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No perder la forma

Solidez en la vida sacerdotal

Card. Jorge Mario Bergoglio


Una preocupación
 ¿Cómo “vivir" en un medio
cultural en el que lo valioso
parece ser la vivencia de
experiencias que transgreden las
formas, que las mezclan, las
disuelven y las transforman
incesantemente?
 Todo se arma y se desarma cada
tanto
 Un mundo de pertenencias
parciales e identidades múltiples
 El sacerdote como signo de lo
que permanece, de "no perder
la forma".
 El reto es que la gracia vaya
cuajando y el corazón le vaya
tomando el gusto a la solidez de
la forma. Solidez de esqueleto
y no de caparazón, por
supuesto.
 Necesitamos renovar la fe  Se trata pues, en primer lugar, de
no perder la "forma", de no
en que Cristo es el que perder la fe en la validez de la
"forma", renovar la forma que Cristo imprime en los
confianza en la gracia, con corazones de sus discípulos,
la certeza de que la forma  no perder la esperanza en que
esa forma tiene poder
sacerdotal es don del configurador eficaz que va
Espíritu, aceptado y modelando el corazón a imagen
cultivado con fidelidad. del Corazón del Buen Pastor,
 no perder el amor y la alegría
con que esa tarea de formación
permanente debe ser encarada

Desde la confianza
Discernir cuidadosamente
 No siempre es fácil una lectura interpretativa, que sepa distinguir
entre el bien y el mal, entre signos de esperanza y peligros.
 En la vida de quien sigue a Jesucristo no se trata sólo y
simplemente de acoger los factores positivos y constatar
abiertamente los negativos.
 Se trata de someter los mismos factores positivos a un
cuidadoso discernimiento, para que no se aíslen el uno del
otro ni estén en contraste entre sí, absolutizándose y
oponiéndose recíprocamente.
 Lo mismo puede decirse de los factores negativos: no hay que
rechazarlos en bloque y sin distinción, porque en cada uno de ellos
puede esconderse algún valor, que espera ser descubierto y
llevado a su plena verdad" (PDV 10).
El gran protagonista en la vida del discípulo
es el Espíritu Santo
 El Espíritu crea el «corazón
nuevo», lo anima y lo guía con la
«ley nueva» de la caridad, de la
caridad pastoral.
 La conciencia del don infunde y
sostiene la confianza
indestructible en las dificultades,
en las tentaciones, en las
debilidades con que puede
encontrarse en el camino
espiritual. CONSOLADOR.
 "La conciencia del don", de que
lo que somos es por gracia, está
en el núcleo de la vocación, de la
formación y de la vida sacerdotal.
 Será clave todo lo que
despierte, clarifique y
consolide esta conciencia de
lo que somos por gracia.
Primacía
de la
dimensión
espiritual
+ El "humus espiritual":
"actualización del momento
en que el Señor hace que los
suyos ‘estén con Él‘.
+ Es tiempo de formación,
entre la vocación y la misión.
+ Permanentemente
llamados y
permanentemente enviados.
Discípulos misioneros
 La intuición de Aparecida con su fórmula "discípulos misioneros"
crea un ámbito de tensión sana en el que se puede formar el corazón
y la conciencia sacerdotal sin que la gracia se disperse ni se ahogue.

Es el mismo Espíritu el que nos hace "estar con Jesús" y "salir a
apacentar" al pueblo fiel y a predicar. Es el mismo Espíritu el que nos
forma como discípulos misioneros.

Al decir "espiritual" decimos santidad personal y misión. La vida


espiritual es "vida animada y dirigida por el Espíritu hacia la santidad o
perfección de la caridad". El don espiritual del sacerdocio abre al
sacerdote a la misión de la Iglesia. CONTEMPLACIÓN CON LOS
OJOS ABIERTOS

