciones de pus y sangre)

• Fístula: requiere realizar pruebas de imagen para conocer su trayecto y extirpar o


abrir la fístula.
Hernias de pared abdominal
Las hernias son defectos de la pared abdominal por los que se “sale” una
parte del contenido intestinal que adoptan forma abultada. Generalmente,
aparecen a través de áreas de debilidad de la misma, bien por defectos
anatómicos (umbilical, inguinal, crural...) o bien por defectos generados por
cirugías previas
El tratamiento de las hernias es siempre quirúrgico y consiste en "reparar" el
defecto, reduciendo la hernia y reforzando la pared abdominal bien con
material de sutura o bien con una malla de material plástico, siendo esta última
la opción más utilizada en nuestros días por su menor índice de recidivas.
La operación se puede realizar por vía laparoscópica o con cirugía tradicional,
según el caso.
Metástasis hepáticas de cáncer colorrectal
Las metástasis son "depósitos secundarios" o "extensiones" de tumores que
afectan a otros órganos. Se desconoce el mecanismo por el cual una célula
tumoral "anida" e invade otro órgano.
El hígado es uno de los órganos más afectados por las metástasis cuando se ha
tenido un tumor en la zona colorrectal, pero también uno de los que más
tratamientos aceptan. En la actualidad, el tratamiento de las metástasis
hepáticas es multidisciplinar y engloba la cirugía, la oncología y la radiología
intervencionista. Con la combinación de estas tres especialidades se consiguen
supervivencias prolongadas e incluso, en algunos casos, la curación completa.
Hernia de hiato

La hernia de hiato es un defecto anatómico por el cual la parte donde se une


el esófago al estómago se desplaza hacia el tórax por el hiato esofágico
(orificio por el que el esófago entra en el abdomen desde el tórax).
La intervención quirúrgica se realiza por vía laparoscópica y tiene por
objetivo corregir la hernia de hiato y después “abrazar” el esófago con el
propio estómago para evitar el reflujo gástrico.
Quistes sebáceos, nevus y lipomas
Los quistes sebáceos son quistes benignos en forma de saco que crecen bajo
la piel y que contienen material graso de origen folicular. Suelen aparecer en
el cuero cabelludo, cara y espalda, aunque pueden crecer en cualquier parte
del cuerpo.
Los nevus (lunares) son lesiones inicialmente benignas pigmentadas en la piel.
Son muy frecuentes y suelen aparecer en el mayor número de las veces en
zonas expuestas al sol. Pueden ser de diferente tamaño, color y pueden tener
o no relieve.
Los lipomas son tumores benignos de masa grasa que se localizan en la piel y
en el tejido muscular subyacente. Aparecen con más frecuencia en el tórax,
extremidades y en la zona superior de la cabeza (región occipital).
Tratamiento
El único tratamiento posible cuando existen sospechas de malignización o
cuando son molestos es la extirpación quirúrgica. Dependiendo del tamaño del
quiste, nevus o lipoma se quitan con anestesia local y no requieren
hospitalización.
Sinus pilonidal
El sinus pilonidal es un quiste que aparece en el pliegue interglúteo, entre las
nalgas, y que contiene piel y folículos pilosos (pelo). Es una afección
relativamente frecuente, no grave aunque molesta y que se da principalmente
en varones entre los 15 y 30 años, de piel morena y con abundante pelo.
La intervención quirúrgica del sinus pilonidal consiste en drenar la herida, sacar
el pus y el pelo enquistado y cortar la piel y el tejido que rodean la herida.
Dependiendo del paciente, nuestros especialistas decidirán dejar la herida
abierta y taponarla con una gasa (requiere curas diarias) o bien cerrarla y
vigilarla hasta su cicatrización completa.
Tiroides
Las enfermedades de la glándula tiroides que suelen necesitar cirugía son los nódulos tiroideos, el bocio, el
hipertiroidismo y los tumores.

Los nódulos tiroideos son bultos (únicos o múltiples) localizados en el tiroides. La mayoría son benignos, pero
dependiendo de la edad y el sexo, pueden malignizarse. El procedimiento habitual es realizar una biopsia, y
en función de los resultados se indica la intervención.

