Epidemiologia • La neoplasia que se presenta con mayor frecuencia en el estómago es el adenocarcinoma, seguida del linfoma gástrico primario, tumores del estroma gastrointestinal, tumor carcinoide y sarcoma de Kaposi. • La incidencia de cáncer gástrico en Japón es de 100 por 100 000 personas. Etiología • Se han propuesto factores de la dieta como la ingesta de alimentos con conservadores, alimentos ahumados y secados con sal. • Se menciona un factor protector de la dieta: la ingesta de suplementos de β-caroteno, selenio y α-tocoferol. • En pacientes con anemia perniciosa el riesgo de cáncer gástrico es mayor 3 a 4 veces sobre la población general • La atrofia a gástrica se acompaña de pérdida de células parietales y reducción en la producción de ácido, disminución de niveles de ácido ascórbico y aumento compensatorio de gastrina con cambios en la proliferación de células epiteliales • El aumento del pH permite la colonización bacteriana capaz de convertir nitratos en componentes N-nitrosos, mutagénicos potentes. • La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado a H. pylori como carcinógeno tipo I. • El cáncer gástrico difuso hereditario es un tumor con un alto grado de invasión, en el cual se presenta un defecto en la adhesión intercelular, lo que resulta de la pérdida de expresión de la adhesión celular de la proteína E-cadherin. El riesgo acumulado para cáncer se ha encontrado en 70% en hombres y entre 60 a 80% en mujeres. La edad promedio de presentación es de 38 años, con rango de 16 a 82 años. Cuadro clínico • Las lesiones incipientes son difíciles de diagnosticar desde el punto de vista clínico, ya que la sintomatología no es específica. • El paciente puede considerarse portador de una enfermedad acidopéptica y tratarse como tal, hasta que presenta manifestaciones características de una neoplasia en estadio avanzado. • La sintomatología puede variar de acuerdo con la localización. Así, es factible presentar disfagia progresiva desde alimentos sólidos a líquidos, con pérdida de peso, regurgitación, halitosis y en ocasiones hemorragia de tubo digestivo alto en pacientes con neoplasia en el fondo gástrico que invade el esófago, por lo que se debe realizar el diagnóstico diferencial con cáncer esofágico • La localización más frecuente de la neoplasia en la porción antral provoca plenitud posprandial inmediata, náuseas, vómito, pérdida de peso y, en el caso de lesión ulcerada, sangrado de tubo digestivo alto manifestado por hematemesis y melena. La sintomatología es muy similar cuando la neoplasia se localiza en el cuerpo del estómago. • La exploración física puede revelar masa tumoral en el epigastrio, por lo regular en estadio avanzado y con localización del tumor en el antro. La presencia de ascitis indica carcinomatosis, así como el hallazgo de linfadenopatía supraclavicular y ganglio de Virchow. Se ha mencionado adenopatía periumbilical (ganglio de la hermana María José y axilar, ganglio de Irish, determinando enfermedad en etapa avanzada. La diseminación peritoneal puede estar en órganos femeninos internos (Krukenberg) o presentarse una masa en el fondo de saco de Douglas, en el examen rectal se determina rigidez de esta zona (cajón de Blumer). • Trill y colaboradores encontraron en 129 pacientes estudiados que los síntomas principales fueron: dolor en 35.6%; melena, 25.5%; pérdida de peso, 12.4%; vómito, 8.5%; anemia, 8.5%; disfagia, 4.6%, y pirosis, 4.6%. Diagnóstico Tratamiento Conclusiones