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El Gato Negro

Edgar Allan Poe


Edgar Allan Poe

Edgar Allan Poe, fue un escritor, poeta, crítico y periodista


romántico estadounidense, generalmente reconocido como
uno de los maestros universales del relato corto, del cual
fue uno de los primeros practicantes en su país. Fue
renovador de la novela gótica, recordado especialmente
por sus cuentos de terror.
El Gato Negro

• Genero Literario: Narrativo


• Especie Literaria: Cuento
• Estructura: Cuento en prosa de 32 párrafos

ANÁLISIS DEL FONDO

Tema principal: El progresivo trastorno emocional, afectivo y mental de un hombre alcohólico.

Tema secundario: La maldad como resultado de las mismas acciones del ser humano
Estilo
• El Gato Negro es un cuento de horror y está considerado como uno de los más
espeluznantes de la historia de la literatura.
• Este relato combina tanto elementos de horror como psicológicos, los cuales nos llevan a la
expresión de terror psicológico, que podría definirse como fórmula literaria que incluye
miedo, enajenación y arte.
• En el relato su autor nos presenta un narrador protagonista, homodiegético con focalización
interna.
• La anacronía temporal presente en este texto es un Racconto, es decir un recuento bastante
extenso y detallado.
Síntesis de La Obra

"El gato negro", narra la historia de un hombre que enloquece ante la presencia
de un gato negro. El amor de su esposa por el gato llega a tal grado que el
hombre termina asesinándola y emparedándola en el sótano de su casa. La
policía descubre el crimen porque el gato se queda dentro de la pared con el
cadáver.
Personajes
Protagonista:
El narrador de la historia, dueño del gato. Es un personaje que evoluciona en forma negativa a
lo largo de la obra

Antagonistas:
Los antagonistas son ambos gatos que, también, van evolucionando desde ser destinatarios del
afecto del hombre hasta el odio y el terror.

Secundarios:
La esposa del hombre.

Incidentales:
La policía y el tabernero.
Estructura Narrativa
Estado Inicial: El protagonista vive feliz junto a su mujer y sus animales en una gran casa.

Conflicto: Con el paso del tiempo el se va adentrando en el mundo del alcoholismo y esto
conlleva múltiples consecuencias que repercuten en su vida cónyuge y también con sus animales,
llegando a maltratarlos.

Desarrollo:
Se torna violento.
Le arranca un ojo a Plutón y luego de un tiempo lo mata.
Se incendia su casa.
Pasa el tiempo y encuentra al otro gato.
Odia al nuevo gato.
Asesina a su mujer.
La oculta en la pared.
Los policías llegan a su casa.

Clímax:
Ocurre cuando por un descuido el golpea la pared y se escuchan los alaridos del gato al otro
lado de ésta.
Estructura de Tiempo
Tiempo Referencial Histórico:
El relato se sitúa en la época del Romanticismo (siglo XIX). Esto se deduce a partir del aire
melancólico y gótico del relato.

Tiempo de la Historia: Tiempo del Relato:

• Vive feliz. • Está en la cárcel.


• Sufre problemas por el alcohol y mata • Cuenta su historia.
a su gato. • Vivía feliz.
• Se quema su casa. • Tiene problemas con el alcohol y mata
• Adopta otro gato. a su gato.
• Mata a su esposa. • Se quema su casa.
• La esconde. • Adopta otro gato.
• Lo descubren. • Mata a su esposa.
• Va a la cárcel. • Esconde el cadáver.
• Cuenta su historia. • Lo descubren.
• Va a la cárcel.
Valor Literario:
• En esta obra se aprecia como poco a poco se va dando un ambiente de terror, de intriga.
Los sucesos se desarrollan en forma progresiva de menos a más como una de esas películas
de suspenso y terror actuales; y donde al final nos enteramos, con sorpresa, un final
aterrador e insospechado. Los protagonistas son retratados en su progresivo cambio.

• El retrato psicológico del protagonista es perfecto y se ve en él el cambio y contraste de su


estado de docilidad y bondad, pasando por el de serenidad y raciocinio y llegando hasta el
de la perversidad, locura y terror.
Aquel temor no era precisamente miedo de un mal físico y, sin embargo, me sería imposible
definirlo de otra manera. Me siento casi avergonzado de reconocer, sí, aún en esta celda de
criminales me siento casi avergonzado de reconocer que el terror, el espanto que aquel animal
me inspiraba, era intensificado por una de las más insensatas quimeras que sería dado concebir.

Más de una vez mi mujer me había llamado la atención sobre la forma de la mancha blanca
de la cual ya he hablado, y que constituía la única diferencia entre el extraño animal y el que
yo había matado. El lector recordará que esta mancha, aunque grande, me había parecido al
principio de forma indefinida; pero gradualmente, de manera tan imperceptible que mi razón
luchó durante largo tiempo por rechazarla como fantástica, la mancha fue asumiendo un
contorno de rigurosa precisión. Representaba ahora algo que me estremezco al nombrar, y por
ello odiaba, temía y hubiera querido librarme del monstruo si hubiese sido capaz de atreverme;
representaba, digo, la imagen de una cosa atroz, siniestra..., ¡la imagen del patíbulo! ¡Oh lúgubre
y terrible máquina del horror y del crimen, de la agonía y de la muerte!
La existencia de la maldad, así como el de la bondad, son productos del hombre
mismo. Una vida dichosa no son el premio de alguien como tampoco una vida
trágica son el castigo de un ser divino. Nuestras dichas o tragedias son el
resultado de nuestras acciones.

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