El bocio implica un aumento del tamaño de la glándula tiroides y en la mayoría de los casos es una patología
benigna, aunque con el paso del tiempo se pude malignizar. El bocio se suele deber a la falta de yodo en la
dieta o a problemas metabólicos del propio paciente.

El hipertiroidismo es un aumento de la producción de hormonas tiroideas. Esto se puede traducir en una


pérdida de peso, intolerancia al calor y aumento de la sudoración, cansancio excesivo, nerviosismo y
palpitaciones. Su tratamiento puede ser médico o quirúrgico.

El cáncer de tiroides se suele presentar como una tumoración palpable a nivel del cuello. Existen diferentes
tipos de cánceres tiroideos, por lo que cada paciente requiere un tratamiento individualizado (agresividad de
la cirugía y tratamiento postquirúrgico).
El tratamiento para las enfermedades de la glándula tiroides es una
combinación de fármacos y cirugía.

El postoperatorio suele ser bastante satisfactorio y no requiere más de uno u


dos días de ingreso hospitalario.
Tumoraciones hepáticas
Las tumoraciones hepáticas pueden ser tanto benignas (abscesos, angiomas,
quistes simples, quistes hidatídicos, adenomas) como malignas
(hepatocarcinoma, colangiocarcinoma). Los principales factores de riesgo para
padecer un tumor maligno hepático son la edad, el sexo (varones) y la cirrosis
de cualquier causa (hepatitis B y C, alcoholismo).

Algunos de los tumores benignos y la mayoría de los malignos necesitan


tratamiento quirúrgico, que suele consistir en extirpar la porción del hígado
donde se encuentra la tumoración. También existen técnicas menos invasivas
(radiofrecuencia, embolización) que pueden ayudar en el tratamiento de estas
lesiones.
Tumores pancreáticos
Pueden ser tumores (benignos o malignos) o quistes y pseudoquistes, como
consecuencia de pancreatitis. Desgraciadamente, los tumores malignos
pancreáticos son muy agresivos, aunque con un diagnóstico precoz y cirugía se
puede lograr incluso la curación completa.
El tratamiento de los tumores en el páncreas es principalmente quirúrgico.
Depende de la localización de la enfermedad se debe realizar distintos tipos
de intervención. La más común es la duodenopancreatectomía cefálica, que es
una cirugía compleja, pero permite en algunos casos la extirpación completa y
curación del tumor. Este tipo de intervención es uno de las más complejas que se
pueden realizar en el campo de la cirugía digestiva.
Vesícula y vías biliares
El principal problema que presenta la vesícula y las vías biliares son los cálculos,
comúnmente conocidos como piedras. Los cálculos son depósitos duros similares a
cristales de roca que se forman dentro de la vesícula biliar provocando obstrucción e
inflamación. Estos cálculos pueden ser de tamaño y número variable.
El tratamiento es la extirpación de la vesícula dañada por vía laparoscópica. Las
personas a las que se les ha quitado la vesícula pueden realizar una vida
completamente normal sin restricciones en el modo de vida ni en la dieta, ya que el
cuerpo se adapta a su nueva situación en poco tiempo.
• Existen casos en los que las condiciones del paciente no permiten realizar la cirugía
y se opta entonces por un tratamiento conservador a base de fármacos.
• Si los cálculos quedan alojados en la vía biliar, se practica una endoscopia especial
denominada CPRE (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica), que permite
extraer las piedras sin necesidad de recurrir a la cirugía abierta.
Anestesia en cirugía gastrointestinal
Son muchas las patologías gastrointestinales de presentación más o menos
aguda que requieren una resolución quirúrgica bajo anestesia general. Los
pacientes con estas patologías pueden padecer importantes desequilibrios
metabólicos que dificultarán el manejo anestésico: hipovolemia,
hipoproteinemia, trastornos de la coagulación, desequilibrios electrolíticos... Es
importante identificar estos trastornos mediante una exploración completa y
analítica sanguínea para estabilizar al paciente antes de la cirugía.

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