 La doble referencia, hacia el interior y el exterior, hacia lo más


personal y lo más comunitario, hacia Dios y hacia los hombres,
tensiona el corazón y la mente de manera tal que hace madurar al
sacerdote de manera integral, con una Vida plena.
Una vida apostólica apacentadora
 La dimensión apostólica no es una  La impaciencia del mundo endurece el
acción externa, no es un trabajo de rostro y agria el corazón. Al apacentar
gestión del reino, sino que es ayudar a del Buen Pastor se opone la impaciencia
que Cristo se forme en los otros como del "clérigo de estado", del funcionario,
se ha formado en el sacerdote. del mercenario.
 "Hijos míos, por quienes sufro de nuevo  Formar el corazón en esta virtud
dolores de parto, hasta ver a Cristo apacentadora requiere que los
formado en ustedes" (Gal 4, 19). sacerdotes tengan tareas pastorales en
las que el mismo pueblo fiel de Dios
 Apacentar nos habla de fortaleza y los vaya apacentando a ellos.
paciencia, de buen humor, de constancia,  Tareas de largo aliento (integración a
de ternura y compasión. Apacentar una comunidad parroquial), de contacto
requiere tiempo, acompañamiento de con procesos (catecismo a los niños,
procesos, tarea cotidiana de madre que acompañamiento de jóvenes -retiros y
nutre y de padre que abre caminos y campamentos...-), tareas gratuitas y no
conduce. cuantificables (comunión a los enfermos,
 El contacto con el rebaño entero, no visitas a los ancianos...).
lugares demasiado selectos para que no  Menos trabajo de computadora (en la
se termine formando un peinador de que uno es "omnipotente") y más
ovejas, ni lugares demasiado expuestos y trabajo con las personas (en el que
demandantes, que no dejan tiempo para somos siempre "servidores inútiles").
"estar con el Señor“.
 La peculiar relación de
maternidad que existe entre
 Jesús dice a María: ‘Madre, ahí tienes María y los presbíteros es la
a tu hijo' (Jn 19, 26). Es una especie fuente primaria, el motivo
de testamento: encomienda a su fundamental de la predilección
Madre al cuidado del hijo, del que alberga por cada uno de
discípulo. Pero también dice al ellos.
discípulo: ‘Ahí tienes a tu madre' (Jn  Recibiendo a María en su casa, en
19, 27). El Evangelio nos dice que lo íntimo de su vida, el
desde ese momento san Juan, el hijo sacerdote-discípulo, a imagen del
predilecto, acogió a la madre María discípulo amado, centra su vida
"en su casa". Podríamos traducir: comunitaria en la que sintetiza en
acogió a María en lo íntimo de su vida. su persona todo lo que es la
 Acoger a María significa introducirla Iglesia.
en el dinamismo de toda la propia Carácter mariano de
existencia -no es algo exterior- y en
todo lo que constituye el horizonte la formación afectivo-
del propio apostolado.
comunitaria ("no" a la
dureza farisaica)
MARÍA Y EL
SACERDOTE

El carácter mariano de la Iglesia es


lo que tensiona fecundamente al
carácter petrino, impidiendo que se
fariseíse y se endurezca. La
dimensión mariana hace que la
dimensión espiritual tome carne y la
dimensión pastoral no pierda la
ternura.
Discreta solidez de la formación
intelectual
 Doctrina sólida del Buen Pastor es la  Muy por el contrario, la
que alimenta a sus ovejas con manjar solidez que buscamos para
sólido, con Palabras de Vida eterna.
 Dentro de la mentalidad hebrea, la
nuestros sacerdotes
verdad es "emeth", que significa ser
sólido, seguro, fiel, digno de fe.
es una solidez
 Una adhesión a la Persona de Cristo humana y
que implica todo nuestro ser -
corazón, mente y alma-.
cristiana que abra
 No se trata, pues, para nada de las mentes a Dios
cierta rigidez doctrinal que
parece cerrar filas sólo para
y a los hombres.
defenderse a sí misma y puede
terminar excluyendo a los
hombres de la vida. Es lo que el
Señor les reprocha a los fariseos
cuando les dice: "Ay de ustedes,
escribas y fariseos hipócritas (...)
guías ciegos, que filtran el
mosquito y se tragan el camello"
(Mt 23, 23-24).
 La solidez se juega en el riesgo, en negociar el talento, en el salir de sí
hacia las periferias existenciales... No es la solidez del museo ni de la
auto-preservación. Por ello es que resulta imprescindible que la
formación académica tenga la dimensión de bajada, de siembra y de
fermento de la realidad y que suba desde ella con la cosecha de todo
lo humano que puede ser elevado y perfeccionado por la gracia.
 Contra la tentación del mundo actual de "sincretismos" de todo tipo,
que se van por las ramas en cuestiones disputadas estériles o mezclan
saberes inmezclables, la solidez de la formación de los pastores debe
apuntar a la "discreción" espiritual, que sabe probar y quedarse con lo
bueno.
 El "no" que consolida la formación intelectual es un "no" al
sincretismo. "Discretio" vs "sincretismo": allí donde el "syn" del
sincretismo es confusión de elementos incompatibles e irreconciliables,
el "dis" de la discreción pone separación y claridad". Formación sólida
implica "caridad discreta", discreción del Buen Pastor que sabe llevar a
sus ovejas a los pastos abundantes y a las fuentes de agua viva al mismo
tiempo que las defiende del lobo y de los falsos pastores.
 Conservar e incrementar esa
NO PERDER LA forma vital -Vida Plena- con la que
FORMA el Espíritu configura el corazón
sacerdotal a imagen del Corazón de
Cristo, Buen Pastor.

 Cincelarla a mano, sabiendo que


formar es tarea personal, no fruto
de ninguna estructura anónima y
que funcione automáticamente.

 No perder la forma apacentadora


por impaciencia. No permitir que
se endurezca farisaicamente.

 Que el Señor nos conceda


permanecer en esta forma y
comunicarla a los demás.